El sábado 24 de julio se cumplen 227 años del nacimiento del Libertador. La fecha coincide con la apertura, innecesaria, irrespetuosa, del sarcófago que guarda sus restos en el Panteón, y la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia. Una curiosa manera de celebrar la memoria del héroe, máxime para quienes se la pasan proclamando su bolivarianismo y han querido convertirlo en ideólogo y fundador de su partido político. Estaremos de acuerdo en que es una manera singular de ser bolivariano, por decir lo menos.
ROMPER CON COLOMBIA
La semana pasada el Presidente amenazaba con romper relaciones con el Vaticano, ahora, su respuesta a los señalamientos del gobierno bogotano, es romper las relaciones diplomáticas con Colombia.
Es cierto que ya la opinión pública se ha ido insensibilizando frente a esos gestos, porque es larga la lista de querellas presidenciales con diversos gobernantes y gobiernos del planeta. Pero esta vez puede haber ido demasiado lejos. La política exterior de Venezuela tiene que ser de Venezuela. Del Estado venezolano. De la República entera y por lo tanto atenta a los intereses perdurables del país como un todo. No de una persona, por poderosa que sea. Ni siquiera de un
partido. Mucho menos manejada por impulsos irreflexivos al calor de alguna coyuntura.
El gobierno colombiano del mismo Presidente al que alguna vez el nuestro llamó “hermano”, ha formulado señalamientos de importancia, y lo ha hecho en el seno de la OEA, donde ambos países están vinculados por tratados internacionales que dan un marco jurídico y principistas a nuestras relaciones. De esa suerte no puede salirse el gobierno de nuestro país con evasivas ni desplantes. Debe explicar, aclarar y demostrar que cuida la soberanía de nuestro territorio, primero que todo a los venezolanos, a quienes está obligado a garantizarnos seguridad y tranquilidad. Porque si bien nunca antes los reclamos oficiales del vecino tuvieron esta magnitud y formalidad, no es la primera vez que el tema emerge. Reiteradamente se han quejado de la presencia de irregulares colombianos en nuestro territorio, guerrilleros o paramilitares, habitantes de Apure, Barinas, Zulia y Táchira. También dirigentes políticos democráticos, como hace poco el propio Gobernador de este estado. Hay zonas donde
el secuestro, el cobro de vacuna que es extorsión, son el pan de cada día, y crecen las versiones del uso de suelo venezolano para el narcotráfico.
El hecho objetivo de que se trata de una administración saliente allá, y las circunstancias de la política neogranadina, deben tomarse en cuenta, pero no al punto de ignorar realidades como las referidas.
Romper relaciones con Colombia no es solución. La medida es efectista, extrema, e irresponsable por sus potenciales consecuencias sociales y económicas. El modo como se han manejado los tradicionales nexos con los vecinos ha ido reduciendo el intercambio comercial, perjudicando a miles de venezolanos y colombianos, sean empresarios, trabajadores o consumidores. Dar este paso tendrá un impacto negativo mayor, y no solo en la zona fronteriza. Eso sin contar la situación injusta para miles de familias colombo-venezolanas.
Temas tan importantes para Venezuela, no pueden manejarse con la ligereza con la que se quiere despachar el vergonzoso escándalo de los contenedores de comida podrida.
LA HISTORIA INTERMINABLE
Aparecen cien toneladas de azúcar contaminada en Lara. Las descubrieron los trabajadores del Central Pío Tamayo, en El Tocuyo, nacionalizado por el gobierno. Era azúcar comprada en la Argentina, mal almacenada. El diputado Lorenzo Monasterios del Consejo Legislativo de Lara, militante de Un Nuevo Tiempo y representante de la Mesa de la Unidad Democrática larense formuló la denuncia ante las autoridades policiales y sanitarias. En los últimos días, también hubo descubrimientos de 100 toneladas de leche y avena vencidas y de otras noventa toneladas de leche, también en Lara.
Escasea el azúcar en los mercados y abastos, y bajo responsabilidad gubernamental se pierde una cantidad como esa del alimento. Medio kilo de azúcar y medio kilo de leche para doscientos mil niños. El gobierno insiste en su libreto de la maniobra mediática.
En Anzoátegui, la Mesa de la Unidad Democrática denuncia una especie de “Ciudad Container” en el Complejo Criogénico de Pdvsa en Jose. Muestra fotografías aéreas sacadas de Internet. El gobierno prefiere no dar explicaciones.
El gobierno no se siente obligado a explicar. Solo acusa. Insulta a quien le interpela. La Asamblea considera que no hay nada que investigar. La Fiscalía se da por satisfecha con los pocos juicios que ha abierto, y prefiere ignorar la cadena de responsabilidades que han mostrado la abogado Delsa Solórzano y los diputados Juan José Molina y Pastora Medina. La Contraloría cree que ya cumplió con su deber porque hace tiempo lo dijo, pero nada hizo. Así no se gobierna un país.
¿Y LA PRODUCCIÓN NACIONAL QUÉ?
El escándalo de las toneladas de comida descompuesta bajo responsabilidad del gobierno que la compró, la almacenó y no la distribuyó, es con alimentos importados. Comprados en el exterior en nombre de la seguridad nacional y la soberanía agro-alimentaria.
Las importaciones han crecido 240.26% en estos doce años y las diversas trabas cambiarias, hasta nueve meses puede demorar una solicitud en Cadivi, afectan el 41% de la producción nacional. Aquel plan de “sustitución de importaciones”, sonoro en su momento como es del estilo gubernamental, quedó en propaganda y olvido. ¿El resultado? Más desabastecimiento y más inflación. Y una contracción económica para este año que la CEPAL estima en 3%. Más pobreza, en resumen. Somos el único país de América Latina donde retrocede la confianza de los consumidores en el desenvolvimiento económico de su país y las expectativas a corto plazo, según el Indice Global de Confianza del Consumidor, un indicador internacional respetado.
LA UNIDAD SE ENSANCHA
El miércoles 21, en Caracas, promovido por Teodoro Petkoff y Miguel Henrique Otero, se realizó un nutrido acto de sectores independientes y de la sociedad civil muy representativos, en respaldo a la Unidad. “Por el triunfo electoral” fue la consigna de la convocatoria. Intervinieron representantes del movimiento estudiantil, los trabajadores de la maltratada industria básica de Guayana y el ancho mundo de los trabajadores por cuenta propia, manipulados y al final, perjudicados por las políticas oficiales. Había empresarios, trabajadores, intelectuales, políticos, académicos. El mensaje central es que en la unidad está la fuerza.
El 10 de este mes, se constituyó en la capital el Movimiento Ciudadanos por la Unidad, coordinado por Angel Rangel, y animado por el primer actor Gustavo Rodríguez, el periodista Alonzo Moleiro, el economista Orlando Ochoa, y otras distinguidas figuras venezolanas. El evento se caracterizó por un contagioso ambiente de solidaridad y esperanza. El jueves 22, en Maracaibo, se inauguró el capítulo regional del movimiento con el nombre de Zulianos por la Unidad, en un acto muy concurrido. En esas citas, sin excepción, se expresa una venezolanidad constructiva, optimista. Ese espíritu que no se doblega. Que como en los versos del poema Invictus de Henley que dio su título a la película sobre Mandela, está consciente de que somos amos de nuestro destino, somos capitanes de nuestras almas.
ESTA SEMANA, EN LOS MEDIOS…
“LA SOBERANÍA ALIMENTARIA ENTRA POR LOS PUERTOS”
Desde1999 las importaciones han crecido a una tasa anual del 14.6% En El Nacional, miércoles 21.7.2010, p.1
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