sábado, 9 de marzo de 2013

PER KUROWSKI, ¿QUÉ FE DE VIDA PEDIRLE A VENEZUELA?

Nuestro país, para muchos fines prácticos, está muerto. Para levantar la esperanza de quienes la ruegan viva, y para combatir a los zombies-zamuros quienes solo quieren aprovechar su cadáver, Venezuela debe enviarnos una esperanzadora Fe de Vida. De lo contrario mejor enterrarla, rezando que lo tanto maravilloso que tiene logre florecer, sin malas-hierbas y culebras.
EN ARGENTINA
Cada quien es libre de indicar lo que desearía ver en tal Fe de Vida. He aquí algunas de mis esperanzas.
Antes que nada, que refleje haber profundamente comprendido la necesidad de más nunca permitir la acumulación de tanto poder económico en tan pocas manos, como lo que hoy ocurre con nuestras resultas petroleras.
Que en cuanto al petróleo aclare que los sembradores somos los ciudadanos y no los burócratas, y muchísimo menos solo quien ocupa la posición de presidente.
Que cada ciudadano tenga el derecho de recibir una cuota parte de sus resultas petroleras, y el honroso deber de pagar un porcentaje de éstas al fisco nacional, para así aclararle a sus gobernantes, que aquí los ciudadanos son sus jefes.
En materia de planificación económica, que reconozca que nuestro futuro depende de darle oportunidades a los que tienen la voluntad y la capacidad para aprovecharlas, creando valor añadido; esforzándose evitar que éstas caigan en manos de los aprovechadores, que solo consumen parasitariamente el valor que ya existe.
Ruego que indique la voluntad de asegurar que los méritos y los conocimientos reconocidos, no sean aquellos sustentados en destrezas para alabanzas bobaliconas, o en la simple pertenencia a unos círculos de admiración mutua.
Debe brotarle transparencia por todos lados. Por ejemplo, en la Junta Directiva de Pdvsa, deberá existir una sólida representación ciudadana elegida de manera democrática.
Debe restablecer la absoluta fe en la propiedad privada. Como una señal inicial de buena fe, debe aceptar devolver de inmediato a sus propietarios originales, todas aquellas tierras agrícolas que demostrativamente producen menos que antes... para luego, por supuesto, solventar todos los demás reclamos que se presenten.
Debe aclarar que no es por oposición a lo privado que Pdvsa se maneja como algo público, sino por cuanto abrirlo a lo privado, crea una peligrosa trocha por la cual futuros demagogos pueden transitar... y por cuanto en el mundo de hoy, por ejemplo con sus impuestos a la gasolina, la OPEP se hace necesaria, a menos que queramos venderle el petróleo al mundo a precio de costo marginal de extracción, sin asignarle valor adicional alguno.
En materia de justicia social deberá requerir que toda propuesta regulatoria dirigida a mejorar la situación de los pobres, contenga un análisis detallado sobre cuánto tal propuesta, en realidad, puede beneficiar más a los menos necesitados.
Debe establecer la férrea voluntad de asegurar la posesión real de toda nuestra Guayana, con el fin de ponerle un total y absoluto freno a su destrucción ambiental.
Para refundar la fe en la democracia, debe asegurar que el Consejo Supremo Electoral refleje variedad de opiniones y no uniformidad de obediencia, así como descartar las capta-huellas, por el solo hecho de emitir unas señales odiosas.
Debe querer a toda costa recuperar, para todos los venezolanos, las calles que hoy se encuentran en posesión de la delincuencia.
La Fe de Vida que yo quiero, establece el día del petróleo, para que aprendamos a respetar y agradecer el recurso que la Providencia nos ha legado.
‏@PerKurowski
perkurowski@gmail.com

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ALBERTO JIMÉNEZ URE, EL DRAMA DE LA HISTORIA Y LOS «HISTORIADORES»

«La Historia sería un individual registro de hipotéticos hechos. Pero, las definiciones deben fundamentarse. No podemos presumir para luego definir. Investigamos, procesamos datos, los sometemos a pruebas de autenticidad y, más tarde, fijamos un concepto. Honro a la verdad cuando afirmo que la Historia es, también, una arbitraria acumulación de acaecimientos improbables y prolija en maquillajes»


Siempre he pensado que jamás la historia podría asumirse cual «disciplina científica». Sencillamente, porque es –a mi juicio– un «caprichoso» e «individual» registro de acaecimientos. Los historiadores, por tanto, se aproximan más a los hacedores de literatura que a los hombres de ciencia.
HECHOS, INTERPRETACIONES
Quien se dedica a escribir sobre los sucesos que juzga trascendentales sabe, perfectamente, hasta qué punto es subjetiva su exposición: “fidedigna” transcripción de lo «incidental».
Pero, ¿cómo debe el humanista codificar los sucesos importantes y dignos de ser conocidos –en el futuro– mediante sus crónicas o ensayos? ¿Acaso censurándolos? ¿Es «válido» y «científico» anteponer principios morales a su redacción?
Por muy buenas que parezcan sus intenciones, los historiadores suelen ser frágiles exponentes de hechos que les impactan o que conmueven a un gran número de habitantes del mundo. Más serios lucen quienes desestiman elementos que solo a ellos impresionan, por supuesto. Pero, igual parecen poco severos los que sopesan los acaecimientos de acuerdo a sus adhesiones doctrinarias.
Lo cierto es que alrededor de esa disciplina se teje toda clase de marañas. En el mundo Moderno y Post-Moderno, prosperan los historiadores de mercenariado o palangres: oficializados, mediatizados (frente a los cuales sobreviven los auténticos profesionales de la Historia, que sirven a universidades o empresas privadas).
Aunque hoy muchos promueven la idea que la Historia sea reconocida como una «ciencia», nunca podría –de facto– decretarse. Inclusive, los sucesos que se hacen públicos y que alcanzan periodística difusión no siempre reflejan la realidad «aparencial». Cuando no los vuelven imperceptibles y expertas en camuflajes personas, son maquillados por los gobernantes de acuerdo con sus necesidades políticas.
Algunos eminentes han pretendido establecer que la Historia consiste «en la compilación de la mayor cantidad posible de datos irrefutables y objetivos» (Edward Hallett CARR en: ¿Qué es la Historia? Seix Barral, S. A., Barcelona, España, p. 20).
Entre los científicos, nada puede ser tenido por irrefutable. Si ellos –que tiempo atrás desecharon a los empiristas– sostienen la falibilidad de ciertas teorías, ¿qué argumentos blandiríamos los humanistas para infundir aires de irrefutabilidad a cualquier dato histórico?
LA HISTORIA Y LOS AVANCES EN MATERIA DE COMUNICACIÓN
Pululan quienes, ingenuamente, aseguran que las filmaciones representan pruebas irrefutables de la veracidad de unos hechos. Aparte que existe la simulación –que puede igualmente filmarse– abundan técnicas para elaborar montajes fílmicos. Ningún historiador auténtico documentaría sus afirmaciones con películas.
Los avances en materia comunicacional no dotan al historiador de mejores instrumentos de trabajo; por lo contrario, lo vuelven más débil e inseguro. Filmaciones «en vivo» y «vía satélite», textos transmitidos por «fax», «tabletas», «celulares» o «equipos digitalizados de fotografía»; todos, digo, son elementos que no deberían tomarse cual incuestionable documentación para una persona severamente dedicada a la Historia.
ENTONCES, ¿QUÉ ES LA HISTORIA?
Si presumimos que ningún hombre está exento de caer en la tentación de redactar –acomodaticiamente– cualquier suceso juzgable trascendental, la Historia sería un individual registro de hipotéticos hechos. Pero, las definiciones deben fundamentarse. No podemos «presumir» para luego «definir». Investigamos, procesamos datos, los sometemos a pruebas de autenticidad y más tarde fijamos un concepto. Honro a la verdad cuando afirmo que la Historia es, también, una arbitraria acumulación de acaecimientos improbables y prolija en maquillajes.
¿PARA QUÉ SIRVE LA HISTORIA?
La interrogante por mí empleada como inter-título es, sin dudas, baladí. Previo y profesoral ritual, suele formularse a los que se inician en el estudio de la Historia.
Pese a que no es «científica», pienso que la mencionada disciplina si orienta un poco a los seres humanos. Al centro de profusas informaciones, algo sería rigurosamente cierto. Por ejemplo: lo que se ha escrito sobre BOLÍVAR, aun pareciendo fantástico, ilumina lo que fueron aquellos tiempos de combates contra el Imperio Español.
La admiración y el odio que inspiraba Simón BOLÍVAR precipitaron múltiples e históricas versiones respecto a lo que fue su existencia, pensamiento y acción. Pero, fue (mortal) hombre y dirigió regimientos.
Simultáneamente, es indiscutible y no «probable». Los testigos presenciales ya entraron a la muerte. Las cartas y legados escriturales del «Libertador» nos hacen presumir, una vez más, que vivió.
La Historia, aun la fabulada, sirve. Nos entretiene o advierte. Nos pone atentos. Nos invita a imaginar un inatrapable y desconocido mundo. También sirven la Literatura, el Cine, la Política. Todas, disciplinan que satisfacen apetencias intelectuales.
@JUREscritor

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THAELMAN URGELLES, HORAS DECISIVAS DE SUPERVIVENCIA

La oposición y los intelectuales encaramos horas decisivas de supervivencia. 
Amanece, luego de la conmoción inevitable producida por la noticia de ayer, y de inmediato debe movilizarse el pensamiento de quienes tienen responsabilidades de conducción política o en la formación de opinión. Desde ayer mismo, también antes de ayer y sobre todo en esta mañana del “día después” se percibe que, en medio de su dolor, los herederos de Chávez no dan puntada sin hilo en su tarea de edificar el mito de un nuevo Libertador y santo mayor de los venezolanos.
Las apresuradas visitas de los presidentes latinoamericanos más cercanos de la revolución y el tono de sus declaraciones iniciales revelan que no se darán pausa en su proyecto de crear en Venezuela un nuevo peronismo, un anchísimo alfombrado político que cubra el territorio nacional de pared a pared y fuera del cual no sea posible organizar nada, expresar nada, representar nada. 
Al cabo de 60 y pico de años, en la Argentina ha cristalizado ese fenómeno mediante el cual no se puede hacer política real fuera del peronismo, es sus variadas versiones y facciones. Pero tuvo que transcurrir todo ese tiempo, en medio de las peores convulsiones políticas y militares, de tragedias sin límite, de catástrofes económicas y del sufrimiento inenarrable de millones de personas, para edificar el contrasentido de una religión política de Estado.
Ante los ojos asombrados de millones de venezolanos con sentido crítico, en nuestro país se está intentando a toda prisa una operación de similar calado, esta vez con el concurso de un entorno internacional que está demostrando carecer de pruritos para arrimar su hombro a la tarea. 
El agigantamiento de la obra de Bolívar no fue cosa de un día. Aún en la hora de su muerte, El Libertador fue un hombre polémico, discutido y cuestionado. Fue en el curso de los años y décadas siguientes cuando unas repúblicas sosegadas para el análisis de la grandeza de su labor y obra constructora fueron reconociendo la dimensión histórica del personaje. No hubo en aquel momento ningún aparato de propaganda al servicio de un acelerado operativo de imagen corporativa, para cimentar improvisados pedestales de exagerada grandeza.
¿Lo vamos a permitir los venezolanos que conservamos un mínimo de criterio propio, sindéresis y autorespeto? 
¿Lo va a permitir la dirigencia política opositora, responsable en grado sumo de mantener estos temas en su correcta dimensión política e histórica, sobre todo cuando se reconocen los fines claramente electorales de la operación? 
¿Lo va a permitir lo que queda del chavismo serio y honrado? ¿Lo vamos a permitir los intelectuales, cuyo mínimo compromiso con la verdad histórica y la reflexión objetiva nos obliga a defender a la población menos ilustrada de tales acciones sobre su independencia de pensamiento?
Hoy viene a mi memoria el ejemplo del gran Borges, elevado como un solitario mástil ante la edificación del mito peronista y quien por ello pagó un alto precio; y el muy digno de Cortázar, cuyo autoexilio de por vida fue originado en la misma causa.
Todo esto se puede ejecutar de inmediato, sin por ello faltar al debido respeto y a la discresión aconsejada en estos casos. Vemos que el oficialismo ejerce su dolor sin descuidar ni por un segundo sus objetivos político-electorales.
 “Llorando y vistiendo el muerto”, como dice el dicho popular. 
Y nos preocupa que la oposición se deje arrastrar por el microclima que indudablemente se va a instalar durante los próximos días, en el país y en Latinoamérica toda. Estoy conciente del riesgo que asumo al escribir esta nota tempranera, mas no podría dormir tranquilo, ni mirar a los ojos de mis hijos y nietos, si por una aconsejable prudencia me inhibiese de hacerlo.
turgelles2@gmail.com

