PARANINFO
La tormenta del Llano
Iván Olaizola D’Alessandro
Que el 2008 nos traiga Paz y se lleve la revolución.
La sala situacional estaba llena, estaban todos los necesarios, no faltaba nadie. El teniente coronel se paseaba de un extremo al otro de la sala. Con el dedo índice de su mano zurda, la de lazar la rabo e’cochino, se tocaba la frente. Observando todo aquel aparataje logístico, mapas, planos, teléfonos, celulares, tazas de café, refrescos, agua, el aire acondicionado a su máximo nivel para contrarrestar la excesiva carga térmica de la mucha gente y sus sudores, cuadros de algunos próceres de la independencia y de la federación colgados en las paredes aterciopeladas que parecían observarlo todo y casi opinaban, de pronto, su mente voló diez y seis años atrás, cuando por este mismo mes, pero de 1991, él hacía algo similar, bueno guardando las distancias porque era solo un grupito muy pequeño y la reunión se realizaba en el cuarto de una casucha en un barrio de Maracay; solo café, dos mapas derruidos y un plano arrugado de tanto manosearlo. Pero el propósito era el mismo. Se trataba de planificar una gran operación. Liberar a su país de la cruel dictadura de un gocho corrupto. Acabar con la democracia representativa y oligárquica e instaurar un gobierno bolivariano sustentado en las tres raíces: Bolívar, Rodríguez y Zamora. Ahora era una operación humanitaria de canje de secuestrados de la FARC, que lo convertiría en el verdadero y único líder latinoamericano capaz de dar inicio a un proceso para unir a toda Latinoamérica en la gran república que soñó el Libertador pero ahora socialista bajo la égida de Fidel y el Che y mi jefatura total. “Disculpe mi comandante en jefe, tiene una llamada por el teléfono satelital”, lo interrumpió un oficial cubano del G2. Si, hola, cómo dices, que no es en Villavicencio. Que es mejor en la quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. La verdad que no había pensado en eso. Es un tiro al piso. Así ponemos al padre Libertador y a Marulanda en un hermoso gesto de unidad latinoamericana, que bella simbología. Ahora si pelamos a Álvaro. Ok, ya cambiamos el plan, menos mal que mi experiencia de estratega me ha permitido tener una alta flexibilidad en el mismo. Luego te llamo. Y manos a la obra, a cambiar todo. Tráiganme otro mapa. Más marcadores. Y más café que este se me enfrió. A correr todo el mundo. La verdad, piensa para sus adentros, así ha debido actuar Bolívar el día antes de la batalla de Carabobo.
“Mi comandante en jefe avisan que el esposo de Cristian ya llegó”, lo vuelven a sacar de su ensimismamiento. Que pase y me espere en la otra sala, para sus adentros se dice: yo no confío mucho en ese tuerto, ese por un maletincito de verdes nos puede vender. De nuevo un ayudante: “mi comandante en jefe ya llegaron también los comisionados de Bolivia, Ecuador, Brasil, Suiza, el Congo Belga, Mauritania y las Islas Vírgenes”. Perro, allí como que hay unos coleados. Bueno no importa mientras más masa más mazamorra. Mira William, métele cámara a todo esto, llama a Telesur y encadena. Son diez aviones de hélice fija y cuatro de hélice rotativa, y dos sin hélices, pero ojo que sean los rusos porcía. Tres aeropuertos, dos alternos. En línea recta. En ángulo de 90 grados porque a 100 grados hierve el agua. Que nos den los puntos de coordenadas, pero en clave. Mira que ya los gringos andan merodeando con unos aviones del plan Colombia. Al comisionado de Uribe ni una palabra, díganle que es en el paralelo 33. Por cierto hay algún museo militar cerca de Santa Marta. “No mi comandante en jefe, pero para qué necesita saberlo”. Bueno es por si acaso, ya tu sabes uno tiene sus recuerdos. Ya pegarían las calcomanías de la cruz roja? Y no será bueno pegar unas de la media luna. “Mi comandante en jefe de nuevo lo llaman por el teléfono satelital, pero esta vez es por el chino”. Aja, dime, cómo que no ha llegado la transferencia de los dólares, si eso se hizo ayer. Tranquilo que la cosa sale bien. No