viernes, 3 de julio de 2009

¿RESISTIRÁ HONDURAS?, GRUPO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS (GEES), MADRID, LIBERTAD DIGITAL, MADRID1 DE JULIO DE 2009

La Constitución de Honduras establece taxativamente el límite de cuatro años para los presidentes hondureños.


Más aún: sabiamente, prohíbe reformar la Constitución para cambiar este límite temporal. Además, como toda constitución, tiene mecanismos para ser reformada. La reforma no es facultad del presidente, sino del Congreso, que es quien tiene la potestad para convocar un referéndum, vía Asamblea Constituyente. Zelaya, siguiendo la estrategia de Chávez o Morales, buscó la ruptura constitucional desde dentro. Con una doble ilegalidad: primero reformando la Constitución allí donde está prohibido hacerlo, en lo relativo al límite de su propio mandato. Y segundo, hacerlo él, cuando no tiene la potestad para ello.


Pese a todo, con el apoyo de Hugo Chávez, ha estado trabajando últimamente en lo que es un ataque directo al ordenamiento constitucional hondureño. Es la primera conclusión de lo que ocurre en Honduras: el origen está en el golpe que, desde dentro del sistema, buscó dar Zelaya contra las instituciones democráticas.


Todas las instituciones democráticas habían advertido que el referéndum era ilegal, oponiéndose. Cuando decimos todas, decimos todas: El Congreso, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, la Procuraduría General de la República o el fiscal general del Estado declararon ilegal el referéndum, al igual que el Partido Liberal, al que pertenece Zelaya. Pese a todo, éste ha continuado con su iniciativa. Así, segunda conclusión: Zelaya está enfrentado a todas las instituciones democráticas hondureñas, sin excepción.


En tercer lugar, Zelaya contaba y cuenta con el apoyo de Hugo Chávez, que no es poco. El petrotirano venezolano envió las papeletas para el referéndum a Honduras, cuya Fiscalía General, en buena lógica, las requisó. Pero Chávez y Zelaya están haciendo algo más: aplicar los métodos bolivarianos en Honduras. Chávez y Ortega ya habían enviado "asesores" a Tegucigalpa. Siguiendo los usos y costumbres chavistas, Zelaya movilizó a los suyos, que entraron en las dependencias militares donde se custodiaban las requisadas papeletas, llevándoselas. Busca organizar unas milicias callejeras a imagen y semejanza de las chavistas, para presionar a las instituciones hondureñas desde dentro y desestabilizar la democracia. En cuarto lugar, el ejército acató una orden de la Justicia, avalada por el Parlamento y el resto de instituciones democráticas.


Es cierto que las formas –la salida de Zelaya de noche, en pijama, para ponerlo en un avión con destino a Costa Rica– no son las más edificantes. Es cierto que podría haber sido simplemente destituido o detenido. Pero también es cierto que la presencia de Zelaya en Tegucigalpa hubiera supuesto –y lo supondrá el jueves si cumple la amenaza de volver– un factor de inestabilidad en las calles, donde los suyos ya generan disturbios. Pero lo fundamental es que el ejército actuó siguiendo las órdenes de las instituciones democráticas. No hay ni asomo de un golpe militar, sino de medida drástica tomada por las instituciones legítimas.


En quinto lugar, el comportamiento de las instituciones de Honduras ha sido y es democrático. Cumpliendo las órdenes legítimas, el Ejército destituyó a Zelaya, y siguiendo lo previsto en la Constitución, fue sustituido temporalmente por Roberto Micheletti, presidente del Congreso. En sesión parlamentaria, éste fue ratificado hasta la prevista celebración de nuevas elecciones en noviembre. No ha habido violencia de ningún tipo, ni limitación de las garantías legales, más allá de lo puntual en momentos puntuales, siempre según el ordenamiento constitucional. Ni se ha cambiado el ordenamiento jurídico, ni ningún tipo de ley. En sexto lugar, Zelaya consumará o no el golpe de acuerdo con las reacciones internacionales. De un lado están las instituciones democráticas hondureñas, que por ahora se mantienen unidas: de otro, el conspirador Zelaya y sus patrocinadores, Chávez y Ortega, cargados de petróleo, dólares y malas intenciones. Zelaya ya ha amenazado con volver el jueves y movilizar a todos los partidarios que pueda en las calles, con la amenaza de sembrar de violencia el país para forzar a las instituciones. Desgraciadamente, la reacción de la comunidad internacional ha supuesto un duro golpe para la democracia hondureña.


Desde Obama –que ha hecho del abandono a los demócratas que hay por el mundo su principal seña diplomática–, al progresismo europeo –que siempre ha preferido una dictadura izquierdista a una democracia parlamentaria–, todos han tomado partido por el eje chavista. El caso más enfermizo es el de Moratinos, siempre dispuesto a echar una mano a los déspotas del mundo, en cualquier continente. Por nuestra parte, sólo podemos lamentar la soledad de las instituciones democráticas en aquel país, abandonadas a su suerte por buena parte de la comunidad internacional mientras sus enemigos las acosan.


¿Resistirá Honduras? Si cede a la presión exterior, el chavismo comenzará a roer las instituciones hondureñas, que caerán en la órbita de Venezuela y que se deslizarán hacia una dictadura. Por el bien de la democracia, la libertad y los derechos humanos, esperemos que Zelaya pierda y Honduras resista.


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MILITANTEMENTE CON HONDURAS, SI CALLAMOS PERDEREMOS ESTA LUCHA DECISIVA, ELEONAROA BRUZUAL

Roberto Micheletti, nuevo presidente de Honduras, con absoluta razón ha acusado a Hugo Chávez, de ser el responsable de la crisis que vive el país centroamericano. Y habría que agregar que es también quien está financiando y manteniendo esta inaudita cayapa contra el pequeño país centroamericano al que una jauría de títeres de los tiranos Castro, se le han ido encima y falsean todos los acontecimientos que llevaron a esta crisis, así como los sucesos que se han desarrollado allá.
Desde negar que Roberto Micheletti fue nombrado y juramentado por el Congreso hondureño en pleno, y pretender decir que se autoproclamó, hasta vender versiones sobre cientos de miles de hondureños apoyando que el castrochavismo se adueñe de Honduras y ponga al virrey Zelaya de por vida e ignorar las multitudinarias manifestaciones en Tegucigalpa, que apoyan al Estado hondureño y a su decisión de sacar al que por sus actos, consideraron un traidor a la patria. Micheletti declara que gradualmente “el mundo entero” irá conociendo que las autoridades tenían que tomar la decisión de destituir a Zelaya, quien pretendía reformar la Constitución, para lo que impulsaba una “consulta popular”, pese a una prohibición legal.

Y sí es cierto, ya que día a día esa cayapa montada comienza a ser respondida por otras voces que dicen verdades que ponen al mundo a dudar de la patraña concebida en La Habana y repetida por toda la banda y sus asalariados. Así este miércoles pasado, Lucio Gutiérrez ex presidente de Ecuador, a quien el congreso de su país, ya absolutamente penetrado por el castrochavismo y avocado a montar el plan suertudo lo destituyó en el año 2005, criticó duramente la descarada intervención de los vándalos del Alba en todo este affaire hondureño y se preguntó igualmente por qué razón la OEA “no hizo absolutamente nada”, cuando fue defenestrado como presidente del Ecuador…

Y este razonamiento contundente igualmente lo esgrime con absoluta pertinencia Antonio Ledezma, Alcalde Metropolitano de Caracas, al decir esta semana que si Zelaya ganó en toda Honduras con 900 mil votos, él –Antonio Ledezma- sacó 800 mil votos en Caracas… Agradando “mis votos fueron muy legítimos y si Chávez se da golpes de pecho porque a Zelaya lo atropellaron y lo sacaron de su casa, a mí me sacaron de la oficina metropolitana y fue asaltado el palacio de gobierno por encapuchados…. Lo que está haciendo Zelaya en Honduras, que además es inconstitucional, eso si es bueno, pero cuando yo pedí un referendo para que el pueblo de Caracas dijera si estaba o no de acuerdo con esta barbaridad de designar a dedo a una persona que está actuando a contrapelo de la voluntad soberana de los caraqueños, eso si es bueno allá, pero es malo aquí”.

Son verdades irrefutables si a quienes se dirigen, tuviesen un mínimo de decencia. Pero se están confrontando vándalos con Poder que además sirven a los intereses de la aberrante tiranía de Fidel Castro y su heredero, Raúl, que con el dinero venezolano, del que Hugo Chávez se ha apoderado, compra acólitos. Por eso, aunque Antonio Ledezma le haya planteado a Insulza todas las violaciones a los Derechos Humanos, a la voluntad popular y a la Constitución que Chávez y su montonera llevan a cabo día a día y por una década ya, esto al despreciable amanuense del castrochavismo, que es el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, le importa un comino.

Ledezma dice que “La OEA no puede quedar como un club de presidentes que se defienden unos a otros, eso no es para defender el cargo de presidente, sino el estado de derecho y las democracias”… Cierto, pero sólo en el papel, no en la práctica.

Esa es una organización prostituida, tomada por tiranos, por gorilas golpistas de la izquierda canalla, por incestuosos, por curas amorales que preñan mujeres con absoluto descaro, por socios de la narcoguerrilla y el terrorismo mundial, por un malandro que utiliza a los indígenas como sus comodines… En fin que esperar algo de Insulza y la letrina que preside, es perder el tiempo, por eso muy pertinente lo que aconseja mi querida amiga y colega Macky Arenas cuando dice que todos tenemos que escribir y hablarle al mundo, desde nuestra perspectiva de venezolanos, sobre lo que ocurre en Honduras.
Que si en verdad somos demócratas, tenemos que solidarizarnos con el pueblo hondureño y no permitir que el régimen nefasto de Hugo Chávez, a punta de billete, manipule las matrices de opinión… Cierro este espacio compartiendo la gran verdad dicha por Macky… Estamos ante una gran derrota para la revolución de Chávez, Castro, Ortega y Correa. Ya Honduras no será una cabeza de playa más para el cuento del socialismo del siglo XXI...