En el país que no existe y un personaje tragicómico que tampoco existe. El llamado muchacho malcriado, en términos muy generales y salvo la opinión de los profesionales en la materia, es aquel que espera cosas que no merece. Es aquel que se tira al suelo para obtener un juego, algo. Es aquel que chantajea a sus padres para no cumplir una tarea. Son desobedientes, caprichosos, voluntariosos y, a veces, agresivos. No respetan normas, rutinas ni figuras de autoridad hasta que se les impone y/o se enamoran de ella. Quieren hacer lo que se les antoja; resuelven todo con pataletas y no admiten que les digan ‘no’. No toleran el chasco, son muy impulsivos y todo lo manejan con la emoción. El muchacho malcriado se manifiesta con poca tolerancia a las frustraciones, con perreras, rebeldía, malas palabras u otras conductas.
La malcriadez, como su nombre lo indica y apuntan algunos estudiosos, es mala crianza, mala educación, es decir, que ningún muchacho nace malcriado, ello es producto de la incorrecta conducción de la educación del pequeño por parte de los adultos que son los responsables de la misma.
¿Acaso tenemos en el primer cargo burocrático y oligárquico del país que no existe, a un adulto cuya conducta es algo muy parecida o igual a la de un muchacho malcriado? ¿Es un frustrado emocional? ¿Dónde están, luego de diez años, los nuevos perfiles psicológicos y conductuales? ¿Quiénes se atreven a publicarlos? ¿Han cambiado, en ese tiempo, para mejor o para peor? ¿Es tarea de la resistencia y de la oposición emergente tenerlos muy en cuenta y darlos a conocer a la opinión?
Como observador dare y repetiré de autores algunos tips sobre el tema porque estamos ya en el declive de una desastrosa gestión y por el pesar de este pueblo que no lo mereció, si fuera el caso, toparse con semejante personaje. Tal vez le deja al pueblo, y a quien lo quiera ver, una muy amarga experiencia.
Me ha dado la impresión de que muchos de sus aduladores le dijeron, a partir de un momento x, “no hay nada que no puedas saber”; sus asesores, “no hay nada que no puedas poseer”. “Basta con reclamar y quejarse para obtener lo que se le antoje”, hasta el punto, hoy, de estar poseído por el “imperio del deseo”. Se le siente en sus soflamas y ordenes televisadas. Todo lo contrario a un supuesto revolucionario; pero si, para un robolucionario.
Me ha dado la impresión de que durante su vida nadie le enseño a comprender que debe existir alguna relación entre esfuerzo y recompensa. Ahí esta la desproporción e incomprensible reparto a dedo de los recursos del pueblo. Y por televisión. Ahí esta su propia manifestación televisada que cuando quiere algo y no desea pagarlo, echa mano de argumentos según los cuales considera que lo abusan y actúan de mala fe contra el, por lo tanto justifica obtenerlo mediante el engaño y/o la fuerza y/o su ley, etc. Insólito.
Y pregunto: ¿Por qué? Alguien conocido me contesta: la gente así siempre han estado expuestas a una falsa interpretación de la vida, hacen exigencias desproporcionadas. Es más, continúa: se les ha hecho creer que muchas cosas en la vida suceden casi de manera impensada. Acaso no observas que tiene diez años firmando proyectos todos los días y no presenta ningún resultado sobre los mismos. Y costos y uso y destino del dinero, menos. ¿Te acuerdas aun de la torre este del parque central? ¿Del estado Vargas? Etc.
Y te dare otros datos, los puedes escribir y trasmitir, no hay problema: nunca han estado dispuestos a afrontar verdaderos inconvenientes, otros los hacen por ellos; entienden que el derecho a alcanzar la felicidad, mas bien como el derecho al gozo de la felicidad; carecen de una perspectiva espiritual; se les mete en la cabeza que la felicidad hay que buscarla en un mundo de escasez y se preparan psicológicamente para sufrir; les nace, así, el intenso resentimiento que llevan por dentro y los hace fascistas y terminan muy mal. Recuerden como terminaron Mussolini y Hitler.
Se sienten frustrados; padecen crisis periódicas y necesitan ayuda del psiquiatra con frecuencia; el mundo, para ellos, es una especie de mecanismo sencillo, que con maña pueden manejar a su antojo, para su comodidad. Fíjate como maneja las relaciones internacionales y con quienes. Es un desatino total y con la gente menos profesional y preparada en la materia. De show en show. A salto de mata.
Son populistas y demagogos; le ofrecen a las masas, al pueblo, comodidades a las cuales supuestamente tienen derecho; pero eso si, si algo sale mal la culpa es de otros, no de ellos; pretende convencer al pueblo de que tiene derecho a mucho mas de lo que ha conseguido; pero no le dice al pueblo que para obtenerlo hay que expropiar a otros: quitarle a unos para darles a otros, porque no hay para todos; nunca aprendieron en que consiste ser hombres. Desprecia a los filósofos, a los profesionales en general, se cree autosuficiente. Tienen una educación deficiente. No tiene oficio definido. No tiene idea de lo que es la dureza de la vida. Es cobarde, traidor, sin piedad.
El muchacho malcriado esta incapacitado para pensar clara y lógicamente porque no están obligados a pensar para sobrevivir. Se forma una falsa imagen del mundo. Sin ideales claros, es muy sensible al hambre, siente y manifiesta desprecio al trabajo: se vuelve inútil. Ayer era A, hoy B, mañana ¿Quién sabe?
¿Cómo se transforma en socialista, comunista, terrorista, le rinde culto a la guerra, a la muerte y proclama la paz? Este proyecto socialista, comunista sui generis, “arroz con mango”, que estamos presenciando fue concebido, tal vez, por el muchacho malcriado contra algo y/o alguien: fue contrariado, vejado en algún momento y exige compensación; es un intenso resentido social y está en venganza. Está pasando factura, está cobrando y, si de paso se hace famoso, se inscribe en la historia, mucho mejor. Ego satisfecho. Malcriado contento. Y es usado, le sirve como marioneta a otro, a su amo padre.
Ahora, últimamente, para justificar sus acciones adopto una visión comunista, según el: la vida es una guerra. No contempla políticas de convivencia; pero si de exclusión y sumisión, de relación amo – esclavo en dos sentidos: con relación al interior de su patria (lo que era patria) y con relación a su padre, el isleño del caribe. Solo ve calamidades de la naturaleza y malignidad humana. Para el, ahora, este camino escogido es un proceso inexorable. Aunque en pocos minutos cambie, sea todo lo contrario. ¿Algo de bipolaridad? ¿Toque de falta de cordura, sindéresis? ¿Desvaríos? ¿Esquizoide? Alguien o el tiempo lo dirá.
Todos los días manifiesta, por cualquier medio, una agresión contra el capital (tal vez una de sus mayores frustraciones), contra el imperio, contra Usa, y eso no significa que este en franca lucha contra la miseria, la inseguridad, la basura y las desigualdades sociales y a favor de los menos favorecidos por la vida, por la fortuna. Todos observamos como despilfarra el dinero a montones.
Prácticamente, para sus efectos utilitarios, acabó con el sindicalismo de larga data y experiencia, pluripartidista en su mayoría, apoyándose en un estribillo: las huelgas impiden la producción. Hay que producir. Pagó e instaló su propio sindicato unicolor en una transición hacia su desaparición. Ahora les esta administrando hasta el hambre y les secó sus reivindicaciones mas sentidas. Les quiere meter en la cabeza al sindicato rojo, rojito, un slogan: aumentar la productividad. No hay productividad sin trabajo, disciplina y subordinación; por amor al arte y sin beneficios efectivos colaterales, menos. Van diez años. Además ha llegado a creer que de la capacidad de consumo del pueblo depende el orden social que el quiere imponer.
