Al reformar al Estado limitándolo a sus funciones específicas se iniciara el enriquecimiento de los ciudadanos sin las injustas limitaciones que impiden indebidamente el acceso a los mercados agrícolas, comerciales, industriales, servicios y banca
Desde mi libertad y en procura de la de todos,  proponemos reformar la economía para  facilitar nuevos negocios y más empresas, así como el crecimiento y desarrollo  de las existentes a través de la expansión de sus mercados, y para crear nuevos  empleos productivos y enriquecer los actuales.
Al reformar al Estado limitándolo a sus funciones  específicas se iniciara el enriquecimiento de los ciudadanos sin las injustas  limitaciones que impiden indebidamente el acceso a los mercados agrícolas,  comerciales, industriales, servicios y banca.
Proponemos eliminar las barreras  contrarias a la movilidad de los factores productivos, que imposibilitan a  capitales y gentes cambiar de empleo o ramo para ajustarse flexiblemente y sin  demoras a las demandas de mercados dinámicos.
Propugnamos la desafectación  (privatización) de empresas, equipos, inmuebles y otros activos económicos ahora  indebidamente en manos del sector público, mediante licitación pulcramente  cumplida para su pronta y transparente transferencia a los  particulares.
Para estas reformas se requiere eliminar las  leyes contrarias a la productividad y a la producción, al ahorro y la inversión,  y a la economía en general. También configuran un atentado contra la justicia y  nuestros derechos fundamentales, y contra la misma razón y buen  sentido.
Con estas reformas tendremos  empresas competitivas, abundantes bienes y servicios, variados y de buena  calidad, y a precios competitivos, mediante mercados en firme y sostenida  expansión. Y con creciente poder adquisitivo, todos tendremos más empleos  disponibles, más productivos, y mejor pagados.
Ello debe venir acompañado con un sistema  educativo que permita expandir la expandir la matrícula, y mejorar la calidad.  Empoderar a los profesores y maestros mediante la dación en pago -por  obligaciones pendientes- de los centros de enseñanza hoy estatales, para  administrarlos en calidad de propietarios, cobrando por sus servicios, en libre  y abierta competencia con los que son hoy privados. También empoderar a los  alumnos más pobres con cupones (“vouchers”) para pagar con ellos en los centros  educativos de su elección, en igualdad de derechos con sus compañeros, durante  la transición al capitalismo liberal, pleno y rico eliminando las imposiciones  estatales en los contenidos y programas educativos, así como en los métodos y  estilos de enseñanza.
La calidad en la educación depende de la  pluralidad y la diversidad, la competencia de ofertas variadas y la libertad de  elección. En una educación de mercado todo instituto docente es autónomo y  experimental. Unos con la educación clásica; otros con pura tecnología moderna;  otros con una religión y otros con otra asi como el humanismo secular  para quien lo quiera; unos con una educación más práctica, otros  más especulativa; unos con ciencias, otros con artes o letras;  unos con fútbol, otros con básquetbol o béisbol; estos  con inglés o francés, aquellos con japonés o chino, hebreo, griego o latín. Nada  pagado con impuestos, ni de forma impuesta; 
Y los estudiantes pagando todos por su educación,  sin mayores diferencias visibles entre ellos, salvo que unos pagan con su  dinero, y otros con sus bonos, cupones o cheques educativos.
Estos trabajos y estas ideas han nacido de  conversaciones cibernéticas sostenidas con nuestro dilecto amigo Alberto  Mansueti y otros amigos republicanos y liberales sobre la libertad y la  riqueza.
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
 

