Acabo de recibir el informe sobre la situación económica y social del país, con datos y cifras que causan verdadera consternación y ponen de manifiesto la responsabilidad criminal de la administració n de Chávez.
El informe es de enero de 2010 y creo útil hacerlo accesible a las personas de habla hispana, con un par de datos complementarios tomados de “Venezuela hoy” del 15 de enero de 2010.
Actualmente no se puede encontrar en Venezuela azúcar, leche, harina, bombonas de gas (a pesar de que el país cuenta con enormes reservas de gas (!); el agua y la electricidad están racionados. A consecuencia de la reciente devaluación de la moneda nacional (el bolívar fuerte) en un 100 %, los precios de todos los productos han aumentado vertiginosamente.
Miles de jóvenes venezolanos (economistas, ingenieros, médicos, especialistas en informática, empresarios) han abandonado el país. Huyen de la creciente inseguridad, de la represión de la iniciativa privada y de la mala remuneración.
Las industrias de materias primas ya en manos del Estado o que se acaban de socializar son ineficientes y trabajan con grandes pérdidas; otras han tenido que paralizar parcialmente la producción. El perjuicio para la situación laboral y para la producción nacional es enorme.
La fuente principal del ingreso de divisas del país, la industria petrolera, se halla en una situación deplorable: la producción ha disminuido; no existen inversiones de mantenimiento o nuevas inversiones. En los once años de Gobierno de Chávez no se ha instalado ninguna nueva planta de producción. El personal capacitado profesionalmente fue sustituido por personas políticamente confiables.
Según datos publicados por la OPEC, Venezuela produce actualmente sólo 2, 271 millones de Bpd de aceite crudo. El gobierno asegura que la producción es de 2, 5 millones de Bpd. En los últimos diez años la producción petrolera ha disminuido en más 1, 5 millones de barriles. El 85 % de de las exportaciones es adquirido por los Estados Unidos, su enemigo capital.
El 95 % del ingreso en dólares por las exportaciones en el pasado año correspondió al petróleo y productos derivados. Venezuela depende más que nunca de las exportaciones de petróleo.
El parque industrial del país ha disminuido radicalmente. El número de empresas industriales se ha reducido casi a la mitad debido al control e intervención del gobierno y a una política monetaria que sobrevalúa permanentemente la moneda nacional, lo que privilegia las importaciones en perjuicio de la producción nacional.
La nación pasa por una crisis energética de gran calado. La falta de inversiones de mantenimiento y de ampliación de la producción, la ausencia de técnicos, la politización de los trabajos y proyectos, y el constante derroche de los recursos han determinado el derrumbe del suministro de energía, a pesar de que Venezuela cuenta con un potencial de reservas verdaderamente fabuloso. Para Chávez, la explicación es sencilla: la culpa la tiene la “cuarta república” y el fenómeno natural de “El Niño”.
Los continuos cortes de energía eléctrica mantienen en oscuridad hasta a un 60 % del país y afectan seriamente el funcionamiento del metro, de las fábricas, de los comercios públicos, de las instituciones de enseñanza, hospitales, alumbrado público, etc. En lugar de construir en Venezuela plantas hidroeléctricas y termoeléctricas, Chávez se preocupa de donar a Bolivia 80 millones de dólares y a Nicaragua 250 millones de dólares para cubrir sus necesidades energéticas.
La administració n pública de Venezuela contaba en 1999 -fecha en que se inicia el gobierno de Chávez- con un millón de empleados. Hoy su número ha ascendido a 2, 3 millones de empleados públicos. En el año 2002 la industria petrolera estatal ocupaba a 45. 000 personas; hoy son más de 100. 000, la mitad de ellos sin una función determinada. 2200 miembros de las fuerzas armadas, en situación de retiro o en activo, trabajan en la administració n pública.
En 1999, la deuda pública de Venezuela (incluida la de la PDVSA) ascendía a 32, 5 mil millones de dólares americanos. Hoy su monto es de más de 95 mil millones de dólares.
Chávez ha gastado alrededor de 8 mil millones de dólares en la adquisición de armas y sistemas de armas. Pagó 12 mil millones por la expropiación de empresas privadas que, al poco tiempo, trabajaban con cifras rojas. Los regalos y otros pagos semejantes al extranjero se mueven entre los 60 y 80 mil millones de dólares. En su conjunto, en los once años de poder, el gobierno revolucionario ha “invertido”, en el interior y en el exterior, aproximadamente un billón de dólares.
La moneda venezolana, el “bolívar fuerte”, ha perdido desde su introducción el 1 de enero de 2008 el 55 % de su poder adquisitivo. Venezuela registró en 2009 una inflación del 25, 1 %. La mayor en Hispanoamérica. En el 2010, como consecuencia de la última devaluación (la cuarta) hay que contar con una inflación anual que oscilará entre el 50 y el 60 por ciento. Desde que Chávez subió al poder, la pérdida del poder adquisitivo de la moneda (cuota de inflación acumulada) asciende a un 733 %.
Los órganos gubernamentales expropiaron u ocuparon 600 centros de producción agraria (2, 5 millones de hectáreas). Desde entonces la producción agrícola ha menguado tanto que Venezuela depende cada vez en mayor medida de la importación de alimentos. Venezuela era un país que exportaba azúcar. Hoy tiene que importar 500. 000 toneladas del Brasil. En el año 2008 Venezuela importaba sólo el 1 % del consumo total de carne de vaca; hoy tiene que importar aproximadamente la mitad de lo que consume.
El producto interior bruto se redujo en el 2009 en un 2, 9 %. Para el primer trimestre de 2010 se calcula una disminución del 4 al 6%.
En 1998 murieron en Venezuela a consecuencia de la violencia criminal 4500 personas. En el año 2009 esta cifra saltó a 19. 400. Cada fin de semana mueren 300 personas, víctimas de la violencia. En total, a lo largo del gobierno de Chávez, perecieron por esta razón 150. 000 seres humanos. En el 2008 se produjeron 5000 secuestros. El 97 % de los crímenes que tienen lugar en el país quedan impunes.
Las prisiones del país tienen capacidad para acoger a 12. 000 personas; actualmente cobijan a 32. 500 personas.
En el 2008 el gobierno construyó 23. 223 viviendas sociales. En la primera mitad del 2009 su número fue de 12. 000. El número de los que buscan vivienda asciende a 2, 5 millones.
Aproximadamente un millón de venezolanos padecen la enfermedad infecciosa chagas, la enfermedad que acompaña a la pobreza.
Aproximadamente un millón de venezolanos padecen la enfermedad infecciosa chagas, la enfermedad que acompaña a la pobreza.
Cuatro millones de niños no acuden a la escuela. El 70 % de los que reciben formación escolar primaria no siguen los estudios secundarios.
El gobierno controla un imperio de comunicación de 731 estaciones de radio y televisión, y periódicos. Los medios de comunicación independientes están sujetos a constante persecución o simplemente se los clausura.
En resumen: Venezuela atraviesa por una situación socio-económica de suma gravedad que se refleja en la inseguridad, la extrema violencia y criminalidad, la pobreza, el desempleo y la destrucción de aparato productivo. A ello hay que sumar ahora la crisis bancaria y financiera.
Autor: J. L.Decamilli,
Comunidad Internacional de Trabajo “Libertad y Democracia”, Berlín
Alvaro Albornoz
dr.alvaroalbornoz@gmail.com
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