*ANDRÉS OPPENHEIMER: “EL APOYO DE CHÁVEZ Y CORREA A LAS FARC“
Publicado el domingo 18 de mayo del 2008
El presidente de Venezuela Hugo Chávez y su colega de Ecuador, Rafael Correa, podrán gritar todo lo que quieran, pero lo cierto es que han sido atrapados in fraganti apoyando a un grupo terrorista que está tratando de derrocar al gobierno democráticamente electo de Colombia.
Publicado el domingo 18 de mayo del 2008
El presidente de Venezuela Hugo Chávez y su colega de Ecuador, Rafael Correa, podrán gritar todo lo que quieran, pero lo cierto es que han sido atrapados in fraganti apoyando a un grupo terrorista que está tratando de derrocar al gobierno democráticamente electo de Colombia.
La semana pasada, después de que Interpol --la organización policial internacional más grande del mundo-- hizo público su informe certificando la autenticidad de 37,872 archivos de computadora de la guerrilla colombiana FARC que contienen cientos de referencias al activo apoyo de Venezuela y Ecuador al grupo armado rebelde, Chávez y Correa reaccionaron --como lo hacen siempre-- con insultos.
Al igual que hace unos meses, cuando una delegación oficial venezolana fue encontrada tratando de ingresar $800,000 en efectivo en Argentina para sus aliados políticos de ese país, Chávez alega ahora que la investigación de la Interpol sobre las computadoras encontradas por el ejército colombiano en su ataque del 1 de marzo a un campamento de las FARC en Ecuador es ''una payasada'' del ''imperio'', y describió al Secretario General de Interpol Ronald K. Noble como ''un mafioso'' y ''un vagabundo''. El descargo de Correa fue de virulencia similar.
Esta vez, sin embargo, les resultará difícil hasta a los mas crédulos simpatizantes de Chávez y Correa tomar en serio estos juegos de pirotecnia verbal.
La investigación realizada por la sede central de Interpol en Lyon, Francia, incluyó a 64 funcionarios policiales de 15 países, encabezados por expertos mundiales en computación de Singapur y Australia, que fueron escogidos independientemente por las jefaturas de policía de sus países. En total, el equipo en pleno de Interpol dedicó 5,000 horas examinando las computadoras.
Y el informe final de Interpol no sólo concluyó que Colombia no manipuló el contenido de las computadoras, como aducen Chávez y Correa, sino que también certificaron que pertenecían a Raul Reyes, el segundo líder de la FARC, que resultó muerto durante al ataque del ejercito colombiano.
Las laptop de las FARC son uno de los tesoros de inteligencia más importantes de toda la historia de la lucha antiguerrillera en la región, dicen expertos en seguridad. Los documentos ya han permitido el secuestro de $480,000 de fondos de la FARC en Costa Rica, y de 30 kilos de uranio no enriquecido de las FARC en las afueras de Bogotá.
Entre cientos de revelaciones, los archivos contienen 8 referencias a $300 millones de ayuda que Chávez le había prometido a las FARC. Otros documentos aluden a una contribución de $100,000 de las FARC a la campaña presidencial de Correa en el 2006.
La certificación de la autenticidad de los documentos plantea varias preguntas espinosas.
Primera pregunta: los países latinoamericanos que correctamente invocaron los tratados de no intervención de la Organización de Estados Americanos para rechazar la incursión militar colombiana en Ecuador, ¿invocarán ahora los igualmente explícitos tratados antiterrorismo de la OEA, que prohíben a los países ayudar a grupos armados rebeldes? ¿Condenarán a Venezuela y Ecuador, o se harán los distraídos, temerosos de perder los miles de millones de dólares que reciben en petróleo y ayuda política por parte de Venezuela?
Primera pregunta: los países latinoamericanos que correctamente invocaron los tratados de no intervención de la Organización de Estados Americanos para rechazar la incursión militar colombiana en Ecuador, ¿invocarán ahora los igualmente explícitos tratados antiterrorismo de la OEA, que prohíben a los países ayudar a grupos armados rebeldes? ¿Condenarán a Venezuela y Ecuador, o se harán los distraídos, temerosos de perder los miles de millones de dólares que reciben en petróleo y ayuda política por parte de Venezuela?
Segunda pregunta: ¿Chávez y Correa les pedirán disculpas a los países de la región, tal como lo hizo el presidente colombiano Alvaro Uribe el 18 de marzo en la reunión de la OEA en que se debatió el ataque colombiano al campamento de las FARC en Ecuador?
Tercera pregunta: ¿la OEA convocará a una asamblea general, invocando la Convención Interamericana contra el Terrorismo del 2002, que prohíbe a los países miembros dar refugio o dinero a grupos terroristas? ¿Y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas invocará sus resoluciones 1373 y 1566, que establecen exactamente lo mismo, para condenar a Chávez y Correa?
Cuarta pregunta: ¿el presidente brasilero Luiz Inácio Lula da Silva se retractará de su declaración de la semana pasada en la que afirmaba que Chávez es ``el mejor presidente que ha tenido Venezuela en los últimos 100 años? ¿O cree que apoyar a un grupo terrorista que mantiene secuestrados a más de 700 rehenes y que mató a 36 civiles que asistían a una boda en el Club El Nogal de Bogotá es ser un buen presidente?
Mi opinión: para que quede claro, no estoy de acuerdo con la propuesta de algunos legisladores republicanos de Estados Unidos de que Washington ponga a Venezuela en su lista de países terroristas e imponga sanciones a ese país. Eso sólo le daría a Chávez argumentos para mostrarse como una víctima del ``imperio''.
Pero la comunidad internacional --incluyendo quienes criticamos al presidente Bush por ignorar a la ONU cuando decidió invadir Irak - debe reaccionar rápidamente. De otra manera, no tiene ningún sentido que sigan existiendo la OEA, la ONU ni ninguna de las convenciones internacionales que los países han firmando con gran solemnidad.