martes, 25 de marzo de 2008

*ALEJANDRO PEÑA ESCLUSA ESCRIBE: “EL FORO DE SAO PAULO VS. ÁLVARO URIBE”


*ALEJANDRO PEÑA ESCLUSA ESCRIBE: “EL FORO DE SAO PAULO VS. ÁLVARO URIBE”

El 1 de marzo pasado, las Fuerzas Militares y Policiales de Colombia llevaron a cabo la "Operación Fénix", que dio de baja a Raúl Reyes, el segundo a bordo de las FARC, grupo narcoterrorista que delinque en varios países de la región.

Pero –para sorpresa de la comunidad internacional– en lugar de decretarse un día de júbilo continental, por la neutralización de uno de los hombres más peligrosos en la historia del crimen organizado, tres países rompieron relaciones con Colombia, en protesta por la operación. ¿Cómo explicar semejante contradicción?

La respuesta se encuentra no solamente en las computadoras de las FARC, incautadas durante la "Operación Fénix", sino en una reunión realizada dieciocho años atrás –en julio del 1990­– en la ciudad de Sao Paulo, cuando los partidos de izquierda y los movimientos subversivos de la región se dieron cita para redefinir sus objetivos, luego de la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética.

Esa astuta jugada –convocada por Fidel Castro y Lula da Silva– sirvió para que el comunismo siguiera vivo en Iberoamérica y para firmar un pacto de apoyo mutuo entre los asistentes a esa reunión, que desde entonces se repitió año tras año, bajo la denominación de "Foro de Sao Paulo" .

La comunidad internacional reacciona con estupor ante las revelaciones obtenidas de las computadoras de Reyes, sobre los vínculos de las FARC con Hugo Chávez y Rafael Correa; pero para quienes han dado seguimiento al Foro de Sao Paulo, se trata de una mera confirmación policial de lo que políticamente era un hecho evidente y notorio.

Ilusionados con la presunta desaparición del comunismo en 1989, los partidos políticos, los organismos de inteligencia y los medios de comunicación, hicieron caso omiso de las denuncias bien fundamentadas de individuos como el filósofo brasileño Olavo de Carvalho y este humilde servidor.

Según la información obtenida de los computadores de Reyes, las FARC donaron 50 mil dólares a la campaña de Hugo Chávez; y –ya en la Presidencia– Chávez les dio 300 millones de dólares. Sin embargo, hace diez años –en 1998– la Comisión Nacional Antidrogas de Venezuela desestimó públicamente mis denuncias, sobre el financiamiento de la narcoguerrilla colombiana al entonces candidato Chávez. Y hace ocho años –en junio de 2000– el director de la Disip, Jesús Urdaneta Hernández, renunció a su cargo, negándose a cumplir la orden de Chávez de entregar 300 mil dólares a la guerrilla.

En cuanto a Rafael Correa, el 6 de octubre de 2006 –hace casi dos años– escribí una carta abierta al pueblo ecuatoriano donde aseguraba textualmente que "Correa no representa el interés de los ecuatorianos, sino el de una organización creada por Fidel Castro, denominada el Foro de Sao Paulo, y a la cual pertenecen Hugo Chávez, Evo Morales y las FARC colombianas".

La crisis de marzo de 2008 no ha terminado. Si Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales y Daniel Ortega llegaron al poder con el apoyo del Foro de Sao Paulo, ¿Cómo esperar que se alegren cuando el gobierno colombiano golpea duramente a uno de sus socios? Al contrario, harán todo lo posible por derrocar a Álvaro Uribe y por reconstruir las capacidades operativas de las FARC.

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