Y actuar en consecuencia. Muchos venezolanos
llegamos a ese punto.
Atribuir al clientelismo político -ayer de la
partidocracia, hoy del socialismo en gobierno- la justificación para esa
mayoría de votantes que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de continuo
reconoce al régimen de Chávez, pierde día con día base de sustentación.
La reiterada negativa del órgano electoral
venezolano para realizar la auditoría y depuración del Registro Electoral
constituye el primer gran indicio de nuestra afirmación anterior. Nada mejor y
más sencillo que brindar transparencia sobre un Registro Electoral para acallar
de una vez y para siempre una bandera política que va tomando una fuerza de
consecuencias imprevisibles visto el actual escenario. Sin embargo la respuesta
del actual CNE sigue siendo no.
Cuando a esta negativa de aspecto técnico y
del todo elemental se une la omisión de ese mismo Consejo Nacional Electoral
para actuar como árbitro comicial ante las graves irregularidades cometidas por
el régimen en gobierno cuando coloca a todo el Poder Público Nacional al
servicio de las candidaturas del PSUV, el asunto obliga a decir ¡basta!
No se trata solo de expresar la condición de
hartazgo respecto al actual estado de cosas, donde el Sistema Electoral vigente
es arista de la mayor importancia en medio de un régimen que propende a
esclavizar a los venezolanos como ya lo ha hecho en la isla-cárcel Cuba, o bien
en Corea del Norte. Es un decir ¡basta! porque implica en nuestro caso el accionar
eficiente al logro de cambiar lo presente hacia la restauración constitucional,
perdida durante "La Masacre del Silencio" aquel 11 de abril.
Lo anterior no resulta nada nuevo en medio de
esta tratativa política que va por 14 años. Lo inédito deriva de la necesidad
de avanzar pues se agotaron las alternativas. Es la circunstancia que
enfrentamos los demócratas en Venezuela de cara al próximo año.
Entendemos, que la inminente declaratoria de
falta absoluta en relación al teniente coronel Chávez en modo alguno implica la
cesación del socialismo en gobierno, por lo menos en términos amistosos. El
socialismo una vez que accede al poder político tiene por condición el tratar
de conservarlo a cualquier costo, es su naturaleza. Venezuela no será la
excepción. Dependerá solo de nosotros, los venezolanos demócratas, que tal pretensión se lleve a cabo con o sin
nuestra colaboración. Yo por lo menos digo ¡basta!
Para actuar en consecuencia contamos con la
Carta Magna. No será la mejor del mundo pero sí suficiente a los fines del
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia que proclama. De tal
manera que la exigencia pública y/o privada, individual y/o colectiva, pacífica
y sin armas, en pro de alcanzar que por vez primera en 14 años los órganos del
Poder Electoral garanticen la igualdad, confiabilidad, imparcialidad,
transparencia y eficiencia de los procesos electorales, más que un derecho
constitucional se nos hace una obligación moral ante la alternativa de
esclavitud que nos ofrece el socialismo
en gobierno de continuar el actual CNE.
2013: El año de la lucha por elecciones auténticas. ORA y LABORA.
caballeropercival@hotmail.com
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