*ENTREVISTA A CLAUDIO FERMÍN: “PUEDO SER EL CANDIDATO DE LA NUEVA MAYORÍA”
A los demás candidatos capitalinos el ex alcalde de Caracas les recomienda leer bien la realidad, ésa misma que -asegura- está mostrando la existencia de una nueva gran mayoría: los independientes. Justo por eso afirma que ganará el municipio Libertador, pues se atribuye el apoyo de movimientos de variada procedencia, incluyendo “batallones” del Psuv
JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
CARACAS.- De entrada, un afiche de alta factura, que enaltece su rostro con sonrisa de tiempos mejores, reza: “Caracas no está sola”.
Y él se esmera en demostrar que está más acompañado que la misma capital. Varias organizaciones políticas -incluyendo la que apoyó al Conde del Guácharo en las elecciones del 2006-; movimientos vecinales, partidos tradicionales e irreconciliables -como su exAD de siempre y hasta parte del Psuv- , innumerables sindicatos, y hasta el mismo MAS que apoyó a Rafael Caldera y a Hugo Chávez, le han ofrecido su respaldo para optar por la Alcaldía del municipio Libertador.
En esta oportunidad, el exalcalde de Caracas y ex -candidato presidencial en dos oportunidades, Claudio Fermín, no sólo quiere lograr el consenso que consolide la atribulada unidad opositora; asegura que está conformando una simbiosis de antichavistas y no chavistas que, en número de “miles”, lo apoyan en la gesta. “Más allá de la unidad quiero la integración de todos los sectores políticos”.
Para llegar a la meta, lleva algo más de dos meses en campaña, y se siente afortunado por reunir el agua y el aceite de la política venezolana. Resuelto en su hablar, “autónomo de criterio como siempre”, afina su propio mecanismo de selección.
Cortando camino
-La tendencia imperativa de la oposición apunta a las encuestas como método para lograr el candidato único en cada espacio. Al parecer ese no es su caso; su candidatura deviene de acuerdos entre partidos ¿No cree en estas mediciones?
-El método ideal para escoger entre varios precandidatos son las elecciones primarias. Pero en estos momentos las elecciones primarias tienen una dificultad: las diferentes opciones políticas de oposición, que son muchas, no tiene un registro de electores, mientras que los independientes, que son mayoría, tampoco están registrados. Así no sería viable hacer unas elecciones primarias. Lo mejor son las encuestas; yo creo en ellas. En mayo, cuando los candidatos Carlos Melo, Stalin González, Andrés Bello y 18 aspirantes más tenían seis meses en campaña, muchos líderes se preocuparon porque, entre todos, no llegaban a diez puntos de preferencia. Estos resultados dramáticos nos llevarían a perder las elecciones; entonces recurrimos a una salida de peso específico. Durante la primera quincena de mayo comenzaron a buscarme dirigentes de diferentes parroquias y organizaciones políticas, y me expresaron que no tenía sentido que, para la alcaldía metropolitana Leopoldo López y Antonio Ledezma aglutinaran más del 60% de los votos, mientras que en el Municipio Libertador, que es el 70% de los votos de la alcaldía metropolitana, sus precandidatos no llegaban ni al 10%. Como precandidato de la unidad espero los resultados de las encuestas, que no se han hecho desde el mes de mayo.
-¿Y cuándo se harán para, como usted dice, validar su apreciación?
-Lamentablemente eso está cerrado; en Caracas o la zona metropolitana hay muchísimos inhabilitados, lo cual incide mucho en la opinión pública y en la efectiva realización de las encuestas. Esto ha retrasado su aplicación. De haber un método adicional tendría que ser la observación de cómo van las tendencias. En ocho meses de campaña, Melo tiene el apoyo de su partido Copei, así como Andrés Bello de PJ, y Stalin González del suyo, y todos, con mucha franqueza y entusiasmo han venido planteando la unidad, pero es curioso que en ocho meses de prédica no han logrado sumar algo más.