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MOISÉS NAÍM, LO BUENO, LO MALO Y LO FEO

La consecuencia más positiva de su mandato es que hizo añicos la coexistencia de Venezuela con la pobreza; la peor, que no dejó un país mejor que el que recibió. Chávez merece que se le recuerde como una oportunidad perdida
Ya antes de su muerte, Hugo Chávez se había sumado a Fidel Castro y  Ernesto Che Guevara en el panteón de líderes latinoamericanos a los que se reconoce al instante en todo el mundo. Y, como Castro y Guevara, Chávez es de lo más polémico. Es objeto de una profunda admiración que se transforma enseguida en veneración apasionada, y de un antagonismo que se convierte con la misma facilidad en odio intenso. Chávez murió el martes, a los 58 años, después de dos años de tratamientos contra el cáncer, según el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro.
Es inevitable que su labor sea tan difícil de valorar con objetividad como la de otros dirigentes controvertidos como Mao y Perón. No obstante, aunque los actos de Chávez susciten discusiones sin fin, su legado tiene ciertos aspectos indiscutibles.
LO BUENO:
La consecuencia más duradera y positiva del mandato de Chávez es que hizo añicos la pacífica coexistencia de Venezuela con la pobreza, las desigualdades y la exclusión social. No fue el primer líder político que convirtió a los pobres en el centro de la conversación nacional. Ni tampoco fue el primero que aprovechó el aumento de los ingresos del petróleo para ayudar a esos pobres. Pero ninguno de sus antecesores lo había hecho de manera tan agresiva ni con un sentimiento de apremio tan apasionado como Chávez. Y nadie tuvo tanto éxito como él a la hora de fijar esta prioridad en la mentalidad colectiva e incluso exportarla a los países vecinos y más allá. Además, su capacidad de hacer que los pobres sintieran que tenían a uno de los suyos en el poder no tiene precedentes.
Otro aspecto positivo de su legado es que acabó con la indiferencia política y la apatía generalizadas, alimentadas durante decenios por un sistema en manos de unos partidos políticos en descomposición y ajenos a la realidad. El despertar político del país que desencadenó Chávez ha absorbido a habitantes de las barriadas, trabajadores, estudiantes universitarios, la clase media y, por desgracia, también los militares. Y aquí es donde comienza el legado negativo de Chávez.
LO MALO:
Tras 14 años en el poder, Chávez no ha dejado el país con una democracia más fuerte ni una economía más próspera. A pesar de sus constantes recordatorios de que por fin había logrado que los pobres, tanto tiempo excluidos, vivieran con autonomía, y a pesar de que en su presidencia se produjo el aumento más largo y desmesurado de los ingresos por petróleo en toda la historia de Venezuela. Chávez y sus partidarios afirmaban que, durante su mandato, se celebraron 15 elecciones nacionales y referendos, y que sus programas sociales fomentaban la participación y la democracia “directa” o “radical”.
Sin embargo, como explica el prestigioso profesor estadounidense Scott Mainwaring, para que exista democracia es necesario que haya “elecciones libres y justas para designar el Gobierno y la cámara legislativa, el derecho casi universal al voto de los adultos en la era contemporánea, la protección de los derechos políticos y las libertades civiles y el control civil del Ejército.
El régimen de Chávez no cumple, ni mucho menos, la primera y la tercera de estas características de la democracia. No existe igualdad de oportunidades electorales, y el respeto a los derechos de la oposición se ha deteriorado gravemente. El Ejército está mucho más politizado e interviene mucho más en política que antes de Chávez”.
En realidad, el presidente Chávez fue uno de los que antes y con más destreza supo poner en práctica una estrategia política común tras la guerra fría en muchos países que los politólogos califican de regímenes autoritarios competitivos. En ellos, los dirigentes obtienen el poder mediante elecciones democráticas pero luego cambian la Constitución y otras leyes para debilitar el sistema de control al Gobierno, con lo que se aseguran la continuidad del régimen y su autonomía casi absoluta y, al tiempo, conservan una pátina de legitimidad democrática. No es casual que Chávez fuera el jefe de Estado que más tiempo estuvo en el poder de toda América.
La otra herencia paradójica —y negativa— de Hugo Chávez es una economía que es un desastre. Es paradójica porque su mandato coincidió con una subida de los precios de las materias primas y la presencia de un sistema financiero internacional lleno de dinero en efectivo y dispuesto a prestar a países como Venezuela. Además, el presidente tenía libertad para adoptar cualquier política económica que quisiera sin limitaciones nacionales, internacionales ni institucionales de ningún tipo. Sin embargo, en el momento de su muerte, pocos países sufren unas distorsiones económicas semejantes.
Venezuela posee uno de los mayores déficits fiscales del mundo, la mayor tasa de inflación, el peor ajuste del tipo de cambio, el incremento más rápido de la deuda y una de las mayores caídas de la capacidad productiva, incluso en el crítico sector del petróleo.
Además, durante la era de Chávez, el país cayó a los últimos puestos de las listas que miden la competitividad internacional, la facilidad para hacer negocios y el atractivo para los inversores extranjeros, y subió a los primeros puestos entre los países más corruptos del mundo. Este último dato es otra paradoja más de un líder cuyo ascenso al poder se basó en la promesa de eliminar la corrupción y aplastar a la oligarquía.
La burguesía bolivariana -—los boliburgueses, como llaman los venezolanos a la nueva oligarquía, formada por los más estrechos aliados de las autoridades del régimen, sus familias y amigos— ha amasado enormes fortunas gracias a contratos corruptos con el Gobierno. Y eso también forma parte de la desgraciada herencia dejada por Chávez.
LO FEO: 
El presidente Chávez deja una sociedad ferozmente polarizada. Aunque siempre existieron divisiones sociales, el estilo político de Chávez hacía demasiado hincapié en alimentar los resentimientos, la rabia y la venganza, hasta niveles antes desconocidos. Tendrá que pasar mucho tiempo y habrá que hacer muchos esfuerzos para sanar las heridas causadas por las inmensas dosis de conflicto social que el presidente promovió y de las que se aprovechó. Otra faceta desagradable del mandato de Chávez es que, durante su presidencia, Venezuela se convirtió en uno de los países con más asesinatos del mundo. Kabul y Bagdad son más seguros que Caracas, donde los homicidios y los secuestros se han vuelto parte de la vida diaria. Los organismos internacionales de policía consideran asimismo que el país es un refugio de falsificadores, blanqueadores de dinero y traficantes de seres humanos, armas y, por supuesto, drogas. Según Naciones Unidas, Venezuela se ha convertido en el principal proveedor de drogas de Europa. El Departamento del Tesoro estadounidense ha acusado a ocho miembros destacados de la Administración de Chávez, incluidos el antiguo responsable de los servicios de inteligencia y el ministro de Defensa, de encabezar redes de narcotráfico.
Ante todo ello, Chávez permaneció callado insólitamente y pasivo. Su complacencia mientras veía cómo su país caía en una espiral de asesinatos y crímenes es uno de los aspectos más desagradables e imperdonables de sus años de mandato.
» La oportunidad perdida. El pueblo venezolano dio a Chávez un cheque político en blanco y, gracias al boom prolongado de los precios del petróleo, contó también con un cheque económico en blanco. Pocos jefes de Estado han podido aunar el enorme apoyo popular y los inmensos recursos económicos de los que disfrutó Chávez durante 14 años. Su control absoluto de todas las palancas del poder le permitió hacer lo que quería. Y lo hizo. Modificar el nombre del país, cambiar su bandera, imponer una zona horaria nueva y especial para Venezuela. Y mucho más. Lo que no hizo fue dejar el país en mejor situación que cuando llegó a la presidencia. Hugo Chávez merece que se le recuerde como una oportunidad perdida.
@MoisesNaim

