*EN LAS VERDADES DE MIGUEL ESCRIBE MIGUEL SALAZAR: “MI COMENTARIO DE LA SEMANA! CHAVEZ SE VA!”
DEL 15 AL 21 DE FEBRERO
MI COMENTARIO DE LA SEMANA. Chávez se va. La frase es común en el lenguaje de la contrarrevolución. Entretanto, no terminamos por comprender el suicidio político de Chávez. No se trata de la maltrecha oposición tan derrotada en cada evento de los últimos años, no. Chávez tiene sus enemigos en el propio Miraflores. El jefe del Estado parece haber llegado a un punto sin retorno, trágicamente preso de su propio entorno. Chávez ha colocado a sus enemigos al frente de importantes instituciones públicas, e inclusive les ha dado carta blanca en la construcción del partido que debe conducir el proceso. Poco a poco todo se ha ido decantando, a quienes les importa un comino la ideología les ha dado el poder para que preparen Il retornello al pasado cuartarrepublicano. El incidente con la Mobil Exxon no deja de ser un circo. Nunca como ahora se había favorecido tanto al capital monopolista yankee. Si de narcotráfico se trata, en la oscuridad de la noche, el Gobierno ha extraditado a los Estados Unidos a los jerarcas del vicio capturados en Venezuela. Chávez ha pagado hasta el último centavo de los compromisos adquiridos por una deuda pública impagable. Chávez ha mantenido una política neoliberal con recetas del FMI (entre ellas el IVA). El Gobierno grita desaforado pidiendo la extradición de Posada Carriles, pero no es capaz de mover un dedo por los empresarios venezolanos presos en Miami, sometidos a los vejámenes de la "justicia" norteamericana. Chávez terminó siendo "luz" para afuera y oscuridad para la casa. Ahora Chávez "desafía" a los gringos sin tomar en cuenta que una arremetida yankee contra Venezuela tendrá como objetivo barrer con Cuba, derrotar a la guerrilla colombiana y desmembrar el Estado venezolano en varias republiquitas. Chávez le hace caso a los viejos y nuevos perros de la guerra, porque él no puede comprender que ellos han constituido una "santa alianza" tras cuya retórica "nacionalista" está el deseo ultracapitalista de llenar las alforjas con billetes verdes. Chávez pisa el peine que le ponen los gringos con la entramada del narcotráfico, la misma que Fidel desbarató a tiempo fusilando al general Arnaldo Ochoa. En Venezuela no habrá ningún alto funcionario encarando la justicia cuando quede al descubierto su relación con el tráfico de drogas. Chávez, por "gracioso", haciendo gala de inmadurez, pretende que la gente en 30 minutos de arenga burlona se va a convencer que mascar coca es como machacar chimó entre los dientes, cuando nosotros tenemos años entendiendo que el cultivo de coca es la antesala de la cocaína. Chávez cayó en el juego que le plantearon sus enemigos. Para la contrarrevolución, Chávez está caído porque en torno a su persona se repite el escenario Noriega. Los más necios piensan en las gobernaciones y alcaldías que perderá el Gobierno (cuestión bastante probable que ocurra tal como van las cosas), sin advertir que eso es lo de menos, que la suerte está echada en función de la derrota de la V República, sin probabilidades de asistir a la VI, porque lo que se avizora es un protectorado norteamericano dispuesto a restablecer la "democracia". ¡Qué le está pasando a Chávez! ¿De verdad cree que estamos viviendo en el paraíso terrenal y que el problema radica en que el Gobierno (cada día menos revolucionario) no ha sabido implementar una política de comunicación que nos convenza de sus logros? La contrarrevolución gana terreno a pasos agigantados y desde ya piensan en un Chávez (que en el mejor de los casos) huye despavorido hacia un país que lo acepte y desde donde emprenderá la Campaña Admirable que lo haga entrar a Caracas entre aclamaciones. ¡Cuál es el delirio de Chávez! ¡Dónde se encuentra su Chimborazo! Sus enemigos lo han convencido de una fulana tiranía mediática, cuando en realidad la supremacía del Gobierno sobre los medios es casi absoluta, salvo que quienes la manejan son una partida de incapaces que hacen ver a Ravell como si se tratara de un verdadero genio de la comunicación. Insisto, en las actuales circunstancias, Ravell les lleva una morena, nómbrenlo ministro del Minci y lo hará mejor que esa caterva de incompetentes de la "revolución". Chávez se va, esa frase es una realidad a la vuelta de la esquina para quienes no han bajado la guardia en su afán de detener el proceso revolucionario… y mire que lo han logrado. Los empresarios "revolucionarios", esos bien llamados boliburgueses, no son más que los tonton macoutes de la vieja burguesía reaccionaria. Chávez se va porque la revolución va perdiendo a pasos geométricos el talismán que encantó a las multitudes. Es más, estimo que aún con Chávez permaneciendo en el poder, doblan las campanas por la revolución. Chávez cayó en la trampa; su pretensión por el poder, fundamentada en el culto a la personalidad, le asoma una realidad trágica: "Después de mí el diluvio". Se diluyó la "magia" de la reelección y qué carajo, Chávez perdió el entusiasmo porque sus adversarios lo convencieron de que su papel era el del Mesías… con Chávez todo, sin Chávez nada. Si me preguntan por los enemigos de Chávez, yo diría que imposible nombrarlos a todos porque son muchos, pero, resumiendo concluiría afirmando, sin temor a equivocarme que su más fuerte enemigo es él mismo.
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