En nueve semanas que llevo en campaña he logrado el apoyo del Movimiento Republicano, de Confevecinos, de Piensa en Democracia, de Piedra, el que respaldó a Benjamín Rauseo; de la Federación Unificada de Trabajadores, que agrupa a más de 60 sindicatos en la capital; de URD, del MAS y de AD, en donde siempre milité, y espero que se agreguen otros movimientos. Entonces yo, como independiente, invito a los demás candidatos a hacer una lectura apropiada de la realidad.
-¿Eso le garantiza que ganará en futuras encuestas?
-Lo que hago es observar las tendencias y los apoyos reales; cuando salgan las encuestas les haré caso pues soy sociólogo de profesión.
-En caso de perder en las encuestas,¿apoyará al candidato ganador?
-Esa pregunta tendrías que hacerla a los precandidatos que sólo cuentan con el apoyo de su partido. En el actual clima político todo apunta a mi candidatura. No veo sino apoyo y crecimiento para la opción que represento.
-¿Será fácil vencer al oficialismo?
-Los chavistas están muy decepcionados. Leonardo Maita, uno de los precandidatos que compitió con Dugarte y Jorge Rodríguez, hoy respalda mi candidatura. En todas las barriadas hay batallones de chavistas, miles y miles de ellos, respaldando mi candidatura; están frustrados de este pésimo gobierno. Incluso, dirigentes del Psuv me han manifestado respaldo, dado mi discurso positivo y sin odios.
-Muchos dirían que lo suyo es una utopía…
-Yo no sólo estoy planteando la unidad dentro de la oposición y la población descontenta sino la integración, ya que no puede existir una alcaldía que esté al servicio de un solo grupito. Y le he dicho a todos los amigos chavistas que trabajan en la municipalidad que no tienen que temer. Yo represento la antítesis de la visión antidemocrática, dogmática y primitiva que excluye a los que disientan de uno, como las listas de Russián y Tascón o la esquina caliente. Mi candidatura produce elementos unitarios.
-¿Si el discurso chavista se basa en la exclusión de todo lo que suena a la llamada cuarta república, que usted coprotagonizó, cómo podría recibir tanto apoyo?
-No comparto esa clasificación de la cuarta república. Aspiro que todos los sectores sociales recuperemos la ciudad desde la alcaldía. Mi idea de unidad no es un oportunismo.
-¿Ha tenido contactos con Melo, Bello o Stalin?
-No he conversado con ellos sobre la materia; comprendo el aspecto humano: son luchadores que han venido trabajando muy duro contra las arbitrariedades del gobierno. Comprendo que mi aparición podría crear distorsión y desestabilización, y hasta alguno de ellos podría pensar que el adversario soy yo y no Jorge Rodríguez y Chávez.
-¿Y cómo percibe a su contendor, Jorge Rodríguez?
-Ni lo conozco ni nunca lo he visto. Él es un forastero en Caracas. Sólo conozco sus luchas a favor del chavismo desde el Consejo Nacional Electoral, la vicepresidencia o el Psuv; no he visto ninguna ejecutoria suya por Caracas.
-¿Usted niega la supuesta supremacía del Psuv?
-El Psuv ha sido un intento, y no sé si lo han logrado, de superar las limitaciones y carencias de Quinta República, que fracasó porque se movía a punta de gritos y reales.
-De ganar ¿incluiría elementos del chavismo en su gabinete?
-A nadie le preguntaré de qué partido es. Buscaré los talentos en donde quiera que estén. Y tengo unos buenos años recibiendo críticas por defender estos puntos de vista de toda la vida.
-¿Y si pierde, trabajaría con el oficialismo?
-Tengo nueve años siendo crítico de esta administración y nunca he hablado con el presidente Chávez, pero también critiqué el paro petrolero, la Plaza Altamira, la abstención y las candidaturas de Arias Cárdenas y Alfredo Peña. Mantengo mi autonomía de criterios.
-¿Cómo percibe el proceso unitario nacional?
-Bien, creciendo, aunque para muchos medios sea más noticia los enfrentamientos por obtener las alcaldías que los acuerdos logrados. En el balance se están dando muchos acuerdos, pero el proceso unitario aún está a medio camino… soy optimista.
