Las
malas compañías ocasionan distanciamientos.
Quizás por esto son menos las naciones que hoy nos estrechan la mano,
aun conociendo nuestras referencias
históricas, económicas, democráticas y pacíficas. En cambio, los denominados “países del
mal” nos coquetean por sus planes
armamentistas y proyectos nucleares, en
base al dominio e imposición de modelos compatibles con la esclavitud de la
humanidad. Qué desdicha fue para
Venezuela el salto de la democracia al comunismo; perdimos la imagen que teníamos como nación
progresista y emprendedora.
Sorpresivamente, pasamos a ser vistos como colaboradores afectos a las
guerrillas colombianas. Pudiéramos decir que afortunadamente nuestro
aporte no se manifestó en la cooperación armada, pero nada nos quita la
etiqueta de participantes del narcotráfico por las innumerables muestras que
quedaron al descubierto.
No
son coincidencias las manifestaciones de proximidad entre el difunto Hugo Chávez y los
mandatarios de Libia, Irak, Irán, Rusia y Siria, entre otros países
de corte autoritario; acercamientos que mantienen su vigencia en el
gobierno de Nicolás Maduro, quien dada su sensibilidad por estos regímenes, puso a disposición de
Palestina espacios en el suelo
venezolano para recibir a jóvenes de ese
país. Con esta conducta política, difícil es darle crédito a
los trapos rojos de Maduro: golpe de estado, invasión a Venezuela por parte de
los Estados Unidos, las firmas de ingrata recordación del fantasma Luis Tascón
y todas aquellas elucubraciones que lo hacen sentirse el muchacho de la
política.
La palabra soberanía no es simple retórica, y el gobierno Chávez-Maduro es
quien menos pudiera invocarla, porque
para ellos soberanía es entreguismo.
¿Cómo quedan los 16 años arrodillados ante el altar de Fidel
Castro? No existió peligro alguno de guerra, lo que entendimos es solo
una advertencia a los chavistas, militares y civiles que participan en la
violación de los derechos humanos y todo hecho
delictivo con beneficios logrados.
Venezuela le ha aportado a Cuba en subsidios,
ayudas y negocios 300.000 millones de dólares anuales. En el 2000 se suscribió el primer acuerdo
de 150, que han firmado
Cuba y Venezuela; acuerdos que abarcan cualquier tipo de
actividades. El petróleo
lo han adquirido a su conveniencia;
pero además, se estima que en
nuestro país hay unos 50.000 cubanos realizando diversas actividades: médicos,
entrenadores deportivos, escoltas y
soplones. Ese es el verdadero enemigo
que hace 16 años nos invadió y le entregamos nuestra soberanía.
Luis
Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
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