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RUBÉN G. CONTRERAS G., LA MENTIRA DEMOSTRÓ QUE TIENE PATAS CORTAS

Sucedió lo inevitable a pesar del hermetismo y de la trama novelesca que montarón los acolitos seguidores del expresidente finado teniente coronel Chávez. Ya no podían seguir escondiendo la verdad, además los apagones y caida de la nergía eléctrica los tenían al descubierto.  Recordemos lo que dijo Abraham Lincoln, al pueblo se le puede engañar un tiempo, durante algún tiempo, pero al pueblo no se le puede engañar todo el tiempo, y a pesar de montar esa trama que compitió con la novela más famosa de la radio en Venezuela como fue  
El Derecho de Nacer, sus guionistas y directores desde Cuba, seguidos por esos intemperantes de aquí en Venezuela, encabezados por Maduro, Jaua y Cabello, tenían que afrontar la realidad ante la irreversibilidad  de esa enfermedad terminal que padecia el teniente coronel.
No podían seguir jugando con ese sector del pueblo que infaustamente se consideraba redimido ante el encantador de serpiente, por ese reparto de migajas producto de las distintas misiones, que sirvieron para esconder el extravio de  más de un billón de dólares que se desaparecieron por los caminos rojos de la robolución, lo que nos indica el comportamiento soez del embaucador de sabaneta, al frente de los destinos públicos de Venezuela, que cuando se haga un estudio serio de su paso desordenado tratando de refundar la patria y convertirla en una patria socialista, se podra apreciar la ruindad tautologica del finado teniente coronel.
Ya estamos viendo, que a pesar de la trama y  pretender esconder la realidad hay que afrontar lo acontecido, Inevitablemente e irremediablemente el arcano de los tiempos cobró su mesada, a aquel que apostó a la muerte, recuerden el lema "patria, socialismo o muerte", no pudo refundar la patria, ni imponer el socialismo, pero como apuesta es apuesta el apostó a la muerte y ganó su apuesta, se jugó a Rosalinda y el dado en la noche linda le devolvió sus corotos,  razón por la cual pasó a esa dimensión desconocida para quienes seguimos pisando tierra de manera vertical, mientras el se ganó como destino su cajón de pino, el cual será la antesala de sus seguidores que lo visitaran para contar las prebendas obtenidas durante esta gestión traumatica para Venezuela y para sus ciudadanos.
Ahora vendrán las excusas y lamentos, esperemos lo van a decir los adlateres del Tribunal Supremo de Justicia. quienes en ningún momento se portaron a la altura de las circunstancias, y a pesar de lo complicado del estado de salud del finado, el 10 de Enero de 2013, desconocieron la constitución de la república de Venezuela y dieron un golpe de estado imponiendo al usurpador Maduro. En ellos no privó la racionalidad de aceptar  el mal estado  de salud, tal como lo reconoció el teniente coronel el 8 de diciembre de 2012, en el cual fue si acaso, el único acto de sinceridad en su accidentada vida, sino el morbido deseo de la perpetuidad en el poder, considerando que Venezuela es su botija para usufructuarla, y  a pesar de las exigencias de muchas personas acerca de la necesidad de comprobar el estado de salud del finado teniente coronel, aseguraron al igual que el teniente Cabello, en una histrionica función de circo asumida en la asamblea nacional,  que gozaba de inmejorables condiciones físicas, cuestión que se pudo comprobar hoy 5 de marzo cuando han anunciado lo definitivo.
Ahora vamos a tener golpes de pecho a granel y excusas por millares, Veamos a partir de hoy los partes de la dirigencia de quienes integran  el PSUV, de quienes se abrogan ser los sucesores del teniente coronel, especialmente del ministro Villegas, quien de una manera taimada daba los partes oficiales acomodaticios según los intereses del regimen, por un lado para ellos preparar las circunstancias que le permitieran al inMaduro posicionarse ante el pueblo venezolano a fin de venderse como el sucesor del teniente coronel, y por otra  parte  para sembrar esperanzas en aquellos, que consideraban al teniente coronel un mesias, por el hecho de dotarlos de una pensión  a través de una misión,sin prestar un beneficio al estado, creando de la manera más perversa una masa de indigentes que se lucran de la ubre manantial del estado, de una manera parasitaria, ya que en vez de enseñarles a pescar para obtener un oficio perdurable y que les sirviese  para ganarse  el sustento, se les induce
a la flojera perversa a tender la mano como cualquier pedigueño, en la que no hay sentido de pertinencia y pertenencia por mejorar nuestros niveles de creatividad para optimizar el trabajo y desarrollo del país.
Afrontemos la realidad, debemos pasar esta oscura página en la historia de Venezuela, Ya el teniente coronel se fue a otra dimensión en la cual seguro a lo mejor fue a encontrarse con Franklyn Brito y con los muertos de la avenida Baralt, masacrados por sus seguidores de Puente Llaguno y con los cientos de miles que han  sucumbido por la inseguridad que impuso como política de estado.  A lo mejor se están sincerando, redimiendo, o pidiendo cuentas, no lo sabemos, pero lo veraz es que no pueden seguir engañando al pueblo, ya que todos los doctores de medicina, como Oleta, Marquina, Orihuela y otros basandose en estudios explicaban lo crudo y rudo de la enfermedad padecida, que no era vista de la misma manera por quienes disfrutan del saqueo a la Venezuela actual. Y por no aceptar la realidad, así como por el odio generado por esa división impuesta durante estos catorce años, pretendían esconder una verdad del tamaño de una catedral o del iceberg que chocó con el Titanic, que hoy los puso al descubierto.
Una nueva pagina se empieza a escribir a partir de ahora y  el pueblo, la ciudadanía, debe sopesar lo acontecido y darse cuenta de la realidad vivida, de las tramas y recovecos utilizados para esconder la verdad por el propio teniente coronel, quien se presentó a una elecciones asegurando que gozaba de buena salud, conciendo él su propia verdad que hoy es del dominio público al pasar a pertenecer al mundo de los muertos. Se debe seguir confiando en ese tipo de gentes, es en esa gente  que después que me mintieron durante tanto tiempo, a la cual yo les debo depositar nuevamente mi confianza. No debo hacer una catarsis y afrontar la realidad, quien miente una vez miente todas las veces que pueda para lograr sus objetivos y Venezuela necesita en estos momentos de gente que le hable claro y no le siga mintiendo ni proponiendo paquetes rojos que le desvalorizan su salario y su vida.
rubencontrerasg@gmail.com

@RubenContreras


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EMILI J. BLASCO, NI CORREA NI KIRCHNER SUSTITUIRÁN A CHÁVEZ, ABC (ESPAÑA)

El liderazgo de Hugo Chávez no va a tener sustituto en el populismo latinoamericano. Razones se pueden apuntar varias, pero la principal es que nadie, ni Rafael Correa ni Cristina F. de Kirchner, por citar dos que se están moviendo mucho, tiene el petróleo con que comprarlo. Ni siquiera los sucesores en el chavismo estarán en condiciones de repartir barriles como Chávez ha hecho en los últimos años, porque el negocio se les está quebrando.

‘GRATIS’ A CUBA. 

El ‘regalo’ a los Castro de casi 100.000 barriles diarios durante estos años ha sido la tabla de salvación de Cuba tras la zozobra por el hundimiento del gran hermano soviético. Al mismo tiempo permitió la unción de Chávez como el heredero de la Revolución en el hemisferio. La isla no paga ninguna cantidad directa por el petróleo, sino que, de acuerdo con el convenio firmado por los dos países, sufraga la compra con la presencia de unos 100.000 cubanos en Venezuela para la prestación de diferentes servicios (polémicos, en algunos casos, por su función de ‘comisarios’). Cuba consume la mitad de ese petróleo, la otra mitad la vende, con lo que además consigue plusvalías. En 2012 recibió unos 95.000 barriles/día.

FACILIDADES A PETROCARIBE/ALBA. 

Ha sido la manera que ha tenido Chávez para controlar apoyos y evitar castigos en la OEA, Organización de Estados Americanos. Petrocaribe, alianza con una quincena de países caribeños, a los que Venezuela vende crudo permitiendo financiar parte de la factura petrolera mediante fondos de inversión y otros convenios, dio a Chávez una ascendencia sobre sus vecinos. La estrategia también incluye a países del ALBA que no están en Petrocaribe, como Bolivia. En total, Venezuela acordó entregar en 2012 a esos países unos 160.000 barriles al día, aunque la cifra quedó probablemente entorno a los 130.000.

PRECIO POLITICO A IRAN/SIRIA/BIELORRUSIA. 

Las relaciones establecidas por Chávez con Irán, que han permitido a este país esquivar algunas de las sanciones internacionales, contempla también la venta de petróleo venezolano al país islámico, aunque no está claro que Irán lo haya finalmente necesitado. Quien sí requirió combustible fue Siria, a la que Chávez ayudó el año pasado en medio de la guerra. La compra de armas a Bielorrusia se compensa en parte con entrega de petróleo. Es difícil aportar una cifra sobre el comercio de crudo con estos países, pero es posible que no haya ido más allá de 10.000 barriles/día.

LOS UNICOS QUE PAGAN. 

Los 950.000 barriles que diariamente compra Estados Unidos son los únicos pagados completamente –a una media en 2012 de 100 dólares por barril–, y no en especie. Es la única transferencia de capital, contante y sonante, que recibe PDVSA. 

CHINA

También desembolsa por sus 330.000 barriles diarios, pero lo hace en forma de créditos a cambio de petróleo a futuro, por lo que Venezuela ya se ha gastado el dinero cuando le sirve el crudo.

EL DESASTRE DE PDVSA. 

Así las cosas, en este 2013 la petrolera estatal venezolana puede alcanzar un déficit de flujo de caja de 31.500 millones de dólares, según estimación del experto Antonio de la Cruz, de Inter-American Trends. No solo ya no es la gallina de los huevos de oro de Venezuela, sino que incluso constituye un problema financiero.

@ejBlasco
http://abcblogs.abc.es/capital-america/2013/03/04/ni-correa-ni-kirchner-sustituiran-a-chavez/

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JUAN CARLOS HIDALGO *, EL LEGADO DE HUGO CHÁVEZ, FUENTE CATO INSTITUTE

Hugo Chávez podrá haber muerto, pero su legado de nacionalismo económico y autoritarismo político perdurarán en Venezuela por muchos años.