“Yo sí dejé una obra”
Pompeyo Márquez fue Ministro de Estado para Asuntos Fronterizos entre 1994 y 1999, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera.
Con un entusiasmo inextinguible afirma: “Yo sí dejé una obra, una política en las fronteras venezolanas para que fueran zonas de paz e integración. Esa obra, que empezaba por señalar que en la frontera comenzaba la patria, ha sido desbaratada por el actual gobierno. Hoy, ante la más reciente reunión entre el presidente venezolano Hugo Chávez y su homólogo colombiano Álvaro Uribe, lo que se plantea es volver a esos mecanismos que yo establecí, a concebir las fronteras no sólo desde el punto de vista militar sino también de programas culturales, viales, económicos y sociales”.
“Finalmente”, el experimentado dirigente sintetiza “la tendencia actual está orientada hacia el logro de acuerdos y acabar con la división de los venezolanos. Por ello lo resumo así: reconciliación, reconstruir al país y sus instituciones, administrar con control la enormidad de recursos de que hoy se dispone en Venezuela y buscar salidas pacíficas con justicia social”.
Toma y dame
-¿Estuvo en la reserva en estos últimos años?
-Como periodista tú sabes que si estás en contra de lo que piensan los dueños de los grandes medios de comunicación pasas a ser invisible, porque no estuve de acuerdo con el paro, ni con la toma de la Plaza Altamira, ni con la abstención.
-¿Su cuota de responsabilidad ante lo actual?
-Ninguna. Luché contra los cogollos y promoví reivindicaciones en los barrios.
-¿Qué recuperaría de su pasada alcaldía?
-Los programas sociales que beneficiaban a los más pobres.
-¿Qué obviaría?
-Le haría un mejor seguimiento a los profesionales que trabajaron conmigo.
-¿Superó el trauma de aquellas aceras?
-No lo tuve. Fue una falsa acusación; algunos de esos profesionales causaron el malentendido.
-¿Sintió alguna vez que le robaron las elecciones?
-Pregunta demasiado compleja para responderla de manera tan breve.
-¿Político honesto fracasa?
-El fracaso no se mide por perder unas elecciones.
-¿Cuál es su caso?
-El ser un activista muy modesto que está a mitad del camino.
-¿Algún chavista admirado?
-El hombre humilde que puso su esperanza en el cambio.
-¿Son los chavistas los adecos del 45?
-Están muy lejos de serlo.
-¿Su referencia política?
-Rómulo Betancourt y Luis Beltrán Prieto.
-¿Cómo político, ha tenido que mentir alguna vez?
-No. Digo las cosas como las siento.
-Por fin, ¿qué será lo que quiere el negro?
-Ser alcalde de Caracas.
-De no ser político...
-Seguiría como político aparte de profesor.
De perfil
Su familia paterna -antiguos dueños del Morro de Puerto Santo “que mi abuelo regaló a sus moradores”- proviene del pueblo sucrense de Río Caribe y de La Asunción, en Nueva Esparta. Aunque él, de madre apureña, nació en Barinas. “!Imagínate!... yo, un riocariloco criado en Caracas y con buena parte de mi prole oriunda de Maracaibo.
Sobrino de la luchadora adeca de los 40, Mercedes Fermín, el aspirante a burgomaestre militó en AD buena parte de su vida y ganó la alcaldía de Caracas en 1989. De particular visión política, estima que existen puntos en común entre AD y el Psuv, “como partidos políticos y movimientos populares” y “sobradas semejanzas” entre Hugo Chávez y Carlos Andrés Pérez: “dos dirigentes comprometidos con el cambio social”.
Hasta Chávez lo considera como la oposición que merece el país. “Y lo ha dicho en muchas ocasiones”, precisa. En agradecimiento le aconseja al mandatario: “cambie su residencia al municipio Libertador y vote por mí”.
En caso de que el gobierno se moleste por el apoyo de los oficialistas, advierte: “Eso es un problema que el mismo gobierno tendría que resolver. Me siento muy afortunado de ser el candidato que reúne a los chavistas y no chavistas”.
