A mis amigos foristas cualquiera que sea su bandería política
1) A mi me resulta asombroso que ya se hable de la guerra con Colombia como una posibilidad y sin embargo en la gestión del presidente Chávez eso ha ocurrido cuando menos dos veces. Venezuela y Colombia, con la extensa frontera que los une, están obligados a entenderse a llevarse bien, no importa la distancia que separe a sus gobiernos. Lo otro, la guerra, solo cabe en cabezas desquiciadas. Todavía me asombra más que esa palabreja, esa eventualidad, se haya banalizado, como el mal de Hanna Arendt. La banalidad del mal, la banalidad de la guerra.
2) Durante el régimen belicoso de Cipriano Castro se produjeron los últimos conflictos armados con Colombia, entonces gobernada por el presidente gramático Marroquín. Los colombianos invadieron a Venezuela por el Táchira con un ejercito comandado por un venezolano, el general Rangel Garbiras, que fue derrotado por los soldados de Castro, quien invadió a Colombia en varias ocasiones poniendo las tropas de aquí bajo el mando del trágico general colombiano Uribe Uribe (abuelo del actual presidente Uribe) pero muy compañero liberal de Castro y de Alfaro Ucero. La tropilla venezolana que entro por el norte fue destrozada en Curazua, no muy lejos de Rio Hacha. Desde entonces el lenguaraz y bolivariano de aquí no volvió a meterse con el hermano país
3) Ha habido discusiones y diferendos con Colombia. Generalmente los problemas fronterizos se resolvieron contra el interés de Venezuela, razón por la cual nuestro país ha sido extremadamente sensible en sus asuntos de límites. Sensible pero sin dejar de negociar para que no hablaran los fusiles.... Hasta que caímos en el actual gobierno del presidente Chávez que ha sido irresponsable en la defensa de la posición venezolana tanto en lo relacionado con el Golfo como en lo concerniente al Esequivo. Todavía esta fresca la tinta de la reciente hipótesis de acuerdo con Colombia que abandono por completo la tesis tradicional venezolana y fue mucho peor que la hipótesis de Caraballeda, rechazada sin atenuantes por Venezuela. Y por el lado de Guyana despunta la poco patriótica tolerancia de nuestro gobierno al permitir inversiones extranjeras en ese territorio, rompiendo también la firme posición venezolana.
4) Y lo gracioso si no fuera trágico, es que ese gobierno tan débil en la defensa de los intereses venezolanos en el área diplomática, tiene la palabra "guerra" en la boca, sin imaginar las consecuencias que se producirán. Ya por quítame estas pajas ordeno la movilización de unos 10 batallones a la frontera en solidaridad con Ecuador, que se limito a roncar pero prudentemente no movilizo tropas. ¡El supuestamente agredido se mantuvo dentro de la retorica diplomática y el en modo alguno agredido, soltó sus soldados por solidaridad! Por cierto, los batallones hicieron una especie de huelga tipo morrocoy porque no llegaron a la frontera y algunos blindados parece que lo hicieron montados en gandolas especiales. Y ese incidente es muy revelador de que los militares venezolanos en general no quieren guerra, no necesitan guerra y tal vez no estén preparados para afrontarla... pero su comandante en jefe no duerme pensando en repetir su propia gesta de liberación. Bolívar, Bolivar ¡cuantos crímenes se han cometido en tu nombre!
5) Ni los acuerdos militares colombo-estadounidenses, ni las revelaciones sobre la ayuda de Venezuela a las FARC justifican que este o aquel país vayan a la guerra. Los demás países de UNA SUR no avalaron ni siquiera una condena a Colombia en la cumbre de Quito, ni se salieron de la tesis de que ese era un asunto interno, no importa lo que podamos pensar al respecto (a mi no me gusta la presencia de soldados extranjeros en nuestros países, sean gringos o cubanos) Vale decir, nadie sino Chávez y sus seguidores creen que las bases gringas representen una amenaza inminente para otros, caso en el cual dejaría de ser asunto privativo de Colombia. Pero eso no fue compartido por la mayoría, por algo será.
6) ¿Por que Chávez banaliza la guerra? ¿Por que juega con ella? Es un soldado, se me responderá, pero este es un argumento no valido porque la mayoría de nuestros soldados y los de Latinoamérica son amigos de la paz y defienden la supremacía civil, por no decir en todos los Estados de Derecho del universo. Por eso es inevitable preguntarse si esta guerra contra Colombia, no pretende remover recónditas rivalidades y antiguas quejas para recomponer su debilitado liderazgo interno en momentos en que el país en gran mayoría se manifiesta en contra de sus políticas (pensemos en Keller, IVAD y Consultores 21) y pone en riesgo su control sobre la Asamblea Nacional y el poder municipal en fecha tan cercana como 2010.
7) Es verdad, fiel al precepto militar de que la mejor defensa es el ataque, el hombre esta intensificando el carácter represivo y autocrático de su sedicente revolución y en este cuadro nada vendría mejor que un conflicto extranjero, susceptible de levantar la fibra nacionalista a favor del comandante y en contra de los traidores a la patria. Pero si este es el propósito, pareciera que la premisa no va a funcionar porque nadie quiere el conflicto internacional, muy pocos aceptarían los motivos para desatarlo y cuidado si nuestros militares no repiten su huelga de brazos caídos. Cuidado. Colombia ha entrenado sus militares en una guerra encarnizada de diez lustros, se ha reforzado y el Plan Colombia le ha proporcionado un coeficiente técnico probablemente superior al nuestro. Cuidado pues, no salgamos malparados como el desdichado Cipriano Castro después de la humillación de Curazua.