Es difícil determinar aún la magnitud de los daños. Venezuela, que otrora fue una de las pocas democracias —aunque imperfecta— en una región plagada de dictaduras militares, ahora se encuentra en el sótano de los principales indicadores latinoamericanos sobre calidad institucional y libertades políticas y civiles. Irónicamente, Chávez utilizó elecciones, plebiscitos y tecnicismos legales para destruir instituciones democráticas vitales, como la separación de poderes y la independencia de la prensa. Este modelo luego sería replicado en Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Chávez lo llamó “Socialismo del Siglo XXI”, aunque sus principales características —liderazgo mesiánico, control estatal de industrias clave y represión política— se asemejan más al fascismo.

El tejido social de Venezuela requerirá de años, sino décadas, para recuperarse. De acuerdo a Transparencia Internacional, es la nación más corrupta de América Latina. También es uno de los países más violentos del mundo, con una impactante tasa de 73 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Y es fácil vislumbrar cómo la situación podría empeorar aún más tras la muerte de Chávez. El gobierno ha armado y entrenado a por lo menos 25.000 milicianos cuyo objetivo último es “defender la revolución”. Ninguno de los potenciales sucesores de Chávez, empezando por el vicepresidente Nicolás Maduro, parece contar con la simpatía o la lealtad absoluta de estos chavistas fanáticos. Facciones bolivarianas radicales armadas con rifles de asalto rusos podrían perpetrar aún más violencia en los próximos meses, especialmente si la oposición se alzase con el triunfo en la elección presidencial adelantada. Lamentablemente, el profundo odio y desconfianza que ha dividido a la sociedad venezolana entre seguidores y opositores de Hugo Chávez permanecerá mucho después de su muerte.

La economía venezolana es una de las principales víctimas de Chávez. El último informe anual de Libertad Económica en el Mundo publicado por el Fraser Institute ubica a Venezuela como la economía menos libre de las 144 naciones analizadas. El país sufre de escasez crónica de electricidad y productos básicos. La inflación está entre las más altas del mundo. La infraestructura de Venezuela está literalmente cayéndose a pedazos luego de años de abandono, y su capacidad industrial y agrícola ha sido diezmada tras cientos de expropiaciones y nacionalizaciones. El país ahora importa el 70 por ciento de sus alimentos y el petróleo constituye un 95 por ciento de lo que recauda en exportaciones. El bolívar fuerte fue devaluado en un 32 por ciento hace unas semanas luego que una vorágine de gasto público antes de la elección presidencial de octubre dejara un enorme déficit fiscal del 8,5 por ciento del PIB. Y puede que eso no sea suficiente: el dólar se cotiza en el mercado negro a más de tres veces el valor del nuevo tipo de cambio oficial. Es decir, una devaluación todavía más significativa se ve venir en el futuro cercano.

Chávez no habría podido implementar su agenda populista si no hubiera sido por el petróleo, cuyos ingresos algunos estiman en $980.000 millones durante sus 14 años de gobierno. Alrededor de un tercio se gastó en programas sociales —esto explica su genuina popularidad entre los pobres. Pero el resto fue dilapidado en dudosas inversiones o se destinó a inflar las cuentas bancarias de una nueva clase privilegiada cuyos miembros ahora son conocidos como los “boligarcas” debido a la espectacular manera en que han prosperado gracias a la denominada revolución bolivariana. Decenas de miles de millones de dólares también fueron utilizados para impulsar sus ambiciones regionales, financiando partidos políticos, gobiernos e incluso guerrillas de extrema izquierda en América Latina.

Los estados cliente de Venezuela sufrirán en diferente grado la partida de Chávez. Sin su masivo subsidio petrolero y otros regalos que recibe de Venezuela —que equivalen a aproximadamente un 6 por ciento de su PIB— la  extremadamente vulnerable economía de Cuba podría hacer implosión. Ya que esto puede poner en riesgo la continuidad de la dictadura de los Castro, el gobierno de La Habana está jugando un papel decisivo en decidir quién reemplazará a Chávez y cómo se llevará a cabo la sucesión. Otros aliados regionales como Argentina, Nicaragua, Ecuador y Bolivia podrían también enfrentar recortes en asistencia económica, aunque no lo suficientemente significativos como para arriesgar la permanencia en el poder de sus respectivos líderes. Sin embargo, no hay duda que la importante amenaza que en su momento representó el populismo de izquierda en América Latina se verá disminuida por la ausencia de la billetera y el carisma de Chávez— y también por el evidente desastre que dejó tras su paso.

En el recuento final, la historia recordará a Hugo Chávez como un caudillo autoritario cuyas políticas retrocedieron el desarrollo y las instituciones venezolanas por décadas. Mientras más rápido Venezuela y América Latina pasen la página, mejor.

* Analista de Políticas Públicas para América Latina del Cato Institute.

@jchidalgo

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MILOS ALCALAY, AHMADINEJAD Y LA VERDAD SOBRE AMIA, BRUJULA DIPLOMÁTICA

No es un secreto para nadie, que los países del ALBA, gracias a las gestiones del Gobierno Bolivariano, han logrado promover relaciones estratégicas y el respaldo abierto al Presidente Ahmadinejad quien ha recorrido las capitales de sus miembros: Caracas, La Habana, Managua, Quito, La Paz, para suscribir acuerdos de todo tipo, muchos de ellos violando las sanciones internacionales impuestas al Iran. 

A estas posiciones se suma el Brasil durante el Gobierno de Lula, quien propició una mediación internacional con Irán en la cuestión nuclear, que tuvo como resultado un rotundo fracaso por el rechazo de la comunidad internacional como respuesta a las posiciones intransigentes del país Asiático.

Esta vez, la relación privilegiada con el Irán le correspondió adoptarla a la Presidenta Kirschner, hasta tal punto que el diario oficialista de los Ayatolas Persas, el “Teheran Times” publico en sus titulares que “Irán y Argentina asestan un serio golpe al sionismo” dando de esta manera su respaldo al Memorándum de Entendimiento recientemente suscrito entre la Presidenta Cristina Kirschner y el Presidente Ahmadinejad,  aprobado en el Congreso Argentino gracias a la mayoría que tiene el partido de Gobierno.