Este malcriado es ahora un socialista, comunista, que le pide al capital que le salve su socialismo, comunismo. Parece que ignora que el mayor sabotaje a un gobierno es imponerle limites a la producción y eso es cuanto el directamente hace todos los días con todas las regulaciones y controles, impuestos e intervenciones, etc. El sabotea su propio gobierno. Ignora, que mientras se hace más malcriado obtiene menos producción y menos consumo. Ignora la experiencia bolchevique: siempre se cuidaron de que la dirección de la economía recayera en manos del pueblo. Debería preguntarse: ¿Por qué?
Hay más. Para el malcriado el mundo esta en la obligación de garantizarle la vida y el estado es el fiador de todo, incluso de prohibir la libertad y limitar a los ciudadanos. A todas luces el malcriado debería estar incapacitado para participar en la contienda política porque, además, presenta un pensamiento fragmentario y discursivo y desprecio de la realidad porque ellos tienen su propia realidad. Organiza misiones y ejércitos por montones: incapaces de alcanzar metas, autocomplacientes y derroche de halagos, culto a la comodidad, se atiende solo a lo temporal y pasajero y se sacrifica la eficacia. Solo busca apoyo político, quien asista a sus actos y aplauda y votos a favor.
El socialismo del siglo XXI que aspira al materialismo, al comunismo, es autoritario, dictatorial y, al volverse irracional como este, se convierte en fascista. Pretende justificar todo mediante la publicidad, para este malcriado todo lo hace la publicidad. Todo lo hace su show a toda hora. En eso es una copia de todo lo practicado por Goebbels y sus antecesores semejantes.
¿Cómo nos hemos topado, además, con un malcriado en posición de primer burócrata y primer oligarca? ¿Cuándo se pondrá de acuerdo la adultez de este país en la forma de salir de este malcriado que esta acabando con todo? ¿Están pensando en educarlo a estas alturas? ¿Ya usaron el regaño bien fundamentado, las amenazas de castigo con carácter? ¿Están usando el lenguaje apropiado para referirse a el? ¿Cuáles serian los premios y/o castigos que se le aplicaran por tal desastre? ¿Seguirán actuando como padres indulgentes?
“No es una señal de bienestar comunitario que los hombres recurran a su gobierno para que atienda por ellos todos sus asuntos, sino que es más bien un signo de decadencia”. H.L.Mencken, 1880-1956.
La malcriadez, como su nombre lo indica y apuntan algunos estudiosos, es mala crianza, mala educación, es decir, que ningún muchacho nace malcriado, ello es producto de la incorrecta conducción de la educación del pequeño por parte de los adultos que son los responsables de la misma.
¿Acaso tenemos en el primer cargo burocrático y oligárquico del país que no existe, a un adulto cuya conducta es algo muy parecida o igual a la de un muchacho malcriado? ¿Es un frustrado emocional? ¿Dónde están, luego de diez años, los nuevos perfiles psicológicos y conductuales? ¿Quiénes se atreven a publicarlos? ¿Han cambiado, en ese tiempo, para mejor o para peor? ¿Es tarea de la resistencia y de la oposición emergente tenerlos muy en cuenta y darlos a conocer a la opinión?
Como observador dare y repetiré de autores algunos tips sobre el tema porque estamos ya en el declive de una desastrosa gestión y por el pesar de este pueblo que no lo mereció, si fuera el caso, toparse con semejante personaje. Tal vez le deja al pueblo, y a quien lo quiera ver, una muy amarga experiencia.
Me ha dado la impresión de que muchos de sus aduladores le dijeron, a partir de un momento x, “no hay nada que no puedas saber”; sus asesores, “no hay nada que no puedas poseer”. “Basta con reclamar y quejarse para obtener lo que se le antoje”, hasta el punto, hoy, de estar poseído por el “imperio del deseo”. Se le siente en sus soflamas y ordenes televisadas. Todo lo contrario a un supuesto revolucionario; pero si, para un robolucionario.
Me ha dado la impresión de que durante su vida nadie le enseño a comprender que debe existir alguna relación entre esfuerzo y recompensa. Ahí esta la desproporción e incomprensible reparto a dedo de los recursos del pueblo. Y por televisión. Ahí esta su propia manifestación televisada que cuando quiere algo y no desea pagarlo, echa mano de argumentos según los cuales considera que lo abusan y actúan de mala fe contra el, por lo tanto justifica obtenerlo mediante el engaño y/o la fuerza y/o su ley, etc. Insólito.
Y pregunto: ¿Por qué? Alguien conocido me contesta: la gente así siempre han estado expuestas a una falsa interpretación de la vida, hacen exigencias desproporcionadas. Es más, continúa: se les ha hecho creer que muchas cosas en la vida suceden casi de manera impensada. Acaso no observas que tiene diez años firmando proyectos todos los días y no presenta ningún resultado sobre los mismos. Y costos y uso y destino del dinero, menos. ¿Te acuerdas aun de la torre este del parque central? ¿Del estado Vargas? Etc.
Y te dare otros datos, los puedes escribir y trasmitir, no hay problema: nunca han estado dispuestos a afrontar verdaderos inconvenientes, otros los hacen por ellos; entienden que el derecho a alcanzar la felicidad, mas bien como el derecho al gozo de la felicidad; carecen de una perspectiva espiritual; se les mete en la cabeza que la felicidad hay que buscarla en un mundo de escasez y se preparan psicológicamente para sufrir; les nace, así, el intenso resentimiento que llevan por dentro y los hace fascistas y terminan muy mal. Recuerden como terminaron Mussolini y Hitler.
Se sienten frustrados; padecen crisis periódicas y necesitan ayuda del psiquiatra con frecuencia; el mundo, para ellos, es una especie de mecanismo sencillo, que con maña pueden manejar a su antojo, para su comodidad. Fíjate como maneja las relaciones internacionales y con quienes. Es un desatino total y con la gente menos profesional y preparada en la materia. De show en show. A salto de mata.
Son populistas y demagogos; le ofrecen a las masas, al pueblo, comodidades a las cuales supuestamente tienen derecho; pero eso si, si algo sale mal la culpa es de otros, no de ellos; pretende convencer al pueblo de que tiene derecho a mucho mas de lo que ha conseguido; pero no le dice al pueblo que para obtenerlo hay que expropiar a otros: quitarle a unos para darles a otros, porque no hay para todos; nunca aprendieron en que consiste ser hombres. Desprecia a los filósofos, a los profesionales en general, se cree autosuficiente. Tienen una educación deficiente. No tiene oficio definido. No tiene idea de lo que es la dureza de la vida. Es cobarde, traidor, sin piedad.
El muchacho malcriado esta incapacitado para pensar clara y lógicamente porque no están obligados a pensar para sobrevivir. Se forma una falsa imagen del mundo. Sin ideales claros, es muy sensible al hambre, siente y manifiesta desprecio al trabajo: se vuelve inútil. Ayer era A, hoy B, mañana ¿Quién sabe?
¿Cómo se transforma en socialista, comunista, terrorista, le rinde culto a la guerra, a la muerte y proclama la paz? Este proyecto socialista, comunista sui generis, “arroz con mango”, que estamos presenciando fue concebido, tal vez, por el muchacho malcriado contra algo y/o alguien: fue contrariado, vejado en algún momento y exige compensación; es un intenso resentido social y está en venganza. Está pasando factura, está cobrando y, si de paso se hace famoso, se inscribe en la historia, mucho mejor. Ego satisfecho. Malcriado contento. Y es usado, le sirve como marioneta a otro, a su amo padre.
Ahora, últimamente, para justificar sus acciones adopto una visión comunista, según el: la vida es una guerra. No contempla políticas de convivencia; pero si de exclusión y sumisión, de relación amo – esclavo en dos sentidos: con relación al interior de su patria (lo que era patria) y con relación a su padre, el isleño del caribe. Solo ve calamidades de la naturaleza y malignidad humana. Para el, ahora, este camino escogido es un proceso inexorable. Aunque en pocos minutos cambie, sea todo lo contrario. ¿Algo de bipolaridad? ¿Toque de falta de cordura, sindéresis? ¿Desvaríos? ¿Esquizoide? Alguien o el tiempo lo dirá.
Todos los días manifiesta, por cualquier medio, una agresión contra el capital (tal vez una de sus mayores frustraciones), contra el imperio, contra Usa, y eso no significa que este en franca lucha contra la miseria, la inseguridad, la basura y las desigualdades sociales y a favor de los menos favorecidos por la vida, por la fortuna. Todos observamos como despilfarra el dinero a montones.
Prácticamente, para sus efectos utilitarios, acabó con el sindicalismo de larga data y experiencia, pluripartidista en su mayoría, apoyándose en un estribillo: las huelgas impiden la producción. Hay que producir. Pagó e instaló su propio sindicato unicolor en una transición hacia su desaparición. Ahora les esta administrando hasta el hambre y les secó sus reivindicaciones mas sentidas. Les quiere meter en la cabeza al sindicato rojo, rojito, un slogan: aumentar la productividad. No hay productividad sin trabajo, disciplina y subordinación; por amor al arte y sin beneficios efectivos colaterales, menos. Van diez años. Además ha llegado a creer que de la capacidad de consumo del pueblo depende el orden social que el quiere imponer.
Este malcriado es ahora un socialista, comunista, que le pide al capital que le salve su socialismo, comunismo. Parece que ignora que el mayor sabotaje a un gobierno es imponerle limites a la producción y eso es cuanto el directamente hace todos los días con todas las regulaciones y controles, impuestos e intervenciones, etc. El sabotea su propio gobierno. Ignora, que mientras se hace más malcriado obtiene menos producción y menos consumo. Ignora la experiencia bolchevique: siempre se cuidaron de que la dirección de la economía recayera en manos del pueblo. Debería preguntarse: ¿Por qué?
Hay más. Para el malcriado el mundo esta en la obligación de garantizarle la vida y el estado es el fiador de todo, incluso de prohibir la libertad y limitar a los ciudadanos. A todas luces el malcriado debería estar incapacitado para participar en la contienda política porque, además, presenta un pensamiento fragmentario y discursivo y desprecio de la realidad porque ellos tienen su propia realidad. Organiza misiones y ejércitos por montones: incapaces de alcanzar metas, autocomplacientes y derroche de halagos, culto a la comodidad, se atiende solo a lo temporal y pasajero y se sacrifica la eficacia. Solo busca apoyo político, quien asista a sus actos y aplauda y votos a favor.
El socialismo del siglo XXI que aspira al materialismo, al comunismo, es autoritario, dictatorial y, al volverse irracional como este, se convierte en fascista. Pretende justificar todo mediante la publicidad, para este malcriado todo lo hace la publicidad. Todo lo hace su show a toda hora. En eso es una copia de todo lo practicado por Goebbels y sus antecesores semejantes.
¿Cómo nos hemos topado, además, con un malcriado en posición de primer burócrata y primer oligarca? ¿Cuándo se pondrá de acuerdo la adultez de este país en la forma de salir de este malcriado que esta acabando con todo? ¿Están pensando en educarlo a estas alturas? ¿Ya usaron el regaño bien fundamentado, las amenazas de castigo con carácter? ¿Están usando el lenguaje apropiado para referirse a el? ¿Cuáles serian los premios y/o castigos que se le aplicaran por tal desastre? ¿Seguirán actuando como padres indulgentes?
“No es una señal de bienestar comunitario que los hombres recurran a su gobierno para que atienda por ellos todos sus asuntos, sino que es más bien un signo de decadencia”. H.L.Mencken, 1880-1956.
Nelson Maica
nmaicac@cantv.net
Caracas, Venezuela, 19/12/09
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