vale con Antonini no, ese es un pajúo, fue vía expresa a la cuenta FARC-Caimán. “Mi comandante en jefe que si le ponen gasolina de 91 o de 95 a los helicópteros”. Que no sean brutos que esos usan etanol brasilero. “Mire mi comandante en jefe que si la señora del turbante lo espera en el hotel o se va derecho para el otro paralelo”. Todo tengo que resolverlo yo, que cuerda de incapaces. Pongo los aviones, los helicópteros, los planes, el procedimiento y hasta a los secuestrados. “Mi comandante en jefe lo llama por teléfono CANTV el ministro Carreño”. Dime Pedro, que que qué, que riñones tienes tú, a mi que me importa que hayan secuestrado a dos ganaderos zulianos, no vez que estamos en una operación humanitaria de alcance internacional y de seguro esos ganaderos son escuálidos oligarcas, que paguen sus rescate. Mire no me pasen mas llamadas a menos que sean del secretariado.
Al cerrar este paraninfo ya han despegado dos aviones de hélice rotativa, mejor conocidos como helicópteros. Todos los comisionados y las televisoras estaban presentes en el aeropuerto de Santo Domingo, Táchira. La imagen que cierra este artículo es un fuerte y caluroso abrazo entre la dama del turbante y nuestro teniente coronel. En serio deseamos que cuando este paraninfo vea la luz se haya concretado esta operación humanitaria sin ningún contratiempo y sea el inicio de un proceso que no solo logre liberar a los colombianos sino también a nuestros compatriotas secuestrados y presos políticos. Feliz Año.
Iolaizola@cantv.net
La tormenta del Llano
Iván Olaizola D’Alessandro
Que el 2008 nos traiga Paz y se lleve la revolución.
La sala situacional estaba llena, estaban todos los necesarios, no faltaba nadie. El teniente coronel se paseaba de un extremo al otro de la sala. Con el dedo índice de su mano zurda, la de lazar la rabo e’cochino, se tocaba la frente. Observando todo aquel aparataje logístico, mapas, planos, teléfonos, celulares, tazas de café, refrescos, agua, el aire acondicionado a su máximo nivel para contrarrestar la excesiva carga térmica de la mucha gente y sus sudores, cuadros de algunos próceres de la independencia y de la federación colgados en las paredes aterciopeladas que parecían observarlo todo y casi opinaban, de pronto, su mente voló diez y seis años atrás, cuando por este mismo mes, pero de 1991, él hacía algo similar, bueno guardando las distancias porque era solo un grupito muy pequeño y la reunión se realizaba en el cuarto de una casucha en un barrio de Maracay; solo café, dos mapas derruidos y un plano arrugado de tanto manosearlo. Pero el propósito era el mismo. Se trataba de planificar una gran operación. Liberar a su país de la cruel dictadura de un gocho corrupto. Acabar con la democracia representativa y oligárquica e instaurar un gobierno bolivariano sustentado en las tres raíces: Bolívar, Rodríguez y Zamora. Ahora era una operación humanitaria de canje de secuestrados de la FARC, que lo convertiría en el verdadero y único líder latinoamericano capaz de dar inicio a un proceso para unir a toda Latinoamérica en la gran república que soñó el Libertador pero ahora socialista bajo la égida de Fidel y el Che y mi jefatura total. “Disculpe mi comandante en jefe, tiene una llamada por el teléfono satelital”, lo interrumpió un oficial cubano del G2. Si, hola, cómo dices, que no es en Villavicencio. Que es mejor en la quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. La verdad que no había pensado en eso. Es un tiro al piso. Así ponemos al padre Libertador y a Marulanda en un hermoso gesto de unidad latinoamericana, que bella simbología. Ahora si pelamos a Álvaro. Ok, ya cambiamos el plan, menos mal que mi experiencia de estratega me ha permitido tener una alta flexibilidad en el mismo. Luego te llamo. Y manos a la obra, a cambiar todo. Tráiganme otro mapa. Más marcadores. Y más café que este se me enfrió. A correr todo el mundo. La verdad, piensa para sus adentros, así ha debido actuar Bolívar el día antes de la batalla de Carabobo.
“Mi comandante en jefe avisan que el esposo de Cristian ya llegó”, lo vuelven a sacar de su ensimismamiento. Que pase y me espere en la otra sala, para sus adentros se dice: yo no confío mucho en ese tuerto, ese por un maletincito de verdes nos puede vender. De nuevo un ayudante: “mi comandante en jefe ya llegaron también los comisionados de Bolivia, Ecuador, Brasil, Suiza, el Congo Belga, Mauritania y las Islas Vírgenes”. Perro, allí como que hay unos coleados. Bueno no importa mientras más masa más mazamorra. Mira William, métele cámara a todo esto, llama a Telesur y encadena. Son diez aviones de hélice fija y cuatro de hélice rotativa, y dos sin hélices, pero ojo que sean los rusos porcía. Tres aeropuertos, dos alternos. En línea recta. En ángulo de 90 grados porque a 100 grados hierve el agua. Que nos den los puntos de coordenadas, pero en clave. Mira que ya los gringos andan merodeando con unos aviones del plan Colombia. Al comisionado de Uribe ni una palabra, díganle que es en el paralelo 33. Por cierto hay algún museo militar cerca de Santa Marta. “No mi comandante en jefe, pero para qué necesita saberlo”. Bueno es por si acaso, ya tu sabes uno tiene sus recuerdos. Ya pegarían las calcomanías de la cruz roja? Y no será bueno pegar unas de la media luna. “Mi comandante en jefe de nuevo lo llaman por el teléfono satelital, pero esta vez es por el chino”. Aja, dime, cómo que no ha llegado la transferencia de los dólares, si eso se hizo ayer. Tranquilo que la cosa sale bien. No vale con Antonini no, ese es un pajúo, fue vía expresa a la cuenta FARC-Caimán. “Mi comandante en jefe que si le ponen gasolina de 91 o de 95 a los helicópteros”. Que no sean brutos que esos usan etanol brasilero. “Mire mi comandante en jefe que si la señora del turbante lo espera en el hotel o se va derecho para el otro paralelo”. Todo tengo que resolverlo yo, que cuerda de incapaces. Pongo los aviones, los helicópteros, los planes, el procedimiento y hasta a los secuestrados. “Mi comandante en jefe lo llama por teléfono CANTV el ministro Carreño”. Dime Pedro, que que qué, que riñones tienes tú, a mi que me importa que hayan secuestrado a dos ganaderos zulianos, no vez que estamos en una operación humanitaria de alcance internacional y de seguro esos ganaderos son escuálidos oligarcas, que paguen sus rescate. Mire no me pasen mas llamadas a menos que sean del secretariado.
Al cerrar este paraninfo ya han despegado dos aviones de hélice rotativa, mejor conocidos como helicópteros. Todos los comisionados y las televisoras estaban presentes en el aeropuerto de Santo Domingo, Táchira. La imagen que cierra este artículo es un fuerte y caluroso abrazo entre la dama del turbante y nuestro teniente coronel. En serio deseamos que cuando este paraninfo vea la luz se haya concretado esta operación humanitaria sin ningún contratiempo y sea el inicio de un proceso que no solo logre liberar a los colombianos sino también a nuestros compatriotas secuestrados y presos políticos. Feliz Año.
Iolaizola@cantv.net
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