jueves, 27 de noviembre de 2008
*PROCLAMAN A ANTONIO LEDEZMA Y HENRIQUE CAPRILES. 26 de noviembre 2008 | 12:17 pm -
El nuevo alcalde mayor dijo que gobernará cumpliendo día a día lo que prometió y explicó que para eso necesitará reconstruir la Alcaldía Metropolitana. El recién electo gobernador de Miranda felicitó a todos los alcaldes de los municipios del estado Vea: UNT dice que la falta de unidad impidió mayores triunfos de la oposición
El alcalde electo del Distrito Metropolitano, Antonio Ledezma, fue proclamado poco después de mediodía en la junta electoral, en la avenida Lecuna de Caracas. Al acto asistieron los alcades electos de Chacao, Emilio Graterón, El Hatillo, Miriam Do Nascimento y Sucre, Carlos Ocariz.
Gerardo Blyde, de Baruta, no pudo acudir por estar cumpliendo compromisos y Jorge Rodríguez, de Libertador, tampoco fue porque su proclamación sería a la misma hora.
Ledezma prometió asumir su tarea "con buena voluntad" y pidió respeto para todos los alcaldes que gobernarán a su lado. Solicitó a los concejales recién elegidos reclamarle si se desvía del camino correcto. Adelantó que no distribuirá cuotas de poder sino que convocará a los mejores asignando responsabilidades.
Hizo un llamado a dejar de lado la violencia y los insultos en el campo político. "No caeré en provocaciones", advirtió.
"Voy a gobernar cumpliendo día a día lo que prometimos y para eso necesitamos reconstruir la Alcaldía Metropolitana", destacó.
Un poco más tarde, Henrique Capriles Radonsky recibió el acta que lo acredita como nuevo gobernador de Miranda en Los Teques.
El alcalde electo del Distrito Metropolitano, Antonio Ledezma, fue proclamado poco después de mediodía en la junta electoral, en la avenida Lecuna de Caracas. Al acto asistieron los alcades electos de Chacao, Emilio Graterón, El Hatillo, Miriam Do Nascimento y Sucre, Carlos Ocariz.
Gerardo Blyde, de Baruta, no pudo acudir por estar cumpliendo compromisos y Jorge Rodríguez, de Libertador, tampoco fue porque su proclamación sería a la misma hora.
Ledezma prometió asumir su tarea "con buena voluntad" y pidió respeto para todos los alcaldes que gobernarán a su lado. Solicitó a los concejales recién elegidos reclamarle si se desvía del camino correcto. Adelantó que no distribuirá cuotas de poder sino que convocará a los mejores asignando responsabilidades.
Hizo un llamado a dejar de lado la violencia y los insultos en el campo político. "No caeré en provocaciones", advirtió.
"Voy a gobernar cumpliendo día a día lo que prometimos y para eso necesitamos reconstruir la Alcaldía Metropolitana", destacó.
Un poco más tarde, Henrique Capriles Radonsky recibió el acta que lo acredita como nuevo gobernador de Miranda en Los Teques.
* TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ. ELECCIONES:SEGUNDO ANÁLISIS - LA INCONCLUSIÓN REPARTIDA. MIÉRCOLES, 26 DE NOVIEMBRE DE 2008
El deber de ciudadanía
Menos de 24 horas le tomó a Chávez volver al lenguaje grosero, amenazante y ofensivo, de alto contraste con las ofertas de colaboración que han hecho los vencedores de la oposición. Deberemos prepararnos para todo y para lo primero que debemos prepararnos es para ejercer ciudadanía. En el caso de Caracas, por ejemplo, cada uno de los habitantes de esta ciudad golpeada debe sentirse Alcalde Mayor y aprestarse a cumplir con lo que decida la mancomunidad de alcaldes: si tenemos que sacar la basura a una hora determinada, hagámoslo: si debemos detener nuestros vehículos a determinadas horas, detengámoslos. Si se produce la creación de una mancomunidad de la basura, cumplamos con los detalles y si se crea una corporación de seguridad colaboremos con el mejor de los ánimos. Esto es, los gobernantes no pueden solos si no hay una voluntad colectiva, en este caso detrás de Antonio Ledezma, a quien debemos ayudar a superar todos los obstáculos.
El deber de ciudadanía pasa por comprender que en el 2009 tenemos una elección de alta importancia, la de Concejos Municipales y Juntas Parroquiales. Deberemos entender que esa no es una elección banal y sin categoría. Por el contrario, deberemos utilizarla para elegir con conciencia y para producir un nuevo repunte de quienes constituimos la alternabilidad democrática. Concejales y delegados parroquiales son las personas más cercanas a la comunidad. Deberemos aprender que tenemos allí un representante a quien dirigirnos y a quien exigirle, así como los electos deberán entender que están allí para atender y oír, para movilizarse a resolver los problemas menudos y los que no lo son tantos, como ordenar los presupuestos al beneficio colectivo, controlar el empleo de los recursos y colaborar estrechamente con la planificación de las obras prioritarias.
No obstante, no puede la oposición convertirse en electoralista, lo que es una cosa muy distinta de aprovechar los intersticios electorales. Debo volver a reclamar de la manera más enérgica la pasividad oposicionista ante la aprobación de las 26 leyes que metían de contrabando la reforma constitucional rechazada. Algún idiota inventó la expresión “trapos rojos” para justificar la inacción. Aquí hay que salir a combatir al gobierno ante cada estropicio, ante cada abuso, ante cada violación de la Constitución y de las leyes. Una oposición contemplativa que se deja faltar el respeto no merece ser llamada alternativa democrática.
Los implacables números
El oficialismo rescató un tercio de los votos que se le escurrieron el 2 de diciembre. Lo hizo con un lenguaje feroz y dictatorial, con la compra de conciencias y con el uso indiscriminado del dinero de la nación, pero lo hizo. La oposición rompió el límite de 4 millones de votos a la que parecía condenada, pero el balance –en términos redondos- es que el oficialismo sacó un millón de votos más que la alternabilidad. Es un retroceso oficialista evidente, pero aún así hay que recordar que el oficialismo tiene un diez por ciento de ventaja. La tarea de construir una nueva mayoría sigue siendo, entonces, un desafío.
Esa nueva mayoría se logrará corrigiendo los fanáticos errores cometidos, reduciendo a esos extremistas sifrinos que todavía –desde los foros de las páginas web- insultan y atacan a los disidentes del oficialismo, gobernando para todos sin discriminaciones, pero sobre todo, infinitamente sobre todo, poniendo sobre la mesa un proyecto de país, uno pleno de justicia social que haga entender a los pobres que es posible la implantación de una nueva organización social de redención desprovista del sectarismo, la ineficacia y el abuso destructivo de poder que caracteriza a este gobierno.
El sectarismo, el oportunismo y el mantenimiento de candidaturas sin sentido fueron castigados en las urnas. Sin embargo, también fue castigada la disidencia y para esto último aún carezco de una explicación razonable. Prefiero esperar los números oficiales por partido para hacer un balance sobre las fuerzas políticas, pero sobre la base de los números extraoficiales se intuye que alguno fue reducido a partido regional y que algún otro tuvo una recuperación nada desdeñable.
El proyecto de país
Frente a los compromisos por venir –donde debe estar incluida la batalla permanente y no la inacción culpable- deben producirse respuestas programáticas específicas. Hay que diseñar el país posible, una nueva concepción democrática del siglo XXI, una oferta social de gran envergadura y un comportamiento digno de los nuevos tiempos. He insistido hasta la terquedad que se debe partir del presente y no del pasado y para ello he recurrido a la imagen de la esponja y el detergente, en el sentido de limpiar principios correctos que han sido prostituidos por este gobierno.
El sectarismo, la ofuscación y la búsqueda obsesiva de la candidatura presidencial deben dar paso a una reflexión serena y a un profundo sentido de responsabilidad frente al futuro del país. Buena parte del país ha madurado, otra no tanto, y me refiero a la que todavía es influenciable por la presión, la amenaza, el lenguaje escatológico y el reparto indiscriminado que José Albornoz –líder del PPT- llamó acertadamente “de línea blanca”. Sobre la parte que ha madurado y que respondió escogiendo con cuidado las tarjetas con que votó, debe verterse una acción de gobierno diferente y eficaz, y sobre la parte inmadura debe ejercerse una profunda acción pedagógica y ella consiste en delinear claramente que la justicia no se logra con gritos estentóreos sino con una acción planificada presidida de una incorruptible voluntad política. En definitiva, el planteamiento no puede reducirse a salir de Chávez, el asunto es poner sobre la mesa una idea clara y precisa del país que se va a construir una vez que se salga de él.
Los retos, en lo inmediato, son espeluznantes. El que no aprende de sus errores no merece ser redimido. La prueba ha sido dura y la que viene lo será más aún. Esperemos que un líderazgo emergente que se ha asomado tímidamente esté a la altura. Trabajemos por una madurez creciente del país venezolano.
teodulolopezm@yahoo.com
Menos de 24 horas le tomó a Chávez volver al lenguaje grosero, amenazante y ofensivo, de alto contraste con las ofertas de colaboración que han hecho los vencedores de la oposición. Deberemos prepararnos para todo y para lo primero que debemos prepararnos es para ejercer ciudadanía. En el caso de Caracas, por ejemplo, cada uno de los habitantes de esta ciudad golpeada debe sentirse Alcalde Mayor y aprestarse a cumplir con lo que decida la mancomunidad de alcaldes: si tenemos que sacar la basura a una hora determinada, hagámoslo: si debemos detener nuestros vehículos a determinadas horas, detengámoslos. Si se produce la creación de una mancomunidad de la basura, cumplamos con los detalles y si se crea una corporación de seguridad colaboremos con el mejor de los ánimos. Esto es, los gobernantes no pueden solos si no hay una voluntad colectiva, en este caso detrás de Antonio Ledezma, a quien debemos ayudar a superar todos los obstáculos.
El deber de ciudadanía pasa por comprender que en el 2009 tenemos una elección de alta importancia, la de Concejos Municipales y Juntas Parroquiales. Deberemos entender que esa no es una elección banal y sin categoría. Por el contrario, deberemos utilizarla para elegir con conciencia y para producir un nuevo repunte de quienes constituimos la alternabilidad democrática. Concejales y delegados parroquiales son las personas más cercanas a la comunidad. Deberemos aprender que tenemos allí un representante a quien dirigirnos y a quien exigirle, así como los electos deberán entender que están allí para atender y oír, para movilizarse a resolver los problemas menudos y los que no lo son tantos, como ordenar los presupuestos al beneficio colectivo, controlar el empleo de los recursos y colaborar estrechamente con la planificación de las obras prioritarias.
No obstante, no puede la oposición convertirse en electoralista, lo que es una cosa muy distinta de aprovechar los intersticios electorales. Debo volver a reclamar de la manera más enérgica la pasividad oposicionista ante la aprobación de las 26 leyes que metían de contrabando la reforma constitucional rechazada. Algún idiota inventó la expresión “trapos rojos” para justificar la inacción. Aquí hay que salir a combatir al gobierno ante cada estropicio, ante cada abuso, ante cada violación de la Constitución y de las leyes. Una oposición contemplativa que se deja faltar el respeto no merece ser llamada alternativa democrática.
Los implacables números
El oficialismo rescató un tercio de los votos que se le escurrieron el 2 de diciembre. Lo hizo con un lenguaje feroz y dictatorial, con la compra de conciencias y con el uso indiscriminado del dinero de la nación, pero lo hizo. La oposición rompió el límite de 4 millones de votos a la que parecía condenada, pero el balance –en términos redondos- es que el oficialismo sacó un millón de votos más que la alternabilidad. Es un retroceso oficialista evidente, pero aún así hay que recordar que el oficialismo tiene un diez por ciento de ventaja. La tarea de construir una nueva mayoría sigue siendo, entonces, un desafío.
Esa nueva mayoría se logrará corrigiendo los fanáticos errores cometidos, reduciendo a esos extremistas sifrinos que todavía –desde los foros de las páginas web- insultan y atacan a los disidentes del oficialismo, gobernando para todos sin discriminaciones, pero sobre todo, infinitamente sobre todo, poniendo sobre la mesa un proyecto de país, uno pleno de justicia social que haga entender a los pobres que es posible la implantación de una nueva organización social de redención desprovista del sectarismo, la ineficacia y el abuso destructivo de poder que caracteriza a este gobierno.
El sectarismo, el oportunismo y el mantenimiento de candidaturas sin sentido fueron castigados en las urnas. Sin embargo, también fue castigada la disidencia y para esto último aún carezco de una explicación razonable. Prefiero esperar los números oficiales por partido para hacer un balance sobre las fuerzas políticas, pero sobre la base de los números extraoficiales se intuye que alguno fue reducido a partido regional y que algún otro tuvo una recuperación nada desdeñable.
El proyecto de país
Frente a los compromisos por venir –donde debe estar incluida la batalla permanente y no la inacción culpable- deben producirse respuestas programáticas específicas. Hay que diseñar el país posible, una nueva concepción democrática del siglo XXI, una oferta social de gran envergadura y un comportamiento digno de los nuevos tiempos. He insistido hasta la terquedad que se debe partir del presente y no del pasado y para ello he recurrido a la imagen de la esponja y el detergente, en el sentido de limpiar principios correctos que han sido prostituidos por este gobierno.
El sectarismo, la ofuscación y la búsqueda obsesiva de la candidatura presidencial deben dar paso a una reflexión serena y a un profundo sentido de responsabilidad frente al futuro del país. Buena parte del país ha madurado, otra no tanto, y me refiero a la que todavía es influenciable por la presión, la amenaza, el lenguaje escatológico y el reparto indiscriminado que José Albornoz –líder del PPT- llamó acertadamente “de línea blanca”. Sobre la parte que ha madurado y que respondió escogiendo con cuidado las tarjetas con que votó, debe verterse una acción de gobierno diferente y eficaz, y sobre la parte inmadura debe ejercerse una profunda acción pedagógica y ella consiste en delinear claramente que la justicia no se logra con gritos estentóreos sino con una acción planificada presidida de una incorruptible voluntad política. En definitiva, el planteamiento no puede reducirse a salir de Chávez, el asunto es poner sobre la mesa una idea clara y precisa del país que se va a construir una vez que se salga de él.
Los retos, en lo inmediato, son espeluznantes. El que no aprende de sus errores no merece ser redimido. La prueba ha sido dura y la que viene lo será más aún. Esperemos que un líderazgo emergente que se ha asomado tímidamente esté a la altura. Trabajemos por una madurez creciente del país venezolano.
teodulolopezm@yahoo.com
*CARLOS R. PADILLA L. EN ANALITICA ELECCIÓNES: ENTRE LAS MOROCHAS, EL FINANCIAMIENTO Y LA POLARIZACIÓN. MIÉRCOLES, 26 DE NOVIEMBRE DE 2008
Aparte de otros vicios que en este momento no vamos a mencionar, tres perversidades lesionan la idoneidad de nuestro sistema electoral y vulneran el esquema democrático.
No referiremos, en primer lugar a eso que llaman "las morochas" engendro electorero inventado en las orillas del Yuribí por las huestes calderistas de Yaracuy y que fuese asimilado por los neo fascistas con la prontitud de quien roba a otro ladrón para acabar con la oposición, que se chacumbeleó, en las últimas elecciones para diputados a la asamblea. Eso era de esperarse dado el ventajismo que impera a los procesos electorales venezolanos.
Ahora de manera insólita un sector de la oposición, integrado por Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Copey y Acción Democrática, promueve morochas para impedir la representación proporcional que pueda corresponderle en los cargos de naturaleza legislativa a otros sectores de la oposición a los cuales se les llamo insistentemente para que se integrara un frente contra el continuismo. Con este nefasto ardid queda excluido un amplio sector de la población que representa un 30% de la votación que lucha por reencontrarse con la democracia.
Rechazamos las morochas del oficialismo tanto como las de ese sector opositor, que entre gallos y media noche fraguo el uso de ese método perverso que viola el principio de representación proporcional de las minorías. Que no es otra cosa que la distorsión que acaba con la pluralidad y la diversidad, que son los soportes fundamentales de la democracia. UNIDOS PARA VENEZUELA (ALIANZA MAS DE LO MISMO) vs UNIDOS POR VENEZUELA (CHAVISMO) fueron y son una burla electoral que no debemos volver a permitir.
El otro asunto que está triturando la democracia en el país es la desigualdad de recursos con que cuentan todos los sectores distintos al PSUV, MPJ y UNTCT en grado superlativo y COPEI, AD en menor grado pero siempre ostentosos. De una u otra manera los sectores políticos señalados cuentan con ingentes recursos para sus campañas publicitarias, movilización de activistas, honorarios profesionales para funcionarios y soborno de activistas y militantes de otras toldas políticas.
Mientras no se establezca una férrea legislación que impida el uso de dineros provenientes de gobernaciones, alcaldías y otras fuentes ilícitas de financiamiento para quienes desvían recursos presupuestarios para actividades de proselitismo político, y/o reciban dineros del exterior para esos fines, perdurara una desigualdad tipo apartheid entre grupos políticos ricos y grupos políticos sin recursos que lesiona la integridad de la filosofía democrática. La política, en un esquema democrático, debe ser igualitariamente financiada con la proporcionalidad que imponga una ley justa sobre financiamiento de partidos políticos por parte del Estado.
De la reprochable desigualdad de acceso a recursos para el trabajo electoral se desprende una polarización que un principio es virtual pero que a fuerza de la atibórrate repetición que da la capacidad financiera se convierte en la mente de los electores en una verdad axiomática. Ejemplo de ello fue la calificación de candidatos de unidad de algunos candidatos sin que ellos carecieran en realidad de los apoyos que se ostentaban como existentes.
Partidos sin recursos, olvidados por los medios con interés político-económico y carente de una equilibrada posición democrática, tienen que defenderse con base en el activismo directo, cara a cara, para poder competir. Los partidos millonarios van por una cómoda autopista y los partidos pobres van por una carretera llena de baches y charcos que dificultan en grado sumo el mantenerse presentes ante los electores; por claro, interesante y novedoso que sea el bagaje ideológico y programático que pregonan.
carlos.padilla.carpa@gmail.com
No referiremos, en primer lugar a eso que llaman "las morochas" engendro electorero inventado en las orillas del Yuribí por las huestes calderistas de Yaracuy y que fuese asimilado por los neo fascistas con la prontitud de quien roba a otro ladrón para acabar con la oposición, que se chacumbeleó, en las últimas elecciones para diputados a la asamblea. Eso era de esperarse dado el ventajismo que impera a los procesos electorales venezolanos.
Ahora de manera insólita un sector de la oposición, integrado por Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Copey y Acción Democrática, promueve morochas para impedir la representación proporcional que pueda corresponderle en los cargos de naturaleza legislativa a otros sectores de la oposición a los cuales se les llamo insistentemente para que se integrara un frente contra el continuismo. Con este nefasto ardid queda excluido un amplio sector de la población que representa un 30% de la votación que lucha por reencontrarse con la democracia.
Rechazamos las morochas del oficialismo tanto como las de ese sector opositor, que entre gallos y media noche fraguo el uso de ese método perverso que viola el principio de representación proporcional de las minorías. Que no es otra cosa que la distorsión que acaba con la pluralidad y la diversidad, que son los soportes fundamentales de la democracia. UNIDOS PARA VENEZUELA (ALIANZA MAS DE LO MISMO) vs UNIDOS POR VENEZUELA (CHAVISMO) fueron y son una burla electoral que no debemos volver a permitir.
El otro asunto que está triturando la democracia en el país es la desigualdad de recursos con que cuentan todos los sectores distintos al PSUV, MPJ y UNTCT en grado superlativo y COPEI, AD en menor grado pero siempre ostentosos. De una u otra manera los sectores políticos señalados cuentan con ingentes recursos para sus campañas publicitarias, movilización de activistas, honorarios profesionales para funcionarios y soborno de activistas y militantes de otras toldas políticas.
Mientras no se establezca una férrea legislación que impida el uso de dineros provenientes de gobernaciones, alcaldías y otras fuentes ilícitas de financiamiento para quienes desvían recursos presupuestarios para actividades de proselitismo político, y/o reciban dineros del exterior para esos fines, perdurara una desigualdad tipo apartheid entre grupos políticos ricos y grupos políticos sin recursos que lesiona la integridad de la filosofía democrática. La política, en un esquema democrático, debe ser igualitariamente financiada con la proporcionalidad que imponga una ley justa sobre financiamiento de partidos políticos por parte del Estado.
De la reprochable desigualdad de acceso a recursos para el trabajo electoral se desprende una polarización que un principio es virtual pero que a fuerza de la atibórrate repetición que da la capacidad financiera se convierte en la mente de los electores en una verdad axiomática. Ejemplo de ello fue la calificación de candidatos de unidad de algunos candidatos sin que ellos carecieran en realidad de los apoyos que se ostentaban como existentes.
Partidos sin recursos, olvidados por los medios con interés político-económico y carente de una equilibrada posición democrática, tienen que defenderse con base en el activismo directo, cara a cara, para poder competir. Los partidos millonarios van por una cómoda autopista y los partidos pobres van por una carretera llena de baches y charcos que dificultan en grado sumo el mantenerse presentes ante los electores; por claro, interesante y novedoso que sea el bagaje ideológico y programático que pregonan.
carlos.padilla.carpa@gmail.com
*LA PARTICIPACIÓN DEL MOVIMIENTO REPUBLICANO EN EL TRIUNFO DE PABLO PEREZ EN EL ZULIA
Con 16.358 Votos contribuyo el MR al triunfo de Pablo Perez quedamos como el QUINTO partido apuntalando el triunfo del actrual gobernador del estado Zulia.
Al congratularnos, conjuntamente con todo el pueblo democrático del Zulia por el triunfo le deseamos éxito en su gestión como gerente en el estado mas populoso de Venezuela. Después que su partido Un Nuevo Tiempo Con Tigo lanzara su candidatura fuimos nosotros, los republicanos, quienes hicimos real nuestro apoyo a dicha merecida aspiración. Después vinieron la gran mayoría de los partidos opositores y disidentes para materializar el triunfo este 23 de noviembre, que constituye un triunfo de todo el pueblo. Pablo Perez conto con nuestro apoyo moral desde el principio, nuestro apoyo político, con la participación de los vigilantes del voto adiestrado por el MR y con un monto de 16.358 Votos que sumados al resto de los votos de los otros factores que lo apoyaron, materializaron la aspiración de mantener al Zulia para los zulianos y para el esquema democrático.Éxito para Pablo Perez y solución a las sentidas reivindicaciones a las cuales aspira el pueblo zuliano.