*GONZALO VILLAMIZAR A ESCRIBIÓ: "PRÓXIMO GOBIERNO”
Caracas, 05 de agosto de 2008
Algunos analistas presagian anarquía al caer Chávez y manifiestan inquietud por la inexistencia de programa de gobierno para sustituirlo, siendo que tal programa está a la vista de todos: reconstruir la casa que Chávez derribó, es decir, la República, de nuevo con los tres poderes independientes uno de otro, recoger los escombros poniendo presos a quienes deben responder por ese derrumbe y los 700.000 millones de dólares que dispendiaron, donde figuran funcionarios, fiscales, jueces, militares corruptos, magistrados, directivos del CNE, testaferros y vividores.
Llegaremos por dos caminos: mediante el voto, 23 de Noviembre y nueva Asamblea Nacional, o un imponderable porque Chávez está en la edad de mayor riesgo coronario, vive un desenfreno que puede llevarlo a un infarto fulminante, todo podría precipitarse.
Restablecido el imperio de la ley y la confianza en el país, éste se inundará de inversionistas para empresas de todo tipo, regreso de los agricultores a sacudirnos la esclavitud alimentaria del extranjero, volver a la antigua PDVSA trayendo los exiliados, pleno empleo con índices cercanos a cero, lo mismo en inflación, construcción de los dos millones de viviendas que Chávez no pudo, la red de 3.000 ambulatorios y hospitales, millares de escuelas y vías de comunicación, asegurar la autonomía universitaria, de la educación en general y acabar con bachilleres de seis meses y médicos de tres años rescatando la autoridad académica, devolver la dignidad a las fuerzas armadas para defender la soberanía nacional y la democracia como herederas del ejército libertador, santa paz en la Iglesia, reingreso de Venezuela a la comunidad internacional como vitrina de la democracia.
Demostrarle al mundo que fuimos capaces de abatir al Frankenstein llamado socialismo siglo XXI. Inmensa tarea de gobierno. Llegado ese glorioso día, iremos todos a fumigar el Teresa Carreño y en el Panteón Nacional ofrendar el desagravio al Libertador por los vejámenes del régimen chavista.
La lección aprendida en esta nefasta década es la mejor garantía de obligada rectitud del próximo gobierno. Pasarán cien años para otro aventurero, o mejor, el país con esta desventura ya maduró para siempre.
Caracas, 05 de agosto de 2008
Algunos analistas presagian anarquía al caer Chávez y manifiestan inquietud por la inexistencia de programa de gobierno para sustituirlo, siendo que tal programa está a la vista de todos: reconstruir la casa que Chávez derribó, es decir, la República, de nuevo con los tres poderes independientes uno de otro, recoger los escombros poniendo presos a quienes deben responder por ese derrumbe y los 700.000 millones de dólares que dispendiaron, donde figuran funcionarios, fiscales, jueces, militares corruptos, magistrados, directivos del CNE, testaferros y vividores.
Llegaremos por dos caminos: mediante el voto, 23 de Noviembre y nueva Asamblea Nacional, o un imponderable porque Chávez está en la edad de mayor riesgo coronario, vive un desenfreno que puede llevarlo a un infarto fulminante, todo podría precipitarse.
Restablecido el imperio de la ley y la confianza en el país, éste se inundará de inversionistas para empresas de todo tipo, regreso de los agricultores a sacudirnos la esclavitud alimentaria del extranjero, volver a la antigua PDVSA trayendo los exiliados, pleno empleo con índices cercanos a cero, lo mismo en inflación, construcción de los dos millones de viviendas que Chávez no pudo, la red de 3.000 ambulatorios y hospitales, millares de escuelas y vías de comunicación, asegurar la autonomía universitaria, de la educación en general y acabar con bachilleres de seis meses y médicos de tres años rescatando la autoridad académica, devolver la dignidad a las fuerzas armadas para defender la soberanía nacional y la democracia como herederas del ejército libertador, santa paz en la Iglesia, reingreso de Venezuela a la comunidad internacional como vitrina de la democracia.
Demostrarle al mundo que fuimos capaces de abatir al Frankenstein llamado socialismo siglo XXI. Inmensa tarea de gobierno. Llegado ese glorioso día, iremos todos a fumigar el Teresa Carreño y en el Panteón Nacional ofrendar el desagravio al Libertador por los vejámenes del régimen chavista.
La lección aprendida en esta nefasta década es la mejor garantía de obligada rectitud del próximo gobierno. Pasarán cien años para otro aventurero, o mejor, el país con esta desventura ya maduró para siempre.
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