La decisión de un Juez no cambia automáticamente los hechos y procesos sociales, políticos o históricos, esa tampoco es su misión; pero sí puede y debe señalar el camino, iluminar el sendero que nos haga avanzar, que evite que las sociedades se estanquen o en el peor de los casos retrocedan. Ese avance está amenazado hoy con el enjuiciamiento del eminente juez español Baltasar Garzón.
El juez Garzón, ha dirigido importantes operaciones contra el tráfico de drogas (operación Nécora en 1990 y operación Pitón en 1991), y otras tantas operaciones contra ese flagelo mundial. También incursionó en la política donde fue elegido diputado por el PSOE en 1993, y al constituirse el Ejecutivo, fue nombrado delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, de paso efímero, pues en 1994 renunció a ambos cargos, volviendo definitivamente a la Judicatura.
Siguió sus investigaciones contra el "terrorismo de Estado", impulsado por José Barrionuevo Peña, ministro del Interior del PSOE., con relación a los grupos antiterroristas de liberación (GAL) y que a la postre contribuyó a su derrota en las elecciones de 1996. También prosiguió investigaciones contra el grupo terrorista español ETA; contra el militar y dictador chileno Augusto Pinochet, por crímenes contra la humanidad, muerte y tortura de ciudadanos españoles; los desaparecidos de la dictadura militar argentina; y el desafuero contra Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia, por fraude en la gestión de la cadena de televisión Telecinco en los años 90.
El 16 de octubre del 2008, el juez Garzón emitió su primer auto declarándose competente para investigar los crímenes contra las víctimas del franquismo y su Guerra Civil en los años 70. Recientemente, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido, por unanimidad, suspender al Juez de la Audiencia Nacional tras habérsele abierto juicio oral en el Tribunal Supremo Español por presunta prevaricación.
El proceso contra el juez Baltasar Garzón es en realidad un juicio sumario contra los defensores de la democracia, la justicia y los derechos humanos y a favor de la impunidad de los crímenes de lesa humanidad. Este resuelto Magistrado ha impartido justicia de forma continua y valiente durante veinte años en la Audiencia Nacional, la cual está comprometida con la defensa de los derechos humanos en España y en el mundo contra dictadores, terroristas, corruptos y enemigos de la democracia. Ya decía el fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo: "Un Fiscal, un Juez, no tiene amigos. Termina siempre solo. Pero el mundo necesita esos jueces y fiscales y que la ley se aplique también contra los poderosos".
Después de conocer que había sido suspendido de sus funciones judiciales, Garzón salió por las puertas de su tribunal, visiblemente emocionado, a abrazar efusivamente a sus compañeros y subalternos que le ovacionaban con aplausos, sin evitar las lágrimas al despedirse de ellos. Quienes tenemos el honor de conocerlo, sabemos de su penetrante sentido del humor, lo que seguramente le hará decir: "Estoy muerto, enseguida vuelvo".
El juez Garzón, ha dirigido importantes operaciones contra el tráfico de drogas (operación Nécora en 1990 y operación Pitón en 1991), y otras tantas operaciones contra ese flagelo mundial. También incursionó en la política donde fue elegido diputado por el PSOE en 1993, y al constituirse el Ejecutivo, fue nombrado delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, de paso efímero, pues en 1994 renunció a ambos cargos, volviendo definitivamente a la Judicatura.
Siguió sus investigaciones contra el "terrorismo de Estado", impulsado por José Barrionuevo Peña, ministro del Interior del PSOE., con relación a los grupos antiterroristas de liberación (GAL) y que a la postre contribuyó a su derrota en las elecciones de 1996. También prosiguió investigaciones contra el grupo terrorista español ETA; contra el militar y dictador chileno Augusto Pinochet, por crímenes contra la humanidad, muerte y tortura de ciudadanos españoles; los desaparecidos de la dictadura militar argentina; y el desafuero contra Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia, por fraude en la gestión de la cadena de televisión Telecinco en los años 90.
El 16 de octubre del 2008, el juez Garzón emitió su primer auto declarándose competente para investigar los crímenes contra las víctimas del franquismo y su Guerra Civil en los años 70. Recientemente, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido, por unanimidad, suspender al Juez de la Audiencia Nacional tras habérsele abierto juicio oral en el Tribunal Supremo Español por presunta prevaricación.
El proceso contra el juez Baltasar Garzón es en realidad un juicio sumario contra los defensores de la democracia, la justicia y los derechos humanos y a favor de la impunidad de los crímenes de lesa humanidad. Este resuelto Magistrado ha impartido justicia de forma continua y valiente durante veinte años en la Audiencia Nacional, la cual está comprometida con la defensa de los derechos humanos en España y en el mundo contra dictadores, terroristas, corruptos y enemigos de la democracia. Ya decía el fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo: "Un Fiscal, un Juez, no tiene amigos. Termina siempre solo. Pero el mundo necesita esos jueces y fiscales y que la ley se aplique también contra los poderosos".
Después de conocer que había sido suspendido de sus funciones judiciales, Garzón salió por las puertas de su tribunal, visiblemente emocionado, a abrazar efusivamente a sus compañeros y subalternos que le ovacionaban con aplausos, sin evitar las lágrimas al despedirse de ellos. Quienes tenemos el honor de conocerlo, sabemos de su penetrante sentido del humor, lo que seguramente le hará decir: "Estoy muerto, enseguida vuelvo".
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, MOVIMIENTO REPUBLICANO MR, REPUBLICANO, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES ASAMBLEA NACIONAL, UNIDAD ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA