lunes, 31 de diciembre de 2007

*ALBERTO MANSUETI ESCRIBE: “EL TRANQUILO ASCENSO DE RUMBO PROPIO”


Alberto Mansueti
En un país de Latinoamérica, en el Caribe más precisamente, hay una región llamada el Zulia, de vieja tradición liberal. Datan del siglo XVI las primeras rebeliones zulianas contra la proliferación de impuestos y monopolios de toda suerte.

Esa región, el Zulia -que fue el nombre de una princesa indígena-, queda en el Occidente de Venezuela, en la frontera con Colombia, bordeando el Lago de Maracaibo. La cultura lacustre, proclive a los intercambios entre gentes de una y otra orilla, parece inclinar a sus habitantes de preferencia al comercio y a la actividad económica. Y el acceso al Caribe y al Océano, parece orientarles a los intercambios intelectuales también, con el exterior. El Zulia ha sido siempre conocido por el vigor de su cultura, concientemente afiliada a la cultura occidental. Décadas atrás los zulianos bautizaban cristianamente a sus hijos con nombres griegos clásicos. Y ponían nombres romanos a sus casas.

Los zulianos

El petróleo vino después, y la compañía Shell y las demás petroleras, y los extranjeros, trayendo sus empresas de capitalismo masivo, y sus iglesias. Y llegaron los venezolanos de otras regiones, atraídos por las oportunidades de empleo y estudio. Todos fueron bienvenidos cordialmente. Y llegó la riqueza. Y con ella, un gusto por los productos de calidad superior, por el bienestar y las cosas buenas de la vida, por el trabajo racional y productivo que hace posible su disfrute, y por la independencia personal. Esas condiciones naturales hacen a los zulianos rechazar y resistir instintivamente al socialismo.

Aquí en el Zulia los liberales hemos inaugurado el Movimiento Rumbo Propio, y proponemos un Estatuto Autonómico para la región, de contenido liberal. Que en su forma se parece a los españoles, aunque mucho más breve, y no socialista. Y que en sus disposiciones es similar a los Estatutos chinos de las “Zonas Económicas Especiales”, aunque mucho más liberal. (A Chávez no le gusta nada esta idea nuestra del Estatuto ...)

Como Profesor de Ciencia Política -disculpen Uds. la deformación profesional- sé que ganar aliados entre potenciales amigos es importante, tanto como ganar neutrales entre potenciales enemigos. Y en Rumbo Propio tenemos éxito, modestia aparte. Cada día recibimos más muestras de apoyo de quienes comparten nuestras ideas y planteamientos, y de no hostilidad al menos de quienes no los comparten.

Razones para el éxito

El potencial de crecimiento de Rumbo Propio es muy alto. Y me parece que hay razones. Entre ellas, y no la menos importante, por supuesto, las mencionadas naturales condiciones de los zulianos. Pero hay más. Entre otras, las siguientes:

# 1) Nuestra lucha es ideológica, y por eso no agredimos a nadie: respetamos a todas las personas, aunque no a todas las ideas. Estamos contra el socialismo y en pro del capitalismo liberal. Nuestra propuesta, para quienes están hartos de socialismo, es atractiva. Para quien todavía dudan, es intrigante y motiva a la reflexión. Y para quienes la adversan, al menos tiene los méritos de ser novedosa y desafiante, en un país de cultura de izquierdas.

En consecuencia, y excepto para los estatistas profesionales, nuestra propuesta va para todos: amas de casa, estudiantes, obreros, desempleados, informales, empresarios, ganaderos, profesionales, etc. Y de todos los partidos, lo cual incluye a los del oficialismo como a los de la oposición. Y muy pero muy en especial de los independientes, no cercanos a la política -o demasiado cercanos, y ahora desilusionados o asqueados-, pero concientes de que la crisis requiere el compromiso de todos.

# 2) Nuestra propuesta es clara: el capitalismo liberal. Es la fórmula del éxito económico de los pueblos, demostrada históricamente por los países que hoy son ricos, y más recientemente por los “dragones” del Sudeste asiático. Es el Liberalismo Clásico de la Escuela austriana de Economía: Gobierno limitado, mercados libres, e instituciones privadas separadas del Estado. Y en esto, en nuestros principios, no podemos transigir ni ser flexibles. No hacemos concesiones al socialismo, al mercantilismo, o a cualquiera forma de estatismo.

# 3) Nuestra labor descansa en sólidas bases filosóficas, intelectuales y científicas. Rumbo Propio nació de la confluencia de dos instituciones académicas: el Centro de Economía de la Oferta-CEO, y la Fundación Metanoia-FM. En el CEO se enseña Economía, pero también realismo aristotélico. La Economía de la Oferta es una versión del libremercadismo muy afín y congenial con la filosofía realista, porque destaca la función del productor -trabajador y/o capitalista- tanto como el papel del empresario, y así traza un panorama más completo de la actividad económica.

Y en la Escuela Bíblica de Gobierno -adscrita a la FM-, en especial pero no exclusivamente para los creyentes, se enseña el antiguo marco bíblico y cristiano del pensamiento liberal. Razón de más para hacer nuestra propuesta interesante para los cristianos de todas las denominaciones y creyentes de todas las persuasiones. Practicando todos -creyentes y no creyentes, que los tenemos también entre nosotros- consideración recíproca y respeto mutuo, además de compañerismo y sincera amistad. (No meramente “tolerancia”, porque eso es un tanto despectivo.)

Pies en la tierra

# 4) Nuestra propuesta no queda en el aire. Adherimos a las tesis de Hans-Hermann Hoppe sobre las autonomías regionales como vía de acceso al capitalismo liberal. Por eso concretamos nuestro Programa en el Estatuto Autonómico del Zulia, que incluye -entre otras libertades-, los derechos económicos garantizados a los venezolanos en 1961 por la Constitución de entonces, que de inmediato fueron suspendidos sin término, arruinando con ello al país, y abriendo la puerta para pasar del socialismo pretendidamente “democrático” al pretendidamente “revolucionario”.

Para decidir sobre el Estatuto proponemos un referendum o plebiscito popular, por sí o por no, a realizar tan pronto concluyamos la presente fase de difundir el mensaje. Y para el plebiscito vamos a necesitar mucho apoyo y veeduría de fuera de Venezuela, porque repito, a Chávez no le gusta la idea.

De resto, excepto mentir o robar, hacemos lo que hace o debería hacer todo movimiento político: imprimimos y distribuimos propaganda, levantamos vallas murales, promovemos reuniones, pasamos el mensaje y pedimos firmas, ayuda económica o en trabajo voluntario, etc. Y cosa muy importante: la gente corriente entiende el mensaje, y nos escucha y nos apoya, ¡sin necesidad de concesiones a la demagógica fraseología de izquierdas! Podemos ser un movimiento liberal ortodoxo y a la vez de pueblo.

# 5) Nuestra línea es bien definida y demarcada. Otros grupos liberales en América latina en cambio fracasan porque no logran deslindarse de posiciones casi anarquistas, o “neo” liberales (fracasadas en los ’90), o casi socialdemócratas. Esas diferencias son insalvables, y por eso la discusión es crónica en esos grupos, y por eso su inacción es permanente.

El Liberalismo Clásico de tipo austriaco gira alrededor del concepto de “Gobierno limitado”. Ahora bien, mucha gente se dice liberal, de nombre, pero tiene problemas con la idea de “Gobierno limitado”. ¿Qué parte de “Gobierno limitado” no entienden? Bueno, los casi anarquistas no entienden la parte de “Gobierno”. Y los “neo” liberales de los ’90, y los casi socialdemócratas, no entienden la parte de “limitado”. Por supuesto que estos grupos no pueden ponerse de acuerdo con nosotros los austrianos, ni entre ellos tampoco. Y por eso el fracaso de los reiterados intentos de llegar a un acuerdo, propiciados sólo porque todos de palabra se dicen “liberales”.

En todo movimiento político, la homogeneidad ideológica suele ser inversa al número de sus integrantes, sobre todo en sus comienzos; pero sin embargo la compactación favorece su rápido crecimiento. No crecen los grupos inicialmente “amplios” y heterogéneos, que pretender ser masivos al arranque, sin el trabajo paciente de convencer y reclutar. Crecen los grupos compactos, aunque inicialmente pequeños, como los múltiples minigrupos de izquierda, pero internamente homogéneos, que tanto crecieron después en el siglo XX. La velocidad de crecimiento de un grupo político parece estar en relación directa con la homogeneidad ideológica e inversa con el tamaño inicial. (Otra vez, disculpen por favor la deformación profesional …)

¿Izquierda? ¿Derecha?

Con el Economista Néstor Suárez, impulsor y líder de este Movimiento, nosotros en Rumbo Propio no queremos nada con el socialismo ni con las izquierdas que lo propician.

Y sí, bueno, muchos nos llaman derechistas, pero eso no nos acompleja. Al contrario, es buena señal, ya que el liberalismo de verdad no es “políticamente correcto”. Y después de todo, ¿qué fue o es Izquierda? ¿y Derecha? En la Revolución Francesa, Izquierda fue jacobinismo y guillotina. Terror y sangre. Derecha fue en 1792 la coalición de liberales, conservadores católicos, demócratas constitucionales y monárquicos, que se pusieron de acuerdo en detener las masivas ejecuciones, deportaciones y confiscaciones. Gracias a Dios. Y en el siglo XIX, Izquierda fue Revolución, y Derecha fue la contención del programa sangriento y destructivo de las Revoluciones. En el siglo XX, desde la Revolución Rusa, Izquierda fue el socialismo en versión dictadura “del proletariado”, que arbitrariamente y de mala fe impuso llamar “derechista” a su mellizo, el socialismo en versión dictadura “de la raza elegida”.

Pero ¿ser de Derecha es algo malo …? Creemos que no. Y creemos que el “Centro” es una forma de eludir la cuestión. O algo peor: el nombre de la economía “mixta” de la “tercera vía”. Y hasta tanto se nos demuestre lo contrario, nos mantenemos firmes en esas opiniones. Como en las demás de nuestro ideario.

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