A los demás candidatos capitalinos el ex alcalde de Caracas les recomienda leer bien la realidad, ésa misma que -asegura- está mostrando la existencia de una nueva gran mayoría: los independientes. Justo por eso afirma que ganará el municipio Libertador, pues se atribuye el apoyo de movimientos de variada procedencia, incluyendo “batallones” del Psuv
JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
CARACAS.- De entrada, un afiche de alta factura, que enaltece su rostro con sonrisa de tiempos mejores, reza: “Caracas no está sola”.
Y él se esmera en demostrar que está más acompañado que la misma capital. Varias organizaciones políticas -incluyendo la que apoyó al Conde del Guácharo en las elecciones del 2006-; movimientos vecinales, partidos tradicionales e irreconciliables -como su exAD de siempre y hasta parte del Psuv- , innumerables sindicatos, y hasta el mismo MAS que apoyó a Rafael Caldera y a Hugo Chávez, le han ofrecido su respaldo para optar por la Alcaldía del municipio Libertador.
En esta oportunidad, el exalcalde de Caracas y ex -candidato presidencial en dos oportunidades, Claudio Fermín, no sólo quiere lograr el consenso que consolide la atribulada unidad opositora; asegura que está conformando una simbiosis de antichavistas y no chavistas que, en número de “miles”, lo apoyan en la gesta. “Más allá de la unidad quiero la integración de todos los sectores políticos”.
Para llegar a la meta, lleva algo más de dos meses en campaña, y se siente afortunado por reunir el agua y el aceite de la política venezolana. Resuelto en su hablar, “autónomo de criterio como siempre”, afina su propio mecanismo de selección.
Cortando camino
-La tendencia imperativa de la oposición apunta a las encuestas como método para lograr el candidato único en cada espacio. Al parecer ese no es su caso; su candidatura deviene de acuerdos entre partidos ¿No cree en estas mediciones?
-El método ideal para escoger entre varios precandidatos son las elecciones primarias. Pero en estos momentos las elecciones primarias tienen una dificultad: las diferentes opciones políticas de oposición, que son muchas, no tiene un registro de electores, mientras que los independientes, que son mayoría, tampoco están registrados. Así no sería viable hacer unas elecciones primarias. Lo mejor son las encuestas; yo creo en ellas. En mayo, cuando los candidatos Carlos Melo, Stalin González, Andrés Bello y 18 aspirantes más tenían seis meses en campaña, muchos líderes se preocuparon porque, entre todos, no llegaban a diez puntos de preferencia. Estos resultados dramáticos nos llevarían a perder las elecciones; entonces recurrimos a una salida de peso específico. Durante la primera quincena de mayo comenzaron a buscarme dirigentes de diferentes parroquias y organizaciones políticas, y me expresaron que no tenía sentido que, para la alcaldía metropolitana Leopoldo López y Antonio Ledezma aglutinaran más del 60% de los votos, mientras que en el Municipio Libertador, que es el 70% de los votos de la alcaldía metropolitana, sus precandidatos no llegaban ni al 10%. Como precandidato de la unidad espero los resultados de las encuestas, que no se han hecho desde el mes de mayo.
-¿Y cuándo se harán para, como usted dice, validar su apreciación?
-Lamentablemente eso está cerrado; en Caracas o la zona metropolitana hay muchísimos inhabilitados, lo cual incide mucho en la opinión pública y en la efectiva realización de las encuestas. Esto ha retrasado su aplicación. De haber un método adicional tendría que ser la observación de cómo van las tendencias. En ocho meses de campaña, Melo tiene el apoyo de su partido Copei, así como Andrés Bello de PJ, y Stalin González del suyo, y todos, con mucha franqueza y entusiasmo han venido planteando la unidad, pero es curioso que en ocho meses de prédica no han logrado sumar algo más.
En nueve semanas que llevo en campaña he logrado el apoyo del Movimiento Republicano, de Confevecinos, de Piensa en Democracia, de Piedra, el que respaldó a Benjamín Rauseo; de la Federación Unificada de Trabajadores, que agrupa a más de 60 sindicatos en la capital; de URD, del MAS y de AD, en donde siempre milité, y espero que se agreguen otros movimientos. Entonces yo, como independiente, invito a los demás candidatos a hacer una lectura apropiada de la realidad.
-¿Eso le garantiza que ganará en futuras encuestas?
-Lo que hago es observar las tendencias y los apoyos reales; cuando salgan las encuestas les haré caso pues soy sociólogo de profesión.
-En caso de perder en las encuestas,¿apoyará al candidato ganador?
-Esa pregunta tendrías que hacerla a los precandidatos que sólo cuentan con el apoyo de su partido. En el actual clima político todo apunta a mi candidatura. No veo sino apoyo y crecimiento para la opción que represento.
-¿Será fácil vencer al oficialismo?
-Los chavistas están muy decepcionados. Leonardo Maita, uno de los precandidatos que compitió con Dugarte y Jorge Rodríguez, hoy respalda mi candidatura. En todas las barriadas hay batallones de chavistas, miles y miles de ellos, respaldando mi candidatura; están frustrados de este pésimo gobierno. Incluso, dirigentes del Psuv me han manifestado respaldo, dado mi discurso positivo y sin odios.
-Muchos dirían que lo suyo es una utopía…
-Yo no sólo estoy planteando la unidad dentro de la oposición y la población descontenta sino la integración, ya que no puede existir una alcaldía que esté al servicio de un solo grupito. Y le he dicho a todos los amigos chavistas que trabajan en la municipalidad que no tienen que temer. Yo represento la antítesis de la visión antidemocrática, dogmática y primitiva que excluye a los que disientan de uno, como las listas de Russián y Tascón o la esquina caliente. Mi candidatura produce elementos unitarios.
-¿Si el discurso chavista se basa en la exclusión de todo lo que suena a la llamada cuarta república, que usted coprotagonizó, cómo podría recibir tanto apoyo?
-No comparto esa clasificación de la cuarta república. Aspiro que todos los sectores sociales recuperemos la ciudad desde la alcaldía. Mi idea de unidad no es un oportunismo.
-¿Ha tenido contactos con Melo, Bello o Stalin?
-No he conversado con ellos sobre la materia; comprendo el aspecto humano: son luchadores que han venido trabajando muy duro contra las arbitrariedades del gobierno. Comprendo que mi aparición podría crear distorsión y desestabilización, y hasta alguno de ellos podría pensar que el adversario soy yo y no Jorge Rodríguez y Chávez.
-¿Y cómo percibe a su contendor, Jorge Rodríguez?
-Ni lo conozco ni nunca lo he visto. Él es un forastero en Caracas. Sólo conozco sus luchas a favor del chavismo desde el Consejo Nacional Electoral, la vicepresidencia o el Psuv; no he visto ninguna ejecutoria suya por Caracas.
-¿Usted niega la supuesta supremacía del Psuv?
-El Psuv ha sido un intento, y no sé si lo han logrado, de superar las limitaciones y carencias de Quinta República, que fracasó porque se movía a punta de gritos y reales.
-De ganar ¿incluiría elementos del chavismo en su gabinete?
-A nadie le preguntaré de qué partido es. Buscaré los talentos en donde quiera que estén. Y tengo unos buenos años recibiendo críticas por defender estos puntos de vista de toda la vida.
-¿Y si pierde, trabajaría con el oficialismo?
-Tengo nueve años siendo crítico de esta administración y nunca he hablado con el presidente Chávez, pero también critiqué el paro petrolero, la Plaza Altamira, la abstención y las candidaturas de Arias Cárdenas y Alfredo Peña. Mantengo mi autonomía de criterios.
-¿Cómo percibe el proceso unitario nacional?
-Bien, creciendo, aunque para muchos medios sea más noticia los enfrentamientos por obtener las alcaldías que los acuerdos logrados. En el balance se están dando muchos acuerdos, pero el proceso unitario aún está a medio camino… soy optimista.
“Yo sí dejé una obra”
Pompeyo Márquez fue Ministro de Estado para Asuntos Fronterizos entre 1994 y 1999, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera.
Con un entusiasmo inextinguible afirma: “Yo sí dejé una obra, una política en las fronteras venezolanas para que fueran zonas de paz e integración. Esa obra, que empezaba por señalar que en la frontera comenzaba la patria, ha sido desbaratada por el actual gobierno. Hoy, ante la más reciente reunión entre el presidente venezolano Hugo Chávez y su homólogo colombiano Álvaro Uribe, lo que se plantea es volver a esos mecanismos que yo establecí, a concebir las fronteras no sólo desde el punto de vista militar sino también de programas culturales, viales, económicos y sociales”.
“Finalmente”, el experimentado dirigente sintetiza “la tendencia actual está orientada hacia el logro de acuerdos y acabar con la división de los venezolanos. Por ello lo resumo así: reconciliación, reconstruir al país y sus instituciones, administrar con control la enormidad de recursos de que hoy se dispone en Venezuela y buscar salidas pacíficas con justicia social”.
Toma y dame
-¿Estuvo en la reserva en estos últimos años?
-Como periodista tú sabes que si estás en contra de lo que piensan los dueños de los grandes medios de comunicación pasas a ser invisible, porque no estuve de acuerdo con el paro, ni con la toma de la Plaza Altamira, ni con la abstención.
-¿Su cuota de responsabilidad ante lo actual?
-Ninguna. Luché contra los cogollos y promoví reivindicaciones en los barrios.
-¿Qué recuperaría de su pasada alcaldía?
-Los programas sociales que beneficiaban a los más pobres.
-¿Qué obviaría?
-Le haría un mejor seguimiento a los profesionales que trabajaron conmigo.
-¿Superó el trauma de aquellas aceras?
-No lo tuve. Fue una falsa acusación; algunos de esos profesionales causaron el malentendido.
-¿Sintió alguna vez que le robaron las elecciones?
-Pregunta demasiado compleja para responderla de manera tan breve.
-¿Político honesto fracasa?
-El fracaso no se mide por perder unas elecciones.
-¿Cuál es su caso?
-El ser un activista muy modesto que está a mitad del camino.
-¿Algún chavista admirado?
-El hombre humilde que puso su esperanza en el cambio.
-¿Son los chavistas los adecos del 45?
-Están muy lejos de serlo.
-¿Su referencia política?
-Rómulo Betancourt y Luis Beltrán Prieto.
-¿Cómo político, ha tenido que mentir alguna vez?
-No. Digo las cosas como las siento.
-Por fin, ¿qué será lo que quiere el negro?
-Ser alcalde de Caracas.
-De no ser político...
-Seguiría como político aparte de profesor.
De perfil
Su familia paterna -antiguos dueños del Morro de Puerto Santo “que mi abuelo regaló a sus moradores”- proviene del pueblo sucrense de Río Caribe y de La Asunción, en Nueva Esparta. Aunque él, de madre apureña, nació en Barinas. “!Imagínate!... yo, un riocariloco criado en Caracas y con buena parte de mi prole oriunda de Maracaibo.
Sobrino de la luchadora adeca de los 40, Mercedes Fermín, el aspirante a burgomaestre militó en AD buena parte de su vida y ganó la alcaldía de Caracas en 1989. De particular visión política, estima que existen puntos en común entre AD y el Psuv, “como partidos políticos y movimientos populares” y “sobradas semejanzas” entre Hugo Chávez y Carlos Andrés Pérez: “dos dirigentes comprometidos con el cambio social”.
Hasta Chávez lo considera como la oposición que merece el país. “Y lo ha dicho en muchas ocasiones”, precisa. En agradecimiento le aconseja al mandatario: “cambie su residencia al municipio Libertador y vote por mí”.
En caso de que el gobierno se moleste por el apoyo de los oficialistas, advierte: “Eso es un problema que el mismo gobierno tendría que resolver. Me siento muy afortunado de ser el candidato que reúne a los chavistas y no chavistas”.
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