Las reacciones adversas no se hicieron esperar en Buenos Aires, ya que diversas instituciones volvieron recordar además que hace una década se produjo el criminal atentado ocurrido en Buenos Aires contra la Asociación Mutual Argentina (AMIA),  institución judía en la que murieron 84 inocentes victimas y quedaron heridas más de 300 personas cuya responsabilidad se atribuye a ocho iraníes, entre ellos el actual Ministro de Defensa del Irán Ahmad Vahidi.

El  proceso judicial contra los terroristas  no ha podido avanzar por los obstáculos de todo tipo opuestos por el Gobierno de Ahmadinejad, lo que constituye una seria preocupación por los riesgos de la presencia del brazo del terror en America Latina por la  presencia del fundamentalismo islámico. La Jefa de Estado pone en duda las investigaciones del Secretario de Inteligencia Francisco Larcher, además de las actuaciones adelantadas por el juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman y sus denuncias ante la Interpol con el pedido de captura de los acusados por el crimen de AMIA.

La posición de la Presidenta Kirschner,  le permite a los Iraníes -quienes se encuentran en pleno proceso electoral-  aplaudir al Gobierno Argentino por la creación de la “Comisión de la Verdad”,  especialmente porque les permite utilizar este argumento para diluir las acusaciones contra Teherán y ganar nuevos espacios en el campo internacional, revirtiéndolo a su favor para regresar a su habitual arenga para denunciar ser la victima del “complot sionista montado por Estados Unidos e Israel para acusar a Irán”  cuando lo fundamental es buscar que se haga justicia en respuesta a los muertos de la AMIA, cuyas investigaciones se han basado en el pasado en la verdad procesal, legal y real, sin necesitar una Comisión Especial para ello.

@milosalcalay

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DARIO ACEVEDO, ASIMETRÍAS JUDICIALES Y HUMANITARIAS. CASO COLOMBIA

En materia de derechos humanos y aplicación de justicia a políticos relacionados con grupos armados ilegales reina la asimetría y la incoherencia. Un claro ejemplo lo acaba de dar la Corte Suprema de Justicia al entrar, al parecer, en una nueva ronda de detenciones y enjuiciamientos de congresistas y funcionarios del estado acusados de tener nexos orgánicos con grupos paramilitares. 

Está muy bien que se investigue y castigue a quienes han deshonrado a este país y a sus instituciones. Se entiende, se comprende y hay que apoyar a la Justicia en su empeño de sancionar a aquellos sobre los que recaen denuncias con evidencias sólidas. La infiltración paramilitar en varios órganos del estado tuvo dimensiones escandalosas.

La opinión ha mirado con simpatía el proceder de la Suprema, sin embargo, la satisfacción sería mayor y más plena si a la vez, la Corte realizara con el mismo vigor y rigor las investigaciones que se derivan de las relaciones, evidentes, orgánicas e ideológicas entre grupos guerrilleros y dirigentes políticos, algunos de ellos empleados públicos. La información hallada en los computadores decomisados a los jefes guerrilleros, las delaciones, la labor de inteligencia de la fuerza pública, como también, suponemos, la que aún no ha sido develada, configura un apreciable volumen de pruebas e indicios que es preciso investigar y de ser el caso enjuiciar. Hay suficiente evidencia de nexos de personas y grupos de izquierda con las guerrillas que se dieron al calor de la idea de que era legítimo impulsarla combinación de todas las formas de lucha.

La Justicia no se puede quitar la venda de los ojos. Negarse a abrir los expedientes de la farc-elenopolítica no contribuye al establecimiento de la verdad ni a la reconciliación. Por el contrario, sirve a la oscura percepción de que las guerrillas colombianas actúan motivadas por ideales altruistas, que sirve de manto para el ocultamiento de crímenes nefandos de guerra y de lesa humanidad cometidos en nombre del pueblo.

Por otra parte, la asimetría en materia de vigilancia y denuncias de violaciones a los Derechos Humanos es fácilmente detectable en el accionar de muchas ONGs y colectivos de abogados que, por principio, sólo se fijan en las violaciones o infracciones cometidas por agentes del estado. Aquí la mirada bizca nace como flor silvestre. Sólo el estado, según su sesgado punto de vista, es el responsable por la violación de estos derechos. En sus cuentas nunca aparecen los crímenes de las guerrillas. ¿Por qué? Entre otras razones es de resaltar la que tiene que ver con una visión acomodada y restringida acerca de quiénes pueden ser imputables en este campo. En tiempos pasados se consideraba, y esto se aplicó por muchas décadas, que era el estado, como alta parte contratante de los convenios de defensa de los Derechos Humanos, el único sujeto imputable de responsabilidad y sanciones por acción u omisión. Lo dicen representantes visibles de estas organizaciones para las que las guerrillas no pueden responder ni por crímenes de guerra contemplados en el derecho internacional humanitario, dizque porque no son parte contratante o firmante de los convenios ni son un estado.

Estas organizaciones y sus dirigentes ocultan a la opinión pública los contenidos filosóficos que sustentaron la creación de la Corte Penal Internacional en 1998 con el Estatuto de Roma en el que quedó estipulado que no son solamente los estados sino también los individuos y grupos políticos en armas que dicen luchar por ideales altruistas los que pueden ser investigados por infracciones a los Derechos Humanos y al derecho internacional humanitario. Los Cepeda, las Córdoba, los Valencia, los Colectivos, los grupos intereclesiales, las Comisiones de juristas y muchos columnistas progresistas y de izquierda solo tienen ojos para mirar y poner en entredicho, siempre, al estado colombiano, mientras invisibilizan o minimizan los vejámenes de las guerrillas. Por eso nunca los hemos visto ni veremos clamar justicia por los desmanes de las “altruistas” guerrillas.

Lo que está sucediendo con el caso del Palacio de Justicia y la demanda en la que intervendrá la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es muy ilustrativo. Para los que siempre condenan al estado y a sus agentes, que el estado asuma la estrategia de defenderse negando aquello de lo cual es acusado, es improcedente y condenable. Lo justo y lógico es partir de reconocer la culpa y la responsabilidad. Como si el estado fuese una entidad al margen de los miembros de la sociedad, una inmensa caja en la que cabe todo, como si sus recursos no fuesen los que aportamos los ciudadanos con los impuestos, como si se tratara de un bolsillo ajeno o una vara de premios, una entidad abstracta, estos señorones de los Derechos Humanos, nos convierten a todos los que conformamos el estado en responsables y nos imponen penas vergonzosas y multas multimillonarias de las que  a ellos corresponden comisiones entre un 30 y 35%.

