*LUIS DANIEL ÁLVAREZ V. ESCRIBIÓ EN EL UNIVERSAL DE CARACAS: PROCESO EQUIVOCADO
El gobierno debe saber que no gobierna para minorías sino para todos los ciudadanos.
Los gobiernos deben medir sus acciones. Más allá de la retórica por la implementación de un gobierno socialista, debe garantizarse a toda la población el acceso a los recursos mínimos, aplicando políticas económicas coordinadas con todos los sectores. Si en cambio de esto, la violencia está a la orden del día, es grave lo que podría aproximarse.
Instar a una población armada a defender un proyecto político, a la par que no se reprimen acciones de grupos violentos en el país, es una cuota muy grande de responsabilidad que los gobiernos tienen al evaluar sus gestiones. El gobierno debe entender que existe una oposición, respetarla y saber que no gobierna para minorías, sino para todos los ciudadanos.
Por su parte, la oposición tiene que asumir que las únicas vías por las que pueden aspirarse cambios profundos en la conducción del Estado, son las democráticas, por ello toda acción de fuerza es un atentado a los principios de libertad y justicia.
Desafortunadamente, ni el gobierno del presidente Allende, ni gran parte de la oposición al régimen, comprendieron a tiempo estos elementos, dando lugar a una nefasta experiencia militar, en la que si bien los indicadores económicos crecieron, lo hicieron a costa de masivas violaciones a derechos humanos, que arrastraron incluso a quienes se oponían al gobierno depuesto.
Lo que pudo resultar una experiencia interesante se perdió por los desaciertos de un gobierno que excluyó a gran parte de sus conciudadanos y la actitud democrática de la oposición se vio opacada por dar argumentos que surgiere un régimen de facto.
Por eso valoro a esas oposiciones que unidas luchan por salidas democráticas contra aquellos gobiernos que, sin leer la historia, siguen excluyendo.
luisdalvarezva@hotmail.com
El gobierno debe saber que no gobierna para minorías sino para todos los ciudadanos.
Los gobiernos deben medir sus acciones. Más allá de la retórica por la implementación de un gobierno socialista, debe garantizarse a toda la población el acceso a los recursos mínimos, aplicando políticas económicas coordinadas con todos los sectores. Si en cambio de esto, la violencia está a la orden del día, es grave lo que podría aproximarse.
Instar a una población armada a defender un proyecto político, a la par que no se reprimen acciones de grupos violentos en el país, es una cuota muy grande de responsabilidad que los gobiernos tienen al evaluar sus gestiones. El gobierno debe entender que existe una oposición, respetarla y saber que no gobierna para minorías, sino para todos los ciudadanos.
Por su parte, la oposición tiene que asumir que las únicas vías por las que pueden aspirarse cambios profundos en la conducción del Estado, son las democráticas, por ello toda acción de fuerza es un atentado a los principios de libertad y justicia.
Desafortunadamente, ni el gobierno del presidente Allende, ni gran parte de la oposición al régimen, comprendieron a tiempo estos elementos, dando lugar a una nefasta experiencia militar, en la que si bien los indicadores económicos crecieron, lo hicieron a costa de masivas violaciones a derechos humanos, que arrastraron incluso a quienes se oponían al gobierno depuesto.
Lo que pudo resultar una experiencia interesante se perdió por los desaciertos de un gobierno que excluyó a gran parte de sus conciudadanos y la actitud democrática de la oposición se vio opacada por dar argumentos que surgiere un régimen de facto.
Por eso valoro a esas oposiciones que unidas luchan por salidas democráticas contra aquellos gobiernos que, sin leer la historia, siguen excluyendo.
luisdalvarezva@hotmail.com