1) A mi me resulta asombroso que ya se hable de la guerra con Colombia como una posibilidad y sin embargo en la gestión del presidente Chávez eso ha ocurrido cuando menos dos veces. Venezuela y Colombia, con la extensa frontera que los une, están obligados a entenderse a llevarse bien, no importa la distancia que separe a sus gobiernos. Lo otro, la guerra, solo cabe en cabezas desquiciadas. Todavía me asombra más que esa palabreja, esa eventualidad, se haya banalizado, como el mal de Hanna Arendt. La banalidad del mal, la banalidad de la guerra.
2) Durante el régimen belicoso de Cipriano Castro se produjeron los últimos conflictos armados con Colombia, entonces gobernada por el presidente gramático Marroquín. Los colombianos invadieron a Venezuela por el Táchira con un ejercito comandado por un venezolano, el general Rangel Garbiras, que fue derrotado por los soldados de Castro, quien invadió a Colombia en varias ocasiones poniendo las tropas de aquí bajo el mando del trágico general colombiano Uribe Uribe (abuelo del actual presidente Uribe) pero muy compañero liberal de Castro y de Alfaro Ucero. La tropilla venezolana que entro por el norte fue destrozada en Curazua, no muy lejos de Rio Hacha. Desde entonces el lenguaraz y bolivariano de aquí no volvió a meterse con el hermano país
3) Ha habido discusiones y diferendos con Colombia. Generalmente los problemas fronterizos se resolvieron contra el interés de Venezuela, razón por la cual nuestro país ha sido extremadamente sensible en sus asuntos de límites. Sensible pero sin dejar de negociar para que no hablaran los fusiles.... Hasta que caímos en el actual gobierno del presidente Chávez que ha sido irresponsable en la defensa de la posición venezolana tanto en lo relacionado con el Golfo como en lo concerniente al Esequivo. Todavía esta fresca la tinta de la reciente hipótesis de acuerdo con Colombia que abandono por completo la tesis tradicional venezolana y fue mucho peor que la hipótesis de Caraballeda, rechazada sin atenuantes por Venezuela. Y por el lado de Guyana despunta la poco patriótica tolerancia de nuestro gobierno al permitir inversiones extranjeras en ese territorio, rompiendo también la firme posición venezolana.
4) Y lo gracioso si no fuera trágico, es que ese gobierno tan débil en la defensa de los intereses venezolanos en el área diplomática, tiene la palabra "guerra" en la boca, sin imaginar las consecuencias que se producirán. Ya por quítame estas pajas ordeno la movilización de unos 10 batallones a la frontera en solidaridad con Ecuador, que se limito a roncar pero prudentemente no movilizo tropas. ¡El supuestamente agredido se mantuvo dentro de la retorica diplomática y el en modo alguno agredido, soltó sus soldados por solidaridad! Por cierto, los batallones hicieron una especie de huelga tipo morrocoy porque no llegaron a la frontera y algunos blindados parece que lo hicieron montados en gandolas especiales. Y ese incidente es muy revelador de que los militares venezolanos en general no quieren guerra, no necesitan guerra y tal vez no estén preparados para afrontarla... pero su comandante en jefe no duerme pensando en repetir su propia gesta de liberación. Bolívar, Bolivar ¡cuantos crímenes se han cometido en tu nombre!
5) Ni los acuerdos militares colombo-estadounidenses, ni las revelaciones sobre la ayuda de Venezuela a las FARC justifican que este o aquel país vayan a la guerra. Los demás países de UNA SUR no avalaron ni siquiera una condena a Colombia en la cumbre de Quito, ni se salieron de la tesis de que ese era un asunto interno, no importa lo que podamos pensar al respecto (a mi no me gusta la presencia de soldados extranjeros en nuestros países, sean gringos o cubanos) Vale decir, nadie sino Chávez y sus seguidores creen que las bases gringas representen una amenaza inminente para otros, caso en el cual dejaría de ser asunto privativo de Colombia. Pero eso no fue compartido por la mayoría, por algo será.
6) ¿Por que Chávez banaliza la guerra? ¿Por que juega con ella? Es un soldado, se me responderá, pero este es un argumento no valido porque la mayoría de nuestros soldados y los de Latinoamérica son amigos de la paz y defienden la supremacía civil, por no decir en todos los Estados de Derecho del universo. Por eso es inevitable preguntarse si esta guerra contra Colombia, no pretende remover recónditas rivalidades y antiguas quejas para recomponer su debilitado liderazgo interno en momentos en que el país en gran mayoría se manifiesta en contra de sus políticas (pensemos en Keller, IVAD y Consultores 21) y pone en riesgo su control sobre la Asamblea Nacional y el poder municipal en fecha tan cercana como 2010.
7) Es verdad, fiel al precepto militar de que la mejor defensa es el ataque, el hombre esta intensificando el carácter represivo y autocrático de su sedicente revolución y en este cuadro nada vendría mejor que un conflicto extranjero, susceptible de levantar la fibra nacionalista a favor del comandante y en contra de los traidores a la patria. Pero si este es el propósito, pareciera que la premisa no va a funcionar porque nadie quiere el conflicto internacional, muy pocos aceptarían los motivos para desatarlo y cuidado si nuestros militares no repiten su huelga de brazos caídos. Cuidado. Colombia ha entrenado sus militares en una guerra encarnizada de diez lustros, se ha reforzado y el Plan Colombia le ha proporcionado un coeficiente técnico probablemente superior al nuestro. Cuidado pues, no salgamos malparados como el desdichado Cipriano Castro después de la humillación de Curazua.
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