Nunca los veremos pleiteando contra las guerrillas por el secuestro de miles de empresarios del agro, por la muerte de sindicalistas acusados de derechistas, por el arrasamiento de pueblos pobres, por la contaminación del medio ambiente con sus voladuras a los oleoductos, por el reclutamiento de niños, por la destrucción de bienes civiles. Tienen la fórmula: el estado es culpable de todo, por no haber realizado el progreso y la justicia social para que no existieran causas objetivas del levantamiento armado.

No hay simetría cuando el peso de la culpa de todo lo ocurrido en la toma del Palacio de Justicia se derrama sobre el estado y algunos de sus agentes y a la vez se silencia la del grupo que entró echando tiros a diestra y siniestra y matando a sangre fría a visitantes, empleados y magistrados del palacio.

No hay simetría cuando se afirma que el proceso de paz con los paramilitares fue demasiado blando en las penas impuestas a responsables de crímenes horrendos (8 años de prisión y cero favorabilidad política) mientras se pide y se exige que para los comandantes guerrilleros no haya cárcel y además se les abra la oportunidad de llegar al congreso, como si los crímenes de estos fuesen simples infracciones de tránsito.

Dario Acevedo
rdaceved@gmail.com
@darioacevedoc
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IVÁN OLAIZOLA D’ALESSANDRO, DIFÍCIL PARANINFO,

No sé por qué me vienen a la memoria los funerales de Kim Jong Il, el presidente eterno.

Para quienes hemos adversado al presidente Chávez y su política, somos católicos practicantes y respetuosos de los seres humanos, se nos hace un tanto difícil expresar opiniones públicas en estos aciagos momentos. 

El deceso de un primer mandatario en pleno ejercicio de su cargo, es un evento muy poco común en el mundo. En nuestro país es la tercera vez que ello ocurre. Francisco Linares Alcántara el 30/11/1878, Juan Vicente Gómez 17/12/1935 y ahora Hugo Chávez. 

Por coincidencia todos militares. Las opiniones que se puedan emitir sobre un hombre que todavía está siendo velado al momento de escribir estas líneas, necesariamente estarían impregnadas de un alto subjetivismo. Para quienes lo seguían, creían en su liderazgo y en sus planteamientos políticos e ideológicos, es una pérdida irreparable, se va el grade hombre, el benefactor, el segundo libertador, el Bolívar dos, el Cristo de los pobre y muchas otras expresiones que hemos oído de sus seguidores con lágrimas en los ojos. 

Lágrimas sinceras, de pueblo, pero también una que otra lágrima de cocodrilo. Las respetamos. Para los que nunca comulgamos con sus ideas, sus planteamientos, posturas y formas de gobernar, tenemos que diferenciar, para emitir opiniones en estos momentos, entre el ser humano que llega al final de su vida y el hombre público.

Con relación al primero tenemos que expresar nuestras más sentidas palabras de condolencia a sus padres, hijos, hermanos y demás familiares y amigos y a sus seguidores por tan sentida pérdida. Que Dios lo acoja en su seno y que le dé fuerzas a sus deudas para superar estos difíciles momentos. 

Con relación al segundo, al hombre público, al líder de un proceso, de una revolución, al presidente del país, corriendo cualquier riesgo, mantenemos nuestra posición crítica sobre su gobierno, su obra, su llamada revolución socialista, sobre su socialismo del siglo XXI. 

Hemos creído y seguimos creyendo que su aparición en la política venezolana fue para trastocar todo, tal como lo escribimos la semana anterior. Se hizo un nombre público insurgiendo en contra de la constitución, violando su juramento como militar y provocando muertes inocentes. Creímos y seguimos creyendo que su obra de gobierno introdujo cosas perniciosas en la vida nacional. Inyectó odio entre los venezolanos. Dividió el país. Hizo uso y abuso de los recursos del Estado para beneficio de su proyecto. Acabó con la división de los poderes, acomodó la constitución y leyes a su medida y las  violaba a su conveniencia. Hizo lo legal y lo ilegal para ganar sus elecciones y las que perdió, en sus efectos prácticos, las desconoció. 

Nunca fue un demócrata, usó las reglas de la democracia solo para beneficiarse de ellas. Autoritario, totalitario, demagogo, populista, intolerante, escatológico en su lenguaje. Vendió falacias y quimeras. O estás conmigo o eres mi enemigo. Practicó aquello de que el fin justifica los medios. Sus supuestos logros son opacados con creces por lo negativo de su gestión y la de sus colaboradores. 

Puede que suene duro en estos momentos pero la muerte de un hombre público no obliga a que cambiemos nuestro parecer sobre su obra. La seguiremos criticando. Y también pedimos respeto para esta conducta. Es muy temprano para sentencias firmes, la historia se encargará de ello. Tiempo habrá para análisis objetivos y desprejuiciados, pero el momento es de lucha. El chavismo dice “Chávez vive la lucha continúa”. “Con Chávez y Maduro triunfo seguro”. Pues bien, para los que lo adversamos y seguimos adversándolo y consideramos que su régimen fue nefasto y de continuarlo sería la destrucción total de nuestra patria, tenemos que decir “Hay que derrotar al chavismo, con o sin Chávez, la lucha debe continuar”.

La oposición no puede perder tiempo, mientras el gobierno usa en estos momentos todo el aparato del Estado, todos los recursos, todos los medios comunicacionales, todo el sincretismo, toda la exaltación del culto a la personalidad, del caudillo, para convertir la muerte de Chávez, sus exequias, en un gran acto político electoral de lanzamiento de su candidato, de su heredero, tal como lo hicieron con su enfermedad, hay que salir ya a la lucha electoral, a la calle,  a desmontar falacias, mitos, mentiras, eufemismos, proverbialidades. 

Respetando al presidente muerto, pero atacando su revolución comunista. Venezuela no se puede enterrar con el teniente coronel felón. Los hombres pasan las instituciones quedan, más aun cuando esa institución es un país. Nuestro país. Repitamos aquello de venezolanos siempre, comunistas nunca.

Iolaizola@hotmail.com

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