sábado, 15 de diciembre de 2007

*EL ESCÁNDALO DE LA VALIJA: REACCIÓN DIPLOMÁTICA TRAS LA CRÍTICA DE LA PRESIDENTA


EE.UU. se despega del caso Antonini
El embajador Wayne aclaró que Washington no tiene que ver con la investigación; defendió la independencia judicial

El embajador norteamericano, Earl Anthony Wayne, intentó ayer bajar los decibeles de la crisis desatada entre su país y el gobierno de Cristina Kirchner por el caso de la valija: destacó que el gobierno de los Estados Unidos no tiene ninguna vinculación con la investigación de los fiscales, aunque pronosticó que "el proceso seguirá su curso normal" y que "se emitirá una sentencia de acuerdo a las pruebas presentadas".

Subrayó Wayne, además, que existirá "la misma apertura hacia la cobertura periodística" de este tipo de casos judiciales en los EE.UU. Señaló esto durante un brindis de fin de año ofrecido a la prensa, en su residencia de embajador.

Buscó desvincular a su gobierno del caso. "Las palabras -dijo- que identifican al supuesto receptor de los 800.000 dólares" sin declarar que Guido Alejandro Antonini Wilson intentó ingresar en el país el 4 de agosto último "corresponden al acusado Franklin Durán en un encuentro el 23 de agosto". El fiscal del caso, agregó, sólo "repitió las palabras de Durán durante su audiencia".

En efecto, el fiscal Tom Mulvihill señaló el miércoles último, durante la presentación de cargos contra cuatro detenidos -tres venezolanos: Durán, Carlos Kauffmann y Moisés Maionica, y un uruguayo, Rodolfo Wanseele-, que uno de ellos había dicho que el receptor de la valija era "la campaña de la candidata Cristina Kirchner".

Ante unos 200 periodistas, Wayne destacó esa diferenciación. "Aunque entendemos que su declaración (la de Durán) ha sido atribuida a los Estados Unidos, la identificación del supuesto receptor de los fondos fue dicha por uno de los acusados, y no fue una declaración de los Estados Unidos", dijo el embajador.

Wayne intentó así bajarle el tono a la escalada verbal que funcionarios argentinos, incluida Cristina Kirchner, emprendieron en las últimas horas. La Presidenta había dicho que ese país, aunque sin nombrarlo, hizo una "operación basura" y pidió erradicar los "basurales de la política internacional".

Se respiró un clima de amabilidad en la recepción del embajador a la prensa. El tema obligado era la valija. Pero los diplomáticos buscaron subrayar ante cada periodista que todos los programas de cooperación bilateral funcionan con muy buena sintonía. Así lo destacaban los agregados políticos, culturales y militares, según pudo constatar LA NACION.

Buscaron también dejar muy bien marcada la diferencia entre el poder político y el judicial en los Estados Unidos. "Son poderes totalmente independientes", aseguraban. Y de las charlas surgía que la Fiscalía Federal del Distrito Sur, de Florida, no podía haber formulado tal alegato si no tenía evidencias contundentes, incluso más de las que se conocen aún.

El efecto político en la relación entre los Estados Unidos y la Argentina no podía soslayarse. Desde la Casa Rosada hacen trascender el malestar que existe con el gobierno de George W. Bush. Por eso mismo trascendió que "hubo contactos directos entre la embajada y funcionarios argentinos" en las últimas horas. Pero nadie podía precisar los nombres de los interlocutores.

En el agasajo a los periodistas, Wayne los recibía uno a uno. "Muy bienvenido, muchas noticias para escribir, ¿no?", bromeaba. Luego, en su discurso demostró progresos en el español y destacó: "Siento un gran respeto por la tarea importante que realiza el periodismo y por su rol fundamental en una democracia".

El comentario de muchos era allí la furia del Gobierno por el trato de la prensa a la causa de Miami. Luego, en un discurso leído puntillosamente, avanzó en el caso de las valijas: "Este caso proseguirá su curso normal a través del sistema de cortes federales y se emitirá una sentencia de acuerdo a las pruebas presentadas". Pareció una sutil manera de anticipar lo que vendrá. Y también deslizó Wayne una explicación de cómo funcionan las instituciones en su país. "En el sistema de gobierno de Estados Unidos, los fiscales federales trabajan en forma independiente para hacer cumplir las leyes de los Estados Unidos. Eso es lo que sucedió en el caso de los arrestos efectuados y los cargos presentados en Miami".

A buen entendedor pocas palabras: el gobierno argentino sostiene que el poder político norteamericano armó el caso judicial. Pero surgía de las charlas que el gobierno norteamericano parece reivindicar en forma total en este caso, que no se investigó por jueces argentinos, el papel de la justicia independiente de su país.

"Las decisiones en cuanto al timing fueron tomadas exclusivamente de acuerdo a las necesidades de las autoridades legales y al movimiento y acciones de los acusados", insistió Wayne.

Por Mariano Obarrio
De la Redacción de LA NACION

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