Chávez Abarca terrorista. Será un silogismo.
Yo tenía razón. Desde que comenzó este disparate de gobierno lo dije. Este teniente coronel es comunista. Bueno comunista dentro de lo que él entiende por eso. Resentimiento social, quitarle a los demás lo que él no ha podido conseguir, patear a la gente, insultar, mandar preso a quien se le antoje, cercenar las libertades, amenazar, un solo poder, mentir, engañar, utilizar a los pobres, violar leyes, impunidad ante todo tipo de crímenes, repartir la pobreza, utilizar los símbolos religiosos en su beneficio, en fin que todo lo malo que a uno se le ocurra lo hace. Pero muchos pensaron diferente. Hasta en mi propio partido no estaban seguros de ello. Que si es de derecha, que es fascista, que es un dictador, que es militarista, que es esto y que es aquello. Parecía que tenían un cierto prurito de endilgarle lo de comunista, quizás por el miedo que se le tiene a que lo tilden a uno de derecha por ser anti comunista. Macartista pues. Pero el tiempo pasó y las cosas se están viendo más claras. Además de todo dicho que es, que también lo es, él es comunista. Y comunista de los peores, de los que ya poco existen en el mundo. De los tipo Castro.
En estos once años hemos visto como “a paso de vencedores” se nos ha venido imponiendo un régimen comunista. Todas las leyes aprobadas tienen ese corte. Todas las acciones del gobierno igual. Todas las amistades del gobierno son de ese corte o muy parecidos. Lo más reciente es el empeño gubernamental de crear el Estado comunal. Las comunas, los soviet. El Estado comunista.
Tenía razón. El mejor ataque a este régimen es tildarlo de comunista, porque eso es lo que es. Y es a donde nos quiere llevar. Por eso me complace que ahora toda la oposición, toda la disidencia, los analistas políticos, los escritores, los que se definen como izquierdistas, los nini, todo el mundo, hasta algunos chavistas, han comprendido la situación y han comenzado a llamar a este régimen y a su “comandante en jefe” como lo que es. Comunista. Pero claro, como los comunistas en este país jamás han pasado de un 1,5% de electores, y para el pueblo ser comunista no es ninguna credencial de mérito, todo lo contrario, y eso lo saben los “revolucionarios”, lo saben los cubanos de la sala situacional y se lo han hecho saber y entender al teniente coronel, había que comenzar una campaña para desmentirlo, pare encubrirlo. Ese insulto desproporcionado e impropio de un jefe de Estado hacia un alto prelado de la Iglesia Católica, hacia un venezolano ejemplar, hacia un conductor de almas, el Cardenal Urosa Sabino, en plena Asamblea Nacional, es la prueba más fehaciente de que acusó el golpe. Pegó el grito al cielo. “Yo, yo no soy comunista”. Dios me libre. Están locos. Lo que soy es un luchador social. Jamás puedo ser comunista. Yo creo en Dios, en Jesucristo, mi comandante. Que nos parecemos a Cuba, que pelados están”. Hasta la alta dirigencia comunista ha declarado que este gobierno no es comunista. Pero ya no podrán seguir engañando.
Hay que seguir metiendo el dedo en la llaga. Hay que desenmascararlos. El teniente coronel felón es comunista. Su gobierno es comunista. Sus ministros son comunistas. Los jefes del PSUV son comunistas. Lo militares que dicen “patria, socialismo o muerte” son comunistas. Los curas, los pocos curas, que están con el proceso son comunistas. Los Tupamaros, los de la Piedrita, los linarones, son comunistas. Los castros, los ortegas, los evos, los correas, son comunistas. Unos por convicción otros con conveniencias, pero le hacen el juego. Hay que hacer llegar a todos los rincones del país, a todos los venezolanos, la verdad verdadera: ESTE GOBIERNO ES COMUNISTA. Esta debe ser la principal consigna de la campaña electoral que se avecina. Hay que abrirle los ojos al pueblo. A aquellos que sufren, que padecen pero que todavía creen en “mi comandante”. Hay que hacerlos entender que no se puede votar por comunistas para la constitución de la nueva Asamblea Nacional. Tenemos que tener una Asamblea Nacional democrática. Hay que hacerles entender que el comunismo es contradictorio con democracia. Comunismo no es Democracia. El comunismo proscribe la Democracia. En comunismo no hay libertades, no hay propiedad privada, no hay derechos, no hay individuos, no hay religión. En comunismo hay miseria, muerte, sumisión, cárceles, exilio, atraso, hambre. Comunistas nunca, venezolanos siempre. Y el 26 de septiembre, en las urnas electorales, fuera los comunistas.
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