*ROBERTO GIUSTI EL UNIVERSAL: ENTREVISTA // FERNANDO LONDOÑO HOYOS, EX MINISTRO COLOMBIANO DE RELACIONES INTERIORES: "COLOMBIA NO ESTÁ PREPARADA PARA UNA GUERRA CON VENEZUELA"
“"QUE NO INTENTEN COMPROMETERNOS NI SIQUIERA EN JUEGOS DE GUERRA, COMO ESE DE GUACAIPURO, EN DONDE ATACAN POR LA GUAJIRA"
Cuando llegó al Ministerio del Interior, según dice, más de la mitad del territorio colombiano estaba en manos de las FARC y 350 alcaldes habían abandonado sus municipios para no ser asesinados. Hoy, asegura Fernando Londoño Hoyos, ya fuera del Gobierno y por eso libre para hablar, sin las ataduras que Uribe les ha impuesto a sus colaboradores, las FARC están derrotadas en Colombia pero se están pasando a Venezuela.
-Si Chávez sabía que su propuesta de beligerancia a las FARC provocaría repulsa universal, ¿por qué lo hizo?
-Me perdona si desde lejos soy irrespetuoso pero uno cree ver mejor las cosas que desde adentro. Chávez está sintiendo pasos de animal grande. Ve que su gobierno ha sido un desastre, que su situación interna se torna casi insostenible y hace lo que han hecho los dictadores, algo muy viejo y conocido por el mundo entero: buscar afuera motivos para unir al pueblo detrás de él por medio de guerras reales o imaginarias. Son irrepetibles las veces en que los dictadores metieron a sus pueblos en situaciones espantables para distraer la atención. Lepoldo Galtieri metió a la Argentina en una guerrita y no sólo contra la Gran Bretaña y EEUU, sino contra los dos a la vez.
-Pero había una razón que movió la fibra nacionalista de los argentinos. ¿Cuál sería la razón en este caso?
-Este señor, siguiendo enseñanzas recibidas desde Cuba y otros lados, además de los dictados de su desesperación, se inventa las causas: "El imperio del mal se mueve contra Venezuela. Debemos unirnos como un solo hombre para enfrentar la invasión". Una invasión en la que nadie, con sano juicio, ha creído, pero él sí, detrás de la idea de que eso funciona y cala en los venezolanos. Tan mala es la opinión que tiene de su propio pueblo, creyendo que tal añagaza pueda funcionar.
-La guerra es también contra Colombia.
-Colombia es el puño que utiliza EEUU para golpear a Venezuela. Es el presidente Uribe quien tiene la encomienda, del presidente Bush, para invadir a Venezuela. Mientras, las FARC son un movimiento insurgente, la continuación del movimiento bolivariano.
-¿No puede el presidente Uribe caer en la provocación?
-No. Olvídelo. Convide usted, no al presidente Uribe, sino a cualquier colombiano, a tener un conflicto con Venezuela y ya verá como rechaza esa invitación. Lo mismo ocurre con los venezolanos. Por eso el hombre enloquece cada vez más. En Venezuela hay quienes sostienen que está mentalmente enfermo. Yo lo creo. Él no es un gran talento, al contrario de lo que algunos piensan, ni un hombre ilustrado, sino más bien primitivo, como lo demuestra su actitud. Tal megalomanía termina por hacer enloquecer a la gente. Si usted escucha los discursos de Hitler piensa: "¿quién pudo creer en esta cosa tan ridícula y grotesca?". Pues nada menos que el pueblo más culto de la tierra, Alemania. Entonces este tipo piensa que si a Hitler lo siguieron, a él también lo seguirán porque, además, tiene unos petrodólares que se le están acabando. Por torpe que sea, él sabe que llevó su país a una crisis económica sin precedentes. Los indicadores económicos son un desastre y uno se pregunta de qué es capaz en medio del desastre. Él dice cosas que casi nadie se toma en serio. Yo sí.
-¿Cómo cuáles?
-Cuando en relación con Colombia se refiere a sus aviones Sukhoi, uno se pregunta si será capaz de dar la orden de bombardear. Y mire, un loco que lo ha perdido todo y no tiene contacto con la realidad, rodeado de circunstancias totalmente adversas, es capaz de cualquier cosa. También me pregunto si habrá un piloto tan loco como para obedecer esa loca orden. Pero él lo mencionó y eso apunta a un estado cuasi delirante.
-¿Está Colombia preparada para esa eventualidad?
-Para nada, porque la premisa básica es estar anímicamente preparado y a Colombia que no intenten comprometerla en una guerra con Venezuela, ni siquiera de palabra o de simulacro. El famoso juego de guerra "Guaicaipuro", donde se simula un ataque por La Guajira y las FARC se levantan, no somos capaces de hacerlo aquí porque no tiene razón de ser.
-¿No es una forma de hacerle la guerra al Estado colombiano apoyar a las FARC?
-Claro que sí.
-¿Estarían vencidas las FARC sin ese apoyo?
-Claro. Eso representa un costo para Colombia, pero mucho más alto para Venezuela. No sé si ustedes son conscientes del precio que están pagando por dejar instalar a las FARC y al narcotráfico en su país. En esos somos especialistas. Hemos derramado demasiada cantidad de sangre y lágrimas. Sabemos lo que representa el inevitable contubernio de las FARC con la mafia. No hay narcotráfico a gran escala sin ejército que lo proteja. Eso es muy grave. Ustedes deben apercibirse de lo que significa ese apoyo a las FARC, que están derrotadas y llegaron al último extremo de sus posibilidades en Colombia. Pero en Venezuela no porque nadie las combate ni las conoce. Ustedes vivieron 40 años de paz mientras nosotros padecimos masacres, ataques a pueblos, destrucción, siembra de minas quiebrapatas. Pero nos levantamos. El mundo vio, el 4 de febrero, 10 millones de colombianos en las calles. Apoteósico.
rgiusti@eluniversal.com
“"QUE NO INTENTEN COMPROMETERNOS NI SIQUIERA EN JUEGOS DE GUERRA, COMO ESE DE GUACAIPURO, EN DONDE ATACAN POR LA GUAJIRA"
Cuando llegó al Ministerio del Interior, según dice, más de la mitad del territorio colombiano estaba en manos de las FARC y 350 alcaldes habían abandonado sus municipios para no ser asesinados. Hoy, asegura Fernando Londoño Hoyos, ya fuera del Gobierno y por eso libre para hablar, sin las ataduras que Uribe les ha impuesto a sus colaboradores, las FARC están derrotadas en Colombia pero se están pasando a Venezuela.
-Si Chávez sabía que su propuesta de beligerancia a las FARC provocaría repulsa universal, ¿por qué lo hizo?
-Me perdona si desde lejos soy irrespetuoso pero uno cree ver mejor las cosas que desde adentro. Chávez está sintiendo pasos de animal grande. Ve que su gobierno ha sido un desastre, que su situación interna se torna casi insostenible y hace lo que han hecho los dictadores, algo muy viejo y conocido por el mundo entero: buscar afuera motivos para unir al pueblo detrás de él por medio de guerras reales o imaginarias. Son irrepetibles las veces en que los dictadores metieron a sus pueblos en situaciones espantables para distraer la atención. Lepoldo Galtieri metió a la Argentina en una guerrita y no sólo contra la Gran Bretaña y EEUU, sino contra los dos a la vez.
-Pero había una razón que movió la fibra nacionalista de los argentinos. ¿Cuál sería la razón en este caso?
-Este señor, siguiendo enseñanzas recibidas desde Cuba y otros lados, además de los dictados de su desesperación, se inventa las causas: "El imperio del mal se mueve contra Venezuela. Debemos unirnos como un solo hombre para enfrentar la invasión". Una invasión en la que nadie, con sano juicio, ha creído, pero él sí, detrás de la idea de que eso funciona y cala en los venezolanos. Tan mala es la opinión que tiene de su propio pueblo, creyendo que tal añagaza pueda funcionar.
-La guerra es también contra Colombia.
-Colombia es el puño que utiliza EEUU para golpear a Venezuela. Es el presidente Uribe quien tiene la encomienda, del presidente Bush, para invadir a Venezuela. Mientras, las FARC son un movimiento insurgente, la continuación del movimiento bolivariano.
-¿No puede el presidente Uribe caer en la provocación?
-No. Olvídelo. Convide usted, no al presidente Uribe, sino a cualquier colombiano, a tener un conflicto con Venezuela y ya verá como rechaza esa invitación. Lo mismo ocurre con los venezolanos. Por eso el hombre enloquece cada vez más. En Venezuela hay quienes sostienen que está mentalmente enfermo. Yo lo creo. Él no es un gran talento, al contrario de lo que algunos piensan, ni un hombre ilustrado, sino más bien primitivo, como lo demuestra su actitud. Tal megalomanía termina por hacer enloquecer a la gente. Si usted escucha los discursos de Hitler piensa: "¿quién pudo creer en esta cosa tan ridícula y grotesca?". Pues nada menos que el pueblo más culto de la tierra, Alemania. Entonces este tipo piensa que si a Hitler lo siguieron, a él también lo seguirán porque, además, tiene unos petrodólares que se le están acabando. Por torpe que sea, él sabe que llevó su país a una crisis económica sin precedentes. Los indicadores económicos son un desastre y uno se pregunta de qué es capaz en medio del desastre. Él dice cosas que casi nadie se toma en serio. Yo sí.
-¿Cómo cuáles?
-Cuando en relación con Colombia se refiere a sus aviones Sukhoi, uno se pregunta si será capaz de dar la orden de bombardear. Y mire, un loco que lo ha perdido todo y no tiene contacto con la realidad, rodeado de circunstancias totalmente adversas, es capaz de cualquier cosa. También me pregunto si habrá un piloto tan loco como para obedecer esa loca orden. Pero él lo mencionó y eso apunta a un estado cuasi delirante.
-¿Está Colombia preparada para esa eventualidad?
-Para nada, porque la premisa básica es estar anímicamente preparado y a Colombia que no intenten comprometerla en una guerra con Venezuela, ni siquiera de palabra o de simulacro. El famoso juego de guerra "Guaicaipuro", donde se simula un ataque por La Guajira y las FARC se levantan, no somos capaces de hacerlo aquí porque no tiene razón de ser.
-¿No es una forma de hacerle la guerra al Estado colombiano apoyar a las FARC?
-Claro que sí.
-¿Estarían vencidas las FARC sin ese apoyo?
-Claro. Eso representa un costo para Colombia, pero mucho más alto para Venezuela. No sé si ustedes son conscientes del precio que están pagando por dejar instalar a las FARC y al narcotráfico en su país. En esos somos especialistas. Hemos derramado demasiada cantidad de sangre y lágrimas. Sabemos lo que representa el inevitable contubernio de las FARC con la mafia. No hay narcotráfico a gran escala sin ejército que lo proteja. Eso es muy grave. Ustedes deben apercibirse de lo que significa ese apoyo a las FARC, que están derrotadas y llegaron al último extremo de sus posibilidades en Colombia. Pero en Venezuela no porque nadie las combate ni las conoce. Ustedes vivieron 40 años de paz mientras nosotros padecimos masacres, ataques a pueblos, destrucción, siembra de minas quiebrapatas. Pero nos levantamos. El mundo vio, el 4 de febrero, 10 millones de colombianos en las calles. Apoteósico.
rgiusti@